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San Mateo Ixtatán: verifican el desvío de tres ríos en Ixkisis para una hidroeléctrica
Por: Nelton Rivera.
Empresas como Proyectos de Desarrollo Hídricos S.A. (PDHSA) en el municipio de San Mateo Ixtatán en el territorio norte de Huehuetenango ejemplifican las formas violentas del modelo extractivo en Guatemala, múltiples han sido las denuncias de la población por las violaciones a los derechos humanos que constantemente comente la empresa y sus operadores, además del daño a la naturaleza que provocan.
El Estado guatemalteco se desentendió de atender las demandas de las comunidades del pueblo maya Q’anjob’al y Chuj de cancelar los permisos a estas empresas, la Policía Nacional Civil (PNC) y el ejército se instalaron nuevamente en la región, dejando de lado su mandato de brindar seguridad ciudadana o para salvaguardar la frontera del país con México, contrario a esto sirven de instrumentos de control y represión contra aquellas personas que se oponen pacíficamente a la construcción de las hidroeléctricas o mineras.
Leocadio Juracan diputado de izquierda en el Congreso de la república realizó una visita de verificación de la situación de los derechos humanos en San Mateo Ixtatán, especialmente por el desvío de tres ríos que abastecen del vital líquido a las comunidades, de esa cuenta se reunieron con autoridades comunitarias y líderes.
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Visita de verificación
En los últimos cuatro años las constantes denuncias de violaciones a los derechos humanos hechas por las autoridades comunitarias en la Microregión de Ixkisis en San Mateo Ixtatán y la fuerte problemática social que se vive en las comunidades del municipio por la instalación de la empresa PDHSA motivó la visita de uno de los parlamentarios que forman parte de una comisión interparlamentaria del Congreso de la república para atender este tipo de denuncias.
Leocadio Juracan diputado por Convergencia, representantes de organizaciones sociales y algunos delegados del Ministerio de Medio Ambiente (MARN) visitaron recientemente esta región, uno de los municipios que son frontera con México a unos 116 kilómetros de la ciudad de Huehuetenango que son 3 horas y media de camino y a unas 10 horas de distancia de la ciudad capital.
El diputado llegó el día viernes 24 de junio, se reunió con los representantes de las comunidades afectadas por la instalación de la empresa PDHSA que tiene relación directa con Ecoener Hidralia Energía / Hidro Santa Cruz para realizar la construcción de los proyectos Pojom I y II.[1] Estas empresas junto a la CINCO M con el proyecto Hidro San Luis en Santa Eulalia fueron señaladas de daños ambientales y otras graves violaciones, asesinatos, amenazas, criminalización y la prisión política de varios líderes de la región.
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El desvío de los ríos
Son miles de familias de distintas comunidades en San Mateo Ixtatán que dependen de los afluentes de agua de los ríos Pojom, río Negro y río Yalwitz que abastecen del vital líquido a sus habitantes, además del uso que hacen para la agricultura de auto consumo y para el comercio de la región.
La empresa PDHSA realiza la construcción de un canal gigantesco que desvía el cauce de los tres ríos, dirigiéndolos al lugar en donde instalaran la infraestructura y maquinaria para hacer funcionar la hidroeléctrica, recientemente las comunidades denunciaron el desvío de estos ríos: San Mateo Ixtatán: los proyectos hidroeléctricos son sinónimo de violaciones a los derechos humanos
Durante el gobierno del general Otto Pérez Molina ahora en prisión por dirigir estructuras criminales, se instaló el destacamento militar en Ixkisis dentro de las instalaciones de la empresa PDHSA en el año 2013, luego a finales del año 2015 el ministerio de Gobernación instaló una segunda comisaria de la PNC en las instalaciones de la misma empresa, la población entiende que estas son acciones para proteger los intereses y capitales de estas empresas.
Varios funcionarios del MARN pudieron verificar el desvío del cauce de los tres ríos en la región, también realizaron una visita del lado mejicano porque el desvío pone en riesgo a las comunidades que están ubicadas en territorio de México.
“Según el ministro del Medio Ambiente, el impacto provocado por esta empresa es nacional y transfronteriza, razón, por la que estuvieron presentes representantes de las colonias mexicanas de Benito Juárez y San Pedro, para llevar un proceso legal sobre este gran problema.”[2]
En distintos momentos los líderes comunitarios demandaron al Estado que interviniera para encontrar una salida a la problemática social, en 2013 formaron parte de la delegación que integro el Gobierno Plurinacional durante la instalación de una mesa de acercamiento con el gobierno de Otto Pérez Molina, en ese momento se alcanzaron varios acuerdos que no fueron respetados por las empresas y por las instituciones del Estado.
La Procuraduría de los Derechos Humanos PDH, se retiró de la región, dejando desatendida la observación en todo el territorio norte de Huehuetenango, muchas de las denuncias de la población no son recibidas, otras permanecen estancadas en las fiscalías en el Ministerio Publico, mientras todo esto ocurre bajo la mirada de la PNC y del ejército, instituciones que han participado en distintos momentos para realizar detenciones arbitrarias o para ejecutar varias órdenes de allanamiento.
Los trabajos realizados por la empresa como la remoción de la tierra y el desvío de estos tres ríos se realizan sin la supervisión del Estado, hasta el año 2015 la empresa no había logrado obtener los permisos municipales para trabajar, especialmente por la oposición del alcalde municipal quien respeto la decisión de las autoridades comunitarias y la Consulta Comunitaria realizada en al año 2009: Pojom, la historia de una agresión: la consulta comunitaria
[1] El caso de la empresa Ecoener – Hidralia en el norte de Guatemala. Alianza por la tierra. http://www.alianzaporlasolidaridad.org/wp-content/uploads/Informe-Hidralia.pdf
[2] Noti Pojom Official. AUTORIDADES VISITAN IXQUISIS POR EL DESVÍO DE TRES RÍOS. 25 de junio 2016. https://www.facebook.com/notipojom.org.np/
Monólogo de amor por Guatemala
Por Roberto Guillermo Medina Barrientos.
Caían las palabras como gotas de agua sobre un tejado, mojando cada espacio con sus partículas cristalinas. Repetía los verbos como sonrisas de patojo cuando se le hacen cosquillas. Los adjetivos inquietos con su dedo gramatical, poniendo acentos sobre sustantivos que pasaban del estoicismo al escándalo, ruborizándoles como manzanas en canasta de mercado.
Una conversación que jugaba a desnudar los pensamientos, transpirando emociones, que se dejaban caer convertidas en letras a través del resbaladero de la lengua.
Una mano nerviosa botaba la ceniza de un cigarrillo, que desprendía humo como locomotora entre los rieles digitales que lo sostenían. Anudando los silencios, repetía el dolor que no cabía entre la piel. Otra vez su pueblo repetía los errores acumulados en cada uno de los calendarios, que en algún momento colgaron de un clavo sumergido en las paredes de su habitación, ¡Cómo era posible que luego de permanecer por semanas, meses, manifestando su descontento ante la corrupción, coloreaba de pasado el futuro próximo de su país!, acaso las consignas ciudadanas eran efímeros partos de conciencia que fueron abortados en la premura del trabajo de parto electoral.
Y es que el recorrido de la historia matizado con sangre, dolor y discriminación, pareciera nunca haber sido escrito. La memoria histórica salida de chistera de mago desaparecía entre la nada, los tiempos de muerte y barbarie evaporándose entre el charco miope de la dignidad ciudadana.
El viento de octubre del año 2015 navegaba por sus pupilas, mientras las ráfagas de libertad y sueños de genuina democracia corría por su sangre, que aún permanecía despierta, imaginando a verdaderos estadistas que habían, al igual que muchos otros buenos guatemaltecos, intentado escribir el manual para construir un mejor país, incluyente, solidario, primaveralmente progresista, socialmente armónico, que sería a futuro la plataforma en la cual las oportunidades de vida despegarían hacia el cielo de la consumación de los sueños.
Seguía con su monólogo de conflictos, rascando su cabeza con la mano izquierda, revolviendo el cabello; y cerraba los ojos mientras un suspiro soltado en etapas lo hacía inhalar la soledad que en ese momento era su interlocutora, su confidente de los malos presagios que visualizaba para ese pedazo de tierra que había aprendido amar, por medio de la gente que diariamente encontraba la razón más poderosa para dejar hasta su propia vida, por tener un mañana con un sol de dignidad partiendo el horizonte de cada uno de sus amaneceres.
Recordaba nombres que habían mencionado sus mayores, que había leído en libros, que a través de la tradición de mantener vivo nuestro caminar por los tiempos, era un coro de pueblo cantando una oda de sentimiento patrio, Jacobo Arbenz, Juan José Arévalo, Alberto Fuentes, Oliverio Castañeda, Mario López, Alfonso Bauer, Manuel Colom, María Chinchilla, Juan Gerardi, Otto René Castillo, Roberto Obregón, Miguel Angel Asturias, Luis de Lión, Rogelia Cruz y tantos más, que podría escribirse un poema de amor hacia Guatemala con cada uno de los anhelos que palpitaron en sus corazones.
Por momentos sus ojos se humedecían, acumulaban frustraciones que se aglutinaban en gotas salinas que se deslizaban por sus mejillas abrazándose unas con otras, convirtiéndose en llanto. Y es que el ayer de sangre parecía revivir ese pasado vestido de verde con botas, caminando entre los pueblos mayas, erradicando la vida que se inflaba como tortillas entre el calor del comal de barro, provocando un vacío entre las veredas vegetales que extrañaban el caminar pacífico de su gente, oyendo cómo se transformaba en correteos de terror tratando de aferrarse a la vida, que se convertía en charcos de sangre con tierra, carne perforada con plomo, o se transformaba en fiera capturada, sometida y rediseñada para convertirse en fiera asesina de su propia cosmovisión.
Mientras encendía otro cigarrillo, volvía a leer los diarios que se apilaban en su mesa: corrupción, nepotismo, violencia, tranzas, muerte, desnutrición, prostitución, eran las palabras que recogía su vista al caminar por el camino de signos tatuados con tinta, anuncios de colores ofreciendo productos humanos despreciables con fines electoreros, bandas delincuenciales asociadas en partidos políticos, sonrisas cínicas matizando los ojos lujuriosos de poder de los saqueadores de este país, y como noticia de última hora, el triunfo de las viejas estructuras militares como premio de consuelo entre la cesta de basura que conformaban las opciones para dirigir los destinos de esta Guatemala.
Se puso de pie, recogió cada uno de los medios escritos, los llevó a una caja de cartón para desecharlos, caminó hacia la puerta de su casa, abrió, respiró profundo y dejó que sus pasos tomaran rumbo, mientras silbaba una tonada pensaba que un pueblo que deja morir sus sueños por olvidar el pasado, no puede jamás hilvanar su verdadera historia y tan solo vive el hoy, que dejan sus opresores que respire a través de la amnesia que palpita en su generador de conciencia, volviéndose una ausencia epidémica de dignidad.