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Hace un año la PNC quiso llevarse a un grupo de personas entre mujeres y niños que volvían de las manifestaciones

Fotografía de Nelton Rivera

Fotografía de Nelton Rivera

Por: Nelton Rivera.

El 13 de julio 2015 miles de personas llegaron a la Plaza Central para manifestarse en contra de la corrupción en el Estado, los reclamos exigían en ese momento la renuncia y cárcel para Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti Elías (presidente y vice presidenta).

Las doce comunidades maya Kaqchikel de San Juan Sacatepéquez llegaron ese día a la Plaza durante esa jornada, también exigían el cese de la construcción del Anillo Regional y de la planta cementera San Gabriel.

En un operativo irregular agentes de la PNC y agentes de civil interceptaron uno de dos buses que trasladaban a las personas de San Juan Sacatepéquez cuando regresaban de la zona 1 a sus comunidades por la noche.

Los agentes intentaron ingresar al bus, en la sección del Peladero de El Periódico se publicó que este grupo de la PNC pertenece a un estructura criminal encargada del secuestro y luego asesinato de líderes comunitarios de San Juan Sacatepéquez, ese era su objetivo la noche del 13 de julio del 2015.

Varias mujeres sanjuaneras comenzaron a llamar por celular a diversas personas, la alarma se corrió inmediatamente, sobre el Anillo Periférico una unidad extra urbana permanecía retenida por agentes de la PNC, al lugar también llegaron fuerzas especiales anti disturbios.

Pasadas las 19 horas los estudiantes universitarios, la gente que estaba aún en la Plaza llegaron a resguardar a las personas que permanecían dentro del bus, la gente de las colonias «4 de Febrero», «La Bethania» y otras salieron de inmediato y formaron una cadena humana alrededor de la población retenida.

Los vecinos comenzaron a llegar con comita, atol, agua y panes para las familias retenidas, comenzaron a sonar los pitos y las vuvuzelas sobre el Anillo Periférico, varias mujeres llegaron con pañales para los bebes dentro del bus.

Una hora había transcurrido cuando avisaron desde San Juan Sacatepéquez que las comunidades salieron a buscar a quienes habían sido secuestrados en el Anillo Periférico, así fue.

Minutos mas tarde comenzaron a llegar otros buses desde las comunidades, una multitud había superado ya a las fuerzas policiales unos 200 agentes en el lugar.

De pronto uno de los oficiales de las FEPS daba orientación de cómo romperían el cerco humano, que tipo de gas usar, quienes debían tomar el control de la puerta de acceso del bus . La PNC estaba estaba lista para ingresar al bus y desalojar por la fuerza a quienes formaban una cadena humana frente a este.

Uno a uno fueron llegando los buses, las autoridades comunitarias de San Juan Sacatepequez llegaron con sus bastones de autoridad.

Los jóvenes ya tenían sus rostros cubiertos y en sus miradas brillaba la indignación de una agresión más recibida.

La mediación de distintas personas no daba resultado, había quedado al descubierto una operación irregular desde una estructura de la PNC.

Finalmente los agentes de la PNC comenzaron a retroceder, metro por metro fueron desalojados por la multitud, estudiantes, pobladores, vecinos y San Juaneros.

Texto y fotografías: Nelton Rivera.

Que sucedio ese 13 de julio:

La PNC retiene cinco horas un autobús de San Juan Sacatepequez saliendo del #13J

 

Aguacatán: el martes santo es como un día de Plaza dominical

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Por Pascual Raymundo.
Por las festividades de la Semana Mayor o Semana Santa, en el municipio de Aguacatán en Huehuetenango este martes santo fue un día de Plaza o de mercado fuera de lo normal, los domingos es cuando la mayoría de comerciantes llega a la Plaza, pero la demanda es grande y el movimiento en la Plaza también.
#AsiSeViveEnLaComunidad

Monólogo de amor por Guatemala

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Por Roberto Guillermo Medina Barrientos.

Caían las palabras como gotas de agua sobre un tejado, mojando cada espacio con sus partículas cristalinas. Repetía los verbos como sonrisas de patojo cuando se le hacen cosquillas. Los adjetivos inquietos con su dedo gramatical, poniendo acentos sobre sustantivos que pasaban del estoicismo al escándalo, ruborizándoles como manzanas en canasta de mercado.

Una conversación que jugaba a desnudar los pensamientos, transpirando emociones, que se dejaban caer convertidas en letras a través del resbaladero de la lengua.

