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La Cooperacha: los fondos públicos para los cumpleaños del presidente

Foto Carlos Cano

Foto Carlos Cano

Por redacción.

La mañana del sábado 11 de junio, se escribe otro capítulo en la historia del país,  fueron capturados los ex ministros de la Defensa Nacional 2013 y 2014, el general de división Héctor Manuel López  Ambrosio y de Gobernación Héctor Mauricio López Bonilla, las autoridades intentaban ubicar al ex ministro de la Defensa Nacional del año 2012 que no fue hallado en su casa en el momento del  allanamiento y quien se entregó en la sede del Ministerio Público (MP) en horas de la tarde.

Esas no fueron las únicas pesquisas realizadas por el MP, también fueron buscados los ex ministros de Comunicaciones y de Energía y Minas,  Alejandro Jorge Sinibaldi Aparicio y Erick Estuardo Archila Dehesa quienes se encuentran fuera del país, vaya casualidad,  según informaron del MP  y la Comisión Internacional contra la impunidad en Guatemala (Cicig), ambos tiene una orden de captura internacional ya emitida.

De igual manera fueron notificados el ex presidente de la Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) Juan de Dios Rodríguez quien está detenido desde el año pasado; el  ex presidente Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Ingrid Roxana Baldetti Elías, actualmente en el centro de detención para mujeres en la zona 18 de la ciudad capital de Guatemala.

La tranquilidad de la Torre de Tribunales en el centro histórico en cuestión de segundos se modificó, de un momento a otro las sirenas de las radio patrullas rompieron el silencio del lugar, fuertes contingentes policiales y de agentes del Sistema Penitenciario iban y venían de un lugar a otro, el primero en ser ingresado a la carceleta del sótano de la torre de tribunales fue el general de división López Ambrosio, unas horas más tarde lo acompaño López Bonilla.

El último en ingresar en la jornada de detenciones contra una parte de la estructura criminal #LaCooperacha fue el General de Brigada Ulises Noé Anzueto Girón. Estas detenciones y las ordenes de captura internacionales responden a la investigación por #LaCooperacha que estos funcionarios realizaban con fondos del Estado para otorgarse regalos en los cumpleaños del “Jefe”[1] en relación con Otto Pérez Molina.

Fiesta y cooperacha

A todos ellos y la ex vicepresidenta, el MP y Cicig, los vincula en un caso denominado «La Cooperacha», hacer cooperacha es la acción de realizar aportes o ajustones entre un grupo de amigos o socios para alcanzar una suma de dinero para la adquisición de algo que beneficiara a todos a uno de ellos en concreto.  Esta acción se realizaba cuando el ex presidente Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti cumplían años, el grupo de ministros más cercanos a la pareja presidencial les daban regalos significativos, con la excepción el dinero salía de los ministerios que ellos mismos administraban, la suma alcanzó un monto de Q 33 millones durante los años 2012, 2013 y 2014.[2]

Según la Cicig el  encargado de realizar la recaudación de los fondos estatales de  «La Cooperacha» como el grupo de funcionarios lo denominaba era el secretario privado de la vicepresidencia Juan Carlos Monzón Rojas.

Los Hechos

Roxana Baldetti,  era quien se encargaba de organizar la fiesta cuando el cumpleañero era Otto Pérez Molina, para el año 2012  en el cumpleaños número 62 le regalaron una lancha lujosa; a los 63 años en el 2013 le regalaron un casa de playa en el municipio de Taxisco del departamento de Santa Rosa; y en el cumpleaños del 2014 a los 64 años le regalaron un helicóptero, la fiesta y los regalos se terminaron para el cumpleaños 65 que lo celebro recluido en el cuartel Matamoros, bajo prisión preventiva.

Mientras en el caso de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti en su cumpleaños lo único que cambió fue el organizador de la fiesta,  Otto Pérez Molina se convertía en el anfitrión, y lo demás en la estructura continuaba igual.  Por ejemplo la investigación de la Cicig reveló como en los tres años recibió una casa en Roatán,  Honduras. Todos los bienes adquiridos suman Q33 millones de quetzales.

