Archivos diarios: 8 febrero, 2016

Del Zika y otras pandemias del fin del mundo

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«NO es Zika, Dengue o el Chikungunya» Maeztro Urbano – Honduras

Por: Pablo Rangel

El cuadro malthusiano, dibujado a finales del siglo XIX por el demógrafo inglés Thomas Malthus, que muestra los recursos limitados frente a las necesidades humanas infinitas, llamó poderosamente la atención de las élites intelectuales europeas decimonónicas. A manera de película de ficción Malthus profetizaba la futura tragedia al momento en que el planeta no tuviera la capacidad de dar sustento a tantos seres demandantes juntos. Los “euro eruditos” que veían en aquel tiempo igual que ahora, la amenaza del crecimiento demográfico de los países pobres como una suerte de avance zombie sobre las civilizadas sociedades, quedaron impactados.

No obstante se les hacía difícil pensar cómo iba a suceder eso en sus amplias colonias de ultramar. Los más sagaces veían esta posibilidad en América Latina, pues desde hacía unas décadas se había desligado del atrasado y alicaído imperio español, pero en los territorios de África o Asia dominados por Francia e Inglaterra ¿cómo? Este temor, que se podría interpretar como la inconsciente culpa histórica que manejan los europeos, quedó como un remanente en la mente de algunos académicos. Así, para 1968 Hardin señalaba en su aclamada “tragedia de los comunes” que la humanidad, siempre voraz, bestialmente egoísta y además justificando desde una racionalidad individual todas sus acciones, iba a acabar literalmente agotando todo cuanto fuera visible y tangible. Obviamente, por ser pensado desde un centro europeo, los humanos responsables de esta dramática y prevista desgracia serían los más pobres, los que siempre comen ansias, a los que la insatisfacción de sus deseos los persigue por ser naturalmente carentes.

De manera vulgar esta idea que vive en el inconsciente colectivo de las sociedades europeas y en Estados Unidos de Norteamérica ha servido de placebo frente a la contemporánea crisis económica mundial ( y terminal, según Wallerstein, no del capitalismo pero sí del liberalismo). Pensar que los “otros” se van a acabar los recursos y el miedo a esta hipotética situación, ha dado lugar a los guiones de las últimas y más recientes tragicomedias apocalípticas de la industria del entretenimiento norteamericano. No es casual que frente a la crisis, las series televisivas y películas de ficción de más alto raiting son precisamente las que muestran miles de zombies persiguiendo a un grupo de norteamericanos analfabetas funcionales (un policía y un cowboy) Pero sí hubo un momento en que estas ideas llevaron a los centros de poder a cometer atrocidades, las cuales después en términos del poder blando, quedaron reservadas para el manejo psicológico de la información.

En los frenéticos años 30s del siglo XX, mientras en Estados Unidos y Europa veían cómo el capitalismo en una de sus tantas caídas espectaculares, se derrumbaba, en palabras de Fidel Castro “como castillo de baraja”, resurgen las ideas de Malthus y en una cruzada de religiosos anglicanos, y organizaciones como la Liga del Control de la Natalidad, fundada en 1916 se plantea el control poblacional a través de los medios anticonceptivos. La dinámica de limitar el crecimiento poblacional se torna una herramienta de guerra para frenar el crecimiento de los países comunistas por parte de los capitalistas. Así, para 1970 se crea un grupo de académicos, políticos, religiosos y simpatizantes, que tenían como objeto retomar las ideas de Malthus y frenar el crecimiento desbordado de la natalidad amenazante al status quo. Se crea entonces el Club de Roma.

Los académicos venidos a hierofantes profetizaron que de no hacer nada lo único que veían era un canibalesco cuadro, en el que las masas hambrientas se comerían a los mejor nutridos, y al verse al espejo seguramente sabían porqué tenían que temer. Se preguntaron ¿Cómo solucionar esa falaz, irreal pero posible amenaza? Con cifras «científicamente» sustentadas, dijeron que 100 años después de 1970 si la humanidad no se regulaba en sus hábitos reproductivos vendría el fin del mundo. Con cifras inventadas pero alarmantes se lanzó una versión maximalista de todo lo malo, feo y chueco que nos tocaría vivir al momento en que la gente no parara de tener sexo y además de concebir mas gente. La solución, por exagerada y cruel que parezca fue, promover gigantescas campañas de esterilización en los países más pobres. Médicos y políticos se lanzaron con el apoyo de los Estados y universidades del primer mundo a ligar las trompas de falopio a todas las mujeres pobres que pudieran. Si el trabajo no era efectivo, se promovieron vasectomías rápidas y sin dolor.

