Represión y violencia: Escuchemos las voces de las mujeres q´eqchi´

Lucía Ixchíu – Prensa Comunitaria

En el Municipio de San José Raxuha, el día 16 de Agosto de 2014 se llevó a cabo una acción represiva por parte de la Policía Nacional civil en contra de pobladores de éste municipio y de Semococh quienes realizaban plantones pacíficos de las vías principales para manifestar el rechazo a la serie de Hidroeléctricas que se quiere imponer en toda la cuenca hidrográfica del sector.

El corresponsal Rony Morales de Prensa Comunitaria quien se encuentra en el lugar, denuncia que dentro de los procedimientos que realiza la PNC para retirar los bloqueos está la acción directa, esto quiere decir que no se establece ningún dialogo entre pobladores y PNC. 

Hubo alrededor de 500 elementos que han usado excesivamente la fuerza contra la población que manifiesta pacíficamente.

También la población de Monte Olivo era sobre volada por un helicóptero particular, que no respeta las medidas de seguridad y vuelan muy de cerca de las viviendas y de las personas de la comunidad.

Doña María 

Haciendo el trabajo de prensa, hicimos un enlace con la gente de Raxuhá, pudimos escuchar la denuncia de Maria, quien nos cuenta que ella no es parte de ninguna organización y que ella no estaba participando en ninguna de las actividades convocadas por la comunidad. Que su esposo José Choj tiene 37 años de edad y que pasó cerca de donde habían acciones violentas provocados por la PNC que bombardeaban con lacrimógenas a la gente que protestaba pacíficamente. Entonces su esposo se resbaló y al ocurrir esto fue detenido por la policía y ella sospecha que fue llevado para Fray Bartolome de las Casas.

Dentro de los últimos tres días, los pobladores de Monte Olivo y Raxuha han sido expuestos a todo tipo de atropellos y abusos por parte de la Policía Nacional Civil, también había policías disfrazados de civiles que han causado confusión y han generado más problemas en la zona.

Doña Margarita

Este trabajo de periodismo comunitario implica un compromiso con la gente, conversar con las mujeres y ayudarlas a denunciar, otra historia que pudo conocer Rony, que es preciso conocer y difundir, se las contamos aquí:

“Doña Margarita me contó que su esposo Federico, trabajaba en la iglesia al ver que en la calle principal estaban sonando balazos y las bombas lacrimógenas, decidió correr hacia la casa. Cuando entró a ella encontró a Margarita, a su suegro y a sus hijos. Ellos decidieron encerrarse para no tener problemas. Sin hablar nada, sin mediar palabra los miembros de la PNC rompieron la puerta y empezaron a golpear a los dos señores, los arrastraron para luego detenerlos y llevárselos. Margarita cubría a sus hijos, los policías intentaron golpearla y arrastrarla a ella también. Hasta incluso la intentaron matar pero una agente de la PNC les dijo que la dejaran porque tenía un niño en las manos.“

El hostigamiento continuó, y llevó a los pobladores de varias comunidades como la 9 de Febrero a huir y esconderse en los alrededores y huir a las montañas. La policía al llegar a dicha comunidad, no encontró población, y esto no impidió que lo destruyeran y quemaran todo. Procedimiento que causa indignación y miedo a la gente, ya se que regresa a las antiguas prácticas militares de la tierra arrasada.

Un sin mitin

Alfonso Porres – Luciérnaga

Hoy asistí al palacio de gobernación en la 14 calle ante la convocatoria que hicieran algunas organizaciones sociales para manifestarse ante los graves hechos de violencia que el Estado está cometiendo en contra de las comunidades q´eqchi´ de la Franja Transversal del Norte .

Casi no había nadie, unos pocos repartían mosquitos, otros lanzaban arengas contra el gobierno y consignas de defensa de la tierra que siempre he oído desde que tengo memoria y otros nos mirábamos con algún desconcierto y la frustración, cuando ni los compas indígenas se paraban para oír los pocos discursos en defensa de sus hermanos.

Tome un par de fotos y me encaminé hacia la casa meditando cual es la razón, de que un día domingo, en que nadie tiene que hacer, no se pueda convocar ni por lo menos 100 personas, en el momento que asistí conté 20 gentes más 4 medios de comunicación.

Elucubrando del porqué de la falta de participación, que van mas allá de las razones de siempre que se refieren al miedo institucionalizado por el ejército, la falta de trabajo organizativo en la ciudad, el racismo, clasismo y los hábitos de consumo de los habitantes urbanos y la activismo virtual en redes. Que son las respuestas de siempre, pues decidí ver de que manera nos pueden ver esos transeúntes que caminan sin ni siquiera alzar la mirada.

Y me encontré que desde luego nos hemos convertido en una de esas capas de cebolla que articula la cultura en Guatemala. Que tiene sus propias dinámicas de inclusión – exclusión, bajo sus reiterativas formas endogámicas de relacionarse, desde el coito hasta las peleas de poder. Y desde luego su propio lenguaje y construcción de un imaginario que se extiende hasta donde alcanza nuestros enlaces sociales.