Los señores de la cooperacha

La investigación del MP y la Cicig señalan que a Héctor Manuel López Ambrosio ex ministro de la defensa nacional de desviar Q 4 millones 200 mil.  Héctor Mauricio López Bonilla,  ex ministro de gobernación,  desvió Q 2 millones 513 mil y U$D 98 mil. Erick Archila,  ex ministro de Energía y Minas,  desvió Q 2 millones 200 mil y U$D 100mil. Alejandro Sinibaldi, ex ministro de Comunicaciones,  desvió Q 2 millones 500 mil. U$D 245 mil. Y Juan de Dios Rodríguez, ex presidente del IGSS,  desvió Q 4 millones 400 mil. Para realizar los festejos y regalos de la pareja presidencial.

Juntos de nuevo

En horas de la noche del sábado 11 de junio  el juzgado de turno del Organismo Judicial emitió un oficio para que los tres ex ministros sean trasladados a la Brigada Mariscal Zavala de la zona 17 de la ciudad de Guatemala. Otto Pérez Molina permanecerá en el Cuartel Matamoros y Roxaba Baldetti en Centro de Detención Preventiva para Mujeres de la zona 18 Santa Teresa.

La fiesta con los territorios

La Cooperacha no fue la única forma de agenciarse de beneficios a partir de los bienes públicos, onerosos contratos, beneficiar a las empresas nacionales y transnacionales a través de ceder grandes extensiones de territorio para la instalación de mega proyectos con costos altísimos profundizando la problemática social en las comunidades indígenas y mestizas en todo el país es otra de las formas como operaron estos funcionarios, desde ministerios como Energía y Minas, Medio Ambiente o Caminos, Gobernación y Defensa nacional se implementaron dinámicas violentas y represivas desde el Estado para garantizar los intereses económicos de familias y corporaciones para obtener la explotación de bienes naturales.

Los costos más altos fueron muchas de vidas durante los años de gobierno de Otto Pérez Molina, la prisión política, militarización y Estados de Sitio, la violación sistemática de los derechos humanos de todas aquellas personas que se opusieron a los mega proyectos, la división comunitaria y la destrucción de los bienes naturales como la contaminación del agua, el despojo de tierra, entre otros.

Estos otros delitos también deben ser investigados por  la fiscal general del MP y por la CICIG.

 

[1] COMUNICADO DE PRENSA 051 CASO LA COOPERACHA. CICIG. http://www.cicig.org/index.php?mact=News,cntnt01,detail,0&cntnt01articleid=727&cntnt01returnid=67

[2] Ibídem.

Monólogo de amor por Guatemala

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Por Roberto Guillermo Medina Barrientos.

Caían las palabras como gotas de agua sobre un tejado, mojando cada espacio con sus partículas cristalinas. Repetía los verbos como sonrisas de patojo cuando se le hacen cosquillas. Los adjetivos inquietos con su dedo gramatical, poniendo acentos sobre sustantivos que pasaban del estoicismo al escándalo, ruborizándoles como manzanas en canasta de mercado.

Una conversación que jugaba a desnudar los pensamientos, transpirando emociones, que se dejaban caer convertidas en letras a través del resbaladero de la lengua.

Una mano nerviosa botaba la ceniza de un cigarrillo, que desprendía humo como locomotora entre los rieles digitales que lo sostenían. Anudando los silencios, repetía el dolor que no cabía entre la piel. Otra vez su pueblo repetía los errores acumulados en cada uno de los calendarios, que en algún momento colgaron de un clavo sumergido en las paredes de su habitación, ¡Cómo era posible que luego de permanecer por semanas, meses, manifestando su descontento ante la corrupción, coloreaba de pasado el futuro próximo de su país!, acaso las consignas ciudadanas eran efímeros partos de conciencia que fueron abortados en la premura del trabajo de parto electoral.