Y si ni así, se potenció el temor a las enfermedades venéreas que indiscriminadamente incluía en su reparto, desde las ladillas, sífilis, gonorrea, flor de Vietnam, legionela, hasta el mismo Sida. Pero la situación cambió con el final de la guerra fría. Para 1990, el planteamiento autoritario de imponer el control de la natalidad se convirtió en una forma de violación de los Derechos Humanos, así que los grupos de poder no podían continuar con el mismo talante con el que venían actuando a lo largo de su existencia. Surgen las ideas del Poder Blando (Joseph Nye uno de los asesores del Pentágono en la era Clinton retoma las ideas de Mitrany, un inmigrante rumano de la década de 1930 en Estados Unidos).

En resumen la manipulación de la información y la creación de amenazas imaginadas se convierten en la clave para imponer las ideas, que por cierto no se han reciclado ni un ápice, Malthus sigue vivo y vigente. El aumento de humanos en el mundo desde siempre ha sido una amenaza para quienes se han apropiado de la riqueza de los demás, es decir, para quienes han usurpado la propiedad de los medios de producción del prójimo, como prueba se puede ver la actualización de las ideologías de fines del siglo XIX, empezando con el neoliberalismo, que acude a sus clásicos para explicar como caricatura el proceso de la generación de la riqueza. Se crea entonces la idea de la pandemia, y ésta es espoleada por la perspectiva hollywodense de que siempre en África, lugar que en la mente de los norteamericanos y europeos es altamente conflictivo, pobre y peligroso, existe una zona cero de todo lo destructivo y que amenaza de forma indiscriminada a la tranquila y buena humanidad.

Esta visión fue incluso aceptada por los latinoamericanos, que al recibir los insumos de la cultura norteamericana, deciden aceptar que de África es de donde vienen las cosas malas. Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio que ya no es tan favorable para Latinoamérica, ahora la zona cero parece haberse corrido desde África, en la misma linea ecuatorial un océano de por medio. Resulta que es en América Latina donde hay que ir a buscar al primer enfermo, y hoy, todavía pretenden encontrar por dónde es que se ha regado el temible Zika. Después de estos enredos e historias de miedo y acción. ¡Otra pandemia! ni siquiera construida en laboratorio sino que en los estudios de las grandes corporaciones de los medios de comunicación. CNN se empeña en decir que «se prevé que el Zika será el mayor desastre de salud en la historia humana, desde que se tiene registro».

Si se razona esta frase que se ha convertido en máxima de los periódicos y canales de televisión nacional e internacional, podemos pensar que el Zika es la peor plaga desde que se encontró el mismísimo código de Hamurabi hace miles de años. Y para hacerlo más dramático y comprensible para las cristianas sociedades de Centroamérica, el Zika superaría las plagas bíblicas que el altísimo protector de los judíos le echó sin que le temblara la mano al faraón egipcio, es decir, ni las langostas, ni la muerte del unigénito del faraón, ni eso supera al Zika.

Pero el problema no es que el Zika mate o deje lesionadas a las personas como el deleznable chikunguya, el Zika da microcefalia. Lacónicamente los expertos han sentenciado que no tienen que haber más embarazos hasta que no se erradique la enfermedad, y para terminar de oscurecer el cuadro, científicos norteamericanos han encontrado que el virus se transmite a través de las relaciones sexuales y parece que hasta en la saliva de los infectados. Dramático ¿no?, aunque parece que hay otra enfermedad más grave que todas las pandemias juntas, el síndrome de Malthus, y de esta, no nos va a hablar nadie porque aún no encuentran el punto cero, parece que fue en Inglaterra en el siglo XIX, pero aún está por comprobarse.

Comunicado: Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas -CNOC-

08/03/2016

MARCHA NACIONAL INDÍGENA, CAMPESINA Y SINDICAL

COMUNICADO DE PRENSA.