Y que además los discursos que manejamos están tan lejanos o mezclados en una maraña de símbolos en la cotidianidad de los personajes urbanos, que todos los días tienen que lidiar, con sobrevivir en medio del discurso de la extorsión de grupos criminales, de la imposición del miedo de parte del Estado, del discurso del chantaje emocional y consecuente desde las organizaciones sociales , de los discursos de la culpa de la santa iglesia en cualquiera de sus versiones, del discursos clientelares y prolijo de los partidos políticos trasmitidos hasta la saciedad en los medios televisivos y radiales y desde luego la estética del terror de la noticias y las tergiversaciones de la historia de fundación contra el terrorismo

Desde luego en esta vorágine resulta ridículo pretender que nuestra visión del mundo se abra paso dentro de una ciudadanía que tiene su cotidianidad cooptada. Ciudadanía a que sin reflexionar, pedimos, exigimos, rogamos, una necesaria articulación en un gran movimiento masivo, incondicional y consecuente con su realidad para cambiar de alguna manera la situación de injusticia de este país.

No obstante estas demandas a los ciudadanos urbanos, en el primer momento en que se acercan a nuestra capa de cebolla, vergonzosamente se dan cuenta que los flamantes defensores de la solidaridad y la articulación, tenemos un nivel de antagonismos personales e institucionales que espantan y que se manifiestan en múltiples rumores propios de una novela de terror, en el discurso de la desconfianza que si el Mosad lo manejara también como se maneja acá, seguramente recomendaría rebajar el gasto militar israelí y se dedicaría afilar la lengua.

Además se darían cuenta que somos expertos en el discurso de descalificación dejando a las personas en calidad de batracios, que blandimos el insulto gratuito que ya quisieran tener la calidad de sofisticación los merolicos de la terminal, y además somos prolijos en las acusaciones entre amigos y ex amigos, amantes y ex amantes colaboradores militantes y ex militantes, y que nos habita una profunda cultura vertical cuasi militar en nuestras opiniones, razonamientos y decisiones.

Todo esto me imagino que una ciudadanía acostumbrada a leer los imaginarios los percibirá, y desde luego creo que les resulta mas reconfortante el sermón del domingo, que alivia de alguna manera sus angustias del día a día que meterse a algo que le quitara la paz espiritual y cotidiana. Ya bastante tienen con su cruz , como para meterse a escuchar a los que predicamos pero escasamente nos convertimos.

Hoy La Nación Q´eqchi´ llora la ausencia de Sebastián, Luciano y Oscar

Por: Rony Morales -UVOC-/ Prensa Comunitaria KM 169

Sebastián, Luciano y Oscar eran de la comunidad Semococh y murieron después de que la policía Nacional Civil – PNC disparara en contra de la población. A eso de las tres de la tarde la policía realizó 22 detenciones sin orden judicial a varias personas, esto fue el día viernes 15 de agosto 2014 en ésta comunidad. Durante la agresión policial fueron asesinados tres comunitarios Sebastián Rax Caal de 29 años de edad, Luciano Can Cujub, de 40 años y Oscar Chen Quej, de 22 años.

El dia 16, que fue el tercer día que varias comunidades vivieron momentos de terror, acompañamos y documentamos las acciones de las comunidades desde el Cruce de Cubilguitz donde también se llevaba a cabo una manifestación pacifica por el asesinato de éstos tres jóvenes, Luciano Can Cujub, de 40 años y Oscar Chen Quej.

Algo triste sucede en las tierras Q´eqchi´s porque mientras se realizaba esta manifestación en el cruce, en la comunidad Monte Olivo muchas personas se encontraban en las montañas, huyendo, resguardándose, tuvieron que huír porque la memoria colectiva lamentablemente tiene registrada la historia inmediata de infamia y de genocidio.

En la aldea de Semococh mientras tanto se preparaban para recibir a sus hermanos, vecinos, amigos, familiares que habían caído por que un día antes por defender su comunidad habían sido asesinados con armas de fuego y varios tuvieron que resguardarse.

Detuvieron a 22 personas en Semococh

Son 22 compañeros de la comunidad de Semococh quienes se encuentran detenidos en Cobán Alta Verapaz lejos de sus familias, éstos momentos son tan dolorosos y de mucha angustia no solo porque ellos están detenidos sino porque la comunidad llora por sus amigos muertos.

Hoy mis ojos observaron a varios miembros de la familia Q´eqchi´ de la aldea llorar amargamente, llenos de tristezas desánimo, desolación, rabia, frustración y muchas más expresiones de sus sentimientos.

A eso de las 6 de la tarde llegaron los cuerpos provenientes de Cobán. Con mucho cariño los recibieron. Un mar de lágrimas inundó todo el patio de la escuela de telesecundaria, hombres, mujeres, niños, niñas, ancianas y ancianos quedamos inundados con las lágrimas.

Toda la gente lloraba, incluso varios miembros de las familias de los compañeros caídos se desmayaron, eso causó que los tuvieran que llevar a otro cuarto.

En tres cajas, se encontraban tres corazones que un día latieron por defender la madre tierra y la comunidad.

Dejé un momento el lugar de velación para ir al lugar en donde cayó el cuerpo de Luciano sin vida, ahí todavía había sangre. Mi corazón se puso aún mas triste cuando con pude ver que era cierto. También pude ver la playera blanca de Sebastián Chen acompañada de un casquillo de bala.

Todos los casquillos de las balas están rodeados por piedras, se encuentran a las orillas de la carretera principal de la comunidad. La gente no las ha tocado y están ahí para ver si las autoridades llegan a levantar evidencias ya que ellos reconocen estos tipos de procedimientos.

 

Ésta es mi experiencia de hoy y la terrible experiencia de la nación Q´eqchi´ que vivimos un gran dolor al ver que por las empresas y el gobierno, tiene que morir gente en manos de también gente sencilla.