Una mano nerviosa botaba la ceniza de un cigarrillo, que desprendía humo como locomotora entre los rieles digitales que lo sostenían. Anudando los silencios, repetía el dolor que no cabía entre la piel. Otra vez su pueblo repetía los errores acumulados en cada uno de los calendarios, que en algún momento colgaron de un clavo sumergido en las paredes de su habitación, ¡Cómo era posible que luego de permanecer por semanas, meses, manifestando su descontento ante la corrupción, coloreaba de pasado el futuro próximo de su país!, acaso las consignas ciudadanas eran efímeros partos de conciencia que fueron abortados en la premura del trabajo de parto electoral.

Y es que el recorrido de la historia matizado con sangre, dolor y discriminación, pareciera nunca haber sido escrito. La memoria histórica salida de chistera de mago desaparecía entre la nada, los tiempos de muerte y barbarie evaporándose entre el charco miope de la dignidad ciudadana.

El viento de octubre del año 2015 navegaba por sus pupilas, mientras las ráfagas de libertad y sueños de genuina democracia corría por su sangre, que aún permanecía despierta, imaginando a verdaderos estadistas que habían, al igual que muchos otros buenos guatemaltecos, intentado escribir el manual para construir un mejor país, incluyente, solidario, primaveralmente progresista, socialmente armónico, que sería a futuro la plataforma en la cual las oportunidades de vida despegarían hacia el cielo de la consumación de los sueños.

Seguía con su monólogo de conflictos, rascando su cabeza con la mano izquierda, revolviendo el cabello; y cerraba los ojos mientras un suspiro soltado en etapas lo hacía inhalar la soledad que en ese momento era su interlocutora, su confidente de los malos presagios que visualizaba para ese pedazo de tierra que había aprendido amar, por medio de la gente que diariamente encontraba la razón más poderosa para dejar hasta su propia vida, por tener un mañana con un sol de dignidad partiendo el horizonte de cada uno de sus amaneceres.

Recordaba nombres que habían mencionado sus mayores, que había leído en libros, que a través de la tradición de mantener vivo nuestro caminar por los tiempos, era un coro de pueblo cantando una oda de sentimiento patrio, Jacobo Arbenz, Juan José Arévalo, Alberto Fuentes, Oliverio Castañeda, Mario López, Alfonso Bauer, Manuel Colom, María Chinchilla, Juan Gerardi, Otto René Castillo, Roberto Obregón, Miguel Angel Asturias, Luis de Lión, Rogelia Cruz y tantos más, que podría escribirse un poema de amor hacia Guatemala con cada uno de los anhelos que palpitaron en sus corazones.

Por momentos sus ojos se humedecían, acumulaban frustraciones que se aglutinaban en gotas salinas que se deslizaban por sus mejillas abrazándose unas con otras, convirtiéndose en llanto. Y es que el ayer de sangre parecía revivir ese pasado vestido de verde con botas, caminando entre los pueblos mayas, erradicando la vida que se inflaba como tortillas entre el calor del comal de barro, provocando un vacío entre las veredas vegetales que extrañaban el caminar pacífico de su gente, oyendo cómo se transformaba en correteos de terror tratando de aferrarse a la vida, que se convertía en charcos de sangre con tierra, carne perforada con plomo, o se transformaba en fiera capturada, sometida y rediseñada para convertirse en fiera asesina de su propia cosmovisión.

Mientras encendía otro cigarrillo, volvía a leer los diarios que se apilaban en su mesa: corrupción, nepotismo, violencia, tranzas, muerte, desnutrición, prostitución, eran las palabras que recogía su vista al caminar por el camino de signos tatuados con tinta, anuncios de colores ofreciendo productos humanos despreciables con fines electoreros, bandas delincuenciales asociadas en partidos políticos, sonrisas cínicas matizando los ojos lujuriosos de poder de los saqueadores de este país, y como noticia de última hora, el triunfo de las viejas estructuras militares como premio de consuelo entre la cesta de basura que conformaban las opciones para dirigir los destinos de esta Guatemala.

Se puso de pie, recogió cada uno de los medios escritos, los llevó a una caja de cartón para desecharlos, caminó hacia la puerta de su casa, abrió, respiró profundo y dejó que sus pasos tomaran rumbo, mientras silbaba una tonada pensaba que un pueblo que deja morir sus sueños por olvidar el pasado, no puede jamás hilvanar su verdadera historia y tan solo vive el hoy, que dejan sus opresores que respire a través de la amnesia que palpita en su generador de conciencia, volviéndose una ausencia epidémica de dignidad.