Ante  la  opinión  Pública  Nacional  e Internacional  las  organizaciones Indígenas, campesinas  y Sindicales   DEMANDAMOS:

Ante las violaciones  de nuestros  derechos  constitucionales y  leyes vigentes  de nuestro país,  la  falta de voluntad Política  de dar respuesta y  soluciones a las diversas demandas planteadas,  a los  diversos Gobiernos, tal  como  la necesidad de la  Nacionalización  del tema Energético, territorio,  democratización uso  y  tenencia  de la propiedad de la   tierra, concesiones de territorio de los pueblos indígenas a empresas  transnacionales, la introducción de los mega proyecto de hidroeléctrica  con financiamiento extranjero,  derecho a una alimentación  justa  y digna, el irrespeto de los de  derechos  de los(as) trabajadores(as), la  represión  y  persecución contra líderes  de las  organizaciones indígenas  y  campesinas, muerte de Dirigentes y  el encarcelamiento de  los  defensores de  Derechos Humanos.  Por eso es necesario hacer uso el  derecho  de RESISTENCIA.

Hoy contamos  con  un nuevo  Gobierno, que  en su  discursos, manifiesta la  buena  voluntad de solucionar  de fondo  los  problemas  estructurales que afecta  a nuestro  país, especialmente al  área  rural  donde la  mayoría  somos  indígenas y  campesinas, sin embargo, vemos  con mucha  preocupación,  la  composición de su  gabinete, solo representa  al sector oligárquico representados en el  CACIF  y los MILITARES, instancias y personas que nunca han demostrado interés de resolver problemas y buscar soluciones a los diferentes problemas que afecta nuestro país.

Este  10  de febrero del presente año, en  uso  del  derecho de  resistencia,  manifestación  y petición; las comunidades  indígenas y  campesinas manifestaremos  pacíficamente  en la Ciudad  Capital,  demandando al Gobierno  de JIMMY  MORALES que tomen  en cuenta las demandas del sector indígena campesino y  que  sean  resueltas las necesidades en  el  corto mediano y largo plazo a través del procedimiento del dialogo y la negociación con las diferentes instancias a quien corresponda.

 

 

Apoyamos la 40-84: ley de desarrollo rural integral

Entrevista a Carlos Morales -UVOC-

Entrevista a Carlos Morales -UVOC-

Por: Rony Morales – UVOC

La sociedad guatemalteca todavía experimenta un proceso de transición democrática que se empezaría a consolidar después de la firma de la paz  Firme y  Duradera, que además  marcó el  final de la guerra que vivió el país. Este proceso de democratización tiene dificultades y tropiezos dada la realidad de una sociedad dividida, fragmentada  y enfrentada  como la nuestra, situación que  se ve agravada por las políticas económicas que han  empobrecido más a la población, principalmente a los sectores  indígena y campesino.

Aun así todos los sectores de la sociedad trabajamos para producir los cambios que la situación exige, al mismo tiempo que cultivamos una nueva actitud para enfrentar los retos y desafíos. Como campesinos productores de la riqueza en las fincas de cardamomo, café, caña,  palma africana, hule, banano, ganado y en nuestros terrenos el fríjol, hortalizas y nuestro sagrado maíz somos parte fundamental de la sociedad guatemalteca. Sobre la base de esa realidad de productores de la tierra con nuestro trabajo diario, tenemos el derecho a impulsar el desarrollo rural y lograr nuestros derechos laborales.

Reconocemos también que en medio de esta situación todavía estamos saliendo de las consecuencias de la guerra interna y sobre todo de las acciones represivas del ejército en el área rural.

Como Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas – UVOC- estamos conscientes que la elaboración de una estrategia que nos permita la aprobación de la 40-84 ley de desarrollo rural integral es importante, requiere de la participación  de todos nuestros hermanos y hermanas Indígenas y campesinos, así como él compromiso de impulsarla y concretarla con su participación activa,  y propositiva; con la flexibilidad que nos permita hacer cambios y ajustes que la realidad nos plantee, así como recibiendo y tomando en cuenta las sugerencias y opiniones de todos aquellos interesados en el progreso y el desarrollo con equidad social de nuestro país.

En el actual contexto político nacional la búsqueda de consensos, alianzas, concertaciones o de simples coincidencias se están constituyendo en las formas más relevantes para solucionar conflictos y de asumir juntos los retos y desafíos de cara al futuro. En ese sentido la capacidad de negociación que se tenga se va a reflejar en resultados concretos.

