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Día cinco del debate oral contra las autoridades comunitarias del norte de Huehuetenango

Por: Nelton Rivera.

Este martes 12 de julio 2016 se realizó la quinta jornada durante el Debate Oral y Público que se abrió en contra de siete autoridades comunitarias y ancestrales del norte de Huehuetenango.

Estas siete personas: Rigoberto Juárez Mateo, Domingo Baltazar, Adalberto Villatoro, Ermitaño López, Mynor López, Arturo Pablo y  Francisco Juan Pedro fueron acusados por varias empresas que pretenden instalar varios proyectos de hidroeléctricas en el departamento, algunas de estas también podrían estar preparando condiciones para extracción de minerales como el caso de Hidro Santa Cruz con el proyecto Qanbalam.

Durante toda la mañana rindió su testimonio el fiscal del MP, el señor René Maldonado Maldonado, en su declaración acuso de forma insistente a las autoridades comunitarias, califico de violentos a la comunidad Q’anojb’al de Santa Eulalia y otros municipios, acusándolos de haber rodeado el CAJ muchas personas, con armas como machetes, palos, piedras y galones de combustible; con el objetivo de asesinar a todos los trabajadores del CAJ, específicamente a él. “La consigna que llevaban era que debía de correr sangre” refirió el fiscal.

René Maldonado cuando comenzó la interpelación de los abogados defensores de las siete autoridades comunitarias comenzó a contradecirse con su propia versión de lo ocurrido en el CAJ en enero del 2014, cuando modificó el expediente agregando el delito de plagio o secuestro en esa audiencia.

La acusación de los testigos del MP, la mayoría trabajadores del Organismo Judicial, Bufete Popular, Ministerio Publico y Policía Nacional Civil en el CAJ de Santa Eulalia se ha ido desvaneciendo con las contradicciones de los mismos testigos del MP, las pruebas presentadas testimoniales y documentales por parte de la defensa.

Durante la tarde se presentó el abogado Pedro Rubel Toledo, propuesto por la defensa de las autoridades comunitarias, Pedro Rubel es uno de varios abogados que intervinieron en la defensa de dos jóvenes de Pojom detenidos de forma arbitraria el 19 de enero del 2015. Pedro Toledo fue criminalizado por ejercer la defensa de los opositores a otra hidroeléctrica en Pojom, fue detenido en la ciudad de Huehuetenango. La nota Huehuetenango: detenido el abogado Pedro Rubel Ovidio Toledo y Toledo por defender a líderes comunitarios explica cómo fue su detención.

Pedro Rubel es un ejemplo claro de cómo la justicia en Huehuetenango pareciera tener fuertes vínculos con las empresas extractivas, Santa Eulalia: Abogado Q’anjob’al Pedro Toledo regresa a su territorio se explica cómo finalmente el juez Miguel Ángel Gálvez presidente del Tribunal de Mayor Riesgo B ordeno el cierre de la persecución penal en su contra.

David Diego Marcos periodista comunitario y miembro de la radio comunitaria Snuq’ Jolom Konob’ también se presento ante el tribunal para atestiguar a traves de su trabajo cuando durante la cobertura de la reunión entre autoridades comunitarias del Gobierno Plurinacional con el director del CAJ Pascual Tiu Zapeta, el corresponsal grabo un video que documento como se realizo la reunión entre autoridades y el director del CAJ el dia 19 de enero del 2015, este material audiovisual como prueba desmintió la acusación del MP al afirmar que al director del CAJ se le había agredido, amenazado y golpeado durante las horas que permaneció en el interior del centro.

Son tres las causas penales existentes, pero el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo A presidido por la juez Yassmin Barrios decidió conexar los tres procesos por los que están siendo procesados las autoridades comunitarias y reunirlos a todos en un mismo debate oral y publico.

  1. Año 2013: la empresa española Hidro Santa Cruz / Ecoener Hidralia Energía acuso a Adalberto Villatoro, Arturo Pablo, Mynor López y a Francisco Juan Pedro de haber secuestrado, coaccionado y amenazado a 11 trabajadores de la hidroeléctrica en el lugar conocido como Poza Verde, Barillas cercano al ingreso del terreno de la empresa.

Francisco Juan Pedro no estuvo en ese lugar, el 22 de abril 2013, cuando las autoridades mediaron para que se retiraran los trabajadores de la empresa que habían instigado a la población de las comunidades que permanece en un plantón permanente.

  1. Año 2014: el Ministerio Público inicio un proceso penal en contra de Ermitaño López Reyes acusándolo de haber “retenido” a los trabajadores del CAJ de Santa Eulalia el día 23 de enero 2014, cuando al celebrarse una audiencia por el caso de la hidroeléctrica en Barillas el fiscal del MP, René Maldonado Maldonado modificó la acusación del expediente de las autoridades comunitarias, en un procedimiento que muchos consideran ilegal pide sean detenidos por Plagio o Secuestro, delito que no existían en el expediente.

Esa misma tarde se realizó una segunda audiencia a través de la cual un juez de Santa Eulalia ordeno que las autoridades no fueran detenidos de forma preventiva como intentaba el fiscal del MP horas antes.

  1. Año 2015: por varias órdenes emitidas por un juez de Santa Eulalia las fuerzas de seguridad en la madrugada del 19 de enero, ingresaron violentamente en las comunidades de Pojom en San