Y es que el recorrido de la historia matizado con sangre, dolor y discriminación, pareciera nunca haber sido escrito. La memoria histórica salida de chistera de mago desaparecía entre la nada, los tiempos de muerte y barbarie evaporándose entre el charco miope de la dignidad ciudadana.

El viento de octubre del año 2015 navegaba por sus pupilas, mientras las ráfagas de libertad y sueños de genuina democracia corría por su sangre, que aún permanecía despierta, imaginando a verdaderos estadistas que habían, al igual que muchos otros buenos guatemaltecos, intentado escribir el manual para construir un mejor país, incluyente, solidario, primaveralmente progresista, socialmente armónico, que sería a futuro la plataforma en la cual las oportunidades de vida despegarían hacia el cielo de la consumación de los sueños.

Seguía con su monólogo de conflictos, rascando su cabeza con la mano izquierda, revolviendo el cabello; y cerraba los ojos mientras un suspiro soltado en etapas lo hacía inhalar la soledad que en ese momento era su interlocutora, su confidente de los malos presagios que visualizaba para ese pedazo de tierra que había aprendido amar, por medio de la gente que diariamente encontraba la razón más poderosa para dejar hasta su propia vida, por tener un mañana con un sol de dignidad partiendo el horizonte de cada uno de sus amaneceres.

Recordaba nombres que habían mencionado sus mayores, que había leído en libros, que a través de la tradición de mantener vivo nuestro caminar por los tiempos, era un coro de pueblo cantando una oda de sentimiento patrio, Jacobo Arbenz, Juan José Arévalo, Alberto Fuentes, Oliverio Castañeda, Mario López, Alfonso Bauer, Manuel Colom, María Chinchilla, Juan Gerardi, Otto René Castillo, Roberto Obregón, Miguel Angel Asturias, Luis de Lión, Rogelia Cruz y tantos más, que podría escribirse un poema de amor hacia Guatemala con cada uno de los anhelos que palpitaron en sus corazones.

Por momentos sus ojos se humedecían, acumulaban frustraciones que se aglutinaban en gotas salinas que se deslizaban por sus mejillas abrazándose unas con otras, convirtiéndose en llanto. Y es que el ayer de sangre parecía revivir ese pasado vestido de verde con botas, caminando entre los pueblos mayas, erradicando la vida que se inflaba como tortillas entre el calor del comal de barro, provocando un vacío entre las veredas vegetales que extrañaban el caminar pacífico de su gente, oyendo cómo se transformaba en correteos de terror tratando de aferrarse a la vida, que se convertía en charcos de sangre con tierra, carne perforada con plomo, o se transformaba en fiera capturada, sometida y rediseñada para convertirse en fiera asesina de su propia cosmovisión.

Mientras encendía otro cigarrillo, volvía a leer los diarios que se apilaban en su mesa: corrupción, nepotismo, violencia, tranzas, muerte, desnutrición, prostitución, eran las palabras que recogía su vista al caminar por el camino de signos tatuados con tinta, anuncios de colores ofreciendo productos humanos despreciables con fines electoreros, bandas delincuenciales asociadas en partidos políticos, sonrisas cínicas matizando los ojos lujuriosos de poder de los saqueadores de este país, y como noticia de última hora, el triunfo de las viejas estructuras militares como premio de consuelo entre la cesta de basura que conformaban las opciones para dirigir los destinos de esta Guatemala.

Se puso de pie, recogió cada uno de los medios escritos, los llevó a una caja de cartón para desecharlos, caminó hacia la puerta de su casa, abrió, respiró profundo y dejó que sus pasos tomaran rumbo, mientras silbaba una tonada pensaba que un pueblo que deja morir sus sueños por olvidar el pasado, no puede jamás hilvanar su verdadera historia y tan solo vive el hoy, que dejan sus opresores que respire a través de la amnesia que palpita en su generador de conciencia, volviéndose una ausencia epidémica de dignidad.