La comprensión de esas razones fundamenta nuestros planteamientos de aportar a una estrategia del movimiento indígena y campesino, a su  metodología, sus criterios, sus demandas etc. Así como dotar junto a otras organizaciones e instituciones de los instrumentos teóricos y técnicos para la participación campesina en el desarrollo rural, concepto este que tampoco tiene una definición única, pero que nuestro propio trabajo nos ha enseñado los aciertos y desaciertos para configurar nuestro propio concepto de desarrollo rural.

Debemos seguir nuestra lucha, conocer el contenido de la 40-84 aprenderlo y aplicarlo. Son pasos que  deben estar bien amarrados como lazos que unen nuestra fuerza, nuestro pensamiento y la unión que debe existir entre todos los campesinos e indígenas.

¿Qué es el desarrollo rural y cómo lo entendemos los campesinos?

Hablaré desde nuestra perspectiva como pueblos q´eqchi´s y Poqomchi´ que es el territorio donde trabajamos como -UVOC- el desarrollo rural significa instalar infraestructura social y económica en las áreas donde vivimos. Es producir el alimento suficiente para nuestras familias, comunidades y pueblos en condiciones humanas de trabajo, así como tener precios justos a nuestros productos. Devengar salarios que nos permitan vivir dignamente –Buen Vivir-. Es tener acceso a la educación, participar en las decisiones económicas, políticas sociales y culturales que tienen que ver con nuestras comunidades, municipios y regiones. Todo en el marco de una política general de desarrollo del país.

La injusta distribución de la tierra es el centro de muchos de los conflictos que ha vivido nuestro país y una limitación para su desarrollo; por lo que buscar su solución es prioritario para el futuro del país.

Es necesario crear un ambiente de respeto y confianza en el agro como premisas fundamentales para el desarrollo rural.

La solución a los conflictos de tierra es parte fundamental de la problemática y requiere de voluntad política del gobierno y medidas que inicien la solución de los conflictos más graves, atender las demandas más urgentes del campesinado, y evitar las consecuencias de enfrentamiento, derramamiento de sangre y pérdida de vidas humanas que Implica la lucha por la tierra y la vida. No hacerlo significa prolongar los problemas estructurales en el agro nacional.

Los conflictos de tierra es otro elemento que debe solucionarse de manera ágil. Las demandas sobre el uso, tenencia y propiedad de la tierra se hacen indispensable resolverlas, para que el campesinado tenga acceso a la tierra y de esa manera contribuír de mejor manera al desarrollo del país. Se deben detener los desalojos y activar inmediatamente las mesas de diálogo ya sea por seguridad jurídica, delimitación de linderos, propiedad en disputa, adquisición de tierras y acceso a tierras por otros medios.

La participación del campesinado es indispensable en la formulación, diseño y ejecución de las políticas y programas de desarrollo rural, cualquier proyecto que se impulse sin el consentimiento y participación de la población no tendrá el sustento social ni el enfoque de desarrollo rural integral.

Las negociaciones y alianzas. Sólo es posible encarar los retos y desafíos del futuro de manera unificada y con el concurso de todos los sectores sociales, en ese sentido todos debemos asumir la negociación como una forma de resolver conflictos acompañados de una actitud tolerante y flexible, sustentada en la firmeza y viabilidad de los planteamientos, pero en situación de paridad u horizontalidad. Para UVOC es necesario desarrollar una política de alianzas con todos los sectores, instituciones y personas que directa o indirectamente están relacionados con los intereses del campesinado. Debemos definir criterios sobre los consensos, las coincidencias, así como una actitud respetuosa de todas las posiciones, independientemente de que las compartamos.

Debemos buscar acercamientos con organismos nacionales, sector público e internacional en función del acceso a la tierra y el desarrollo rural.

Es necesario unir nuestras luchas y hermanarnos con las de organizaciones de mujeres, sindicatos, estudiantes, pobladores, pueblos mayas, ONG y la sociedad en su conjunto.

La participación cívico ciudadana es clave para lograr el pleno desarrollo rural y nacional, se hace indispensable impulsar programas de educación y formación de la conciencia cívica ciudadana. Como UVOC impulsaremos en el sector campesino programas que posibiliten la creación de una cultura participativa y propositiva.

Apoyamos la ley 40-84 nacida desde los sectores indígenas, campesinos organizados, ya que esa ley nació de las reuniones comunales, asambleas de regionales, encuentros de pueblos y encuentros campesinos, esa ley contiene las diez políticas que harán que los trabajadores del campo obtengan un verdadero desarrollo rural integral –Un buen vivir.