En San Juan Comalapa, el entierro tuvo el caracter de un reconocimiento y un abrazo imperecedero.
Por Sergio Váldes.

Los murales de Comalapa recuerdan epidsodios trágicos de la historia.

La poblacion nombra a sus victimas y exige resarcimiento.

En la iglesia de la Virgen de Dolores, el padre que oficia la misa es el hermano menor de Juan Tuyuc.

El cortejo fúnebre alcanza el umbral del cementerio.

Rosalina Tuyuc se prepara para dar un emotivo discurso de agradecimiento por las muestras de solidaridad y exige esclarecer los hechos.

Una mujer abraza el símbolo de su tributo a una trayectoria ejemplar.

La población escucha la biografía de Juan, en la voz de una de sus hijas.

Un viejo compañero de trabajo y lucha busca la manera de fijar una última imagen para su recuerdo.

En el cielo de Comala, por arriba del cementerio, se produce el inquietante discurso de la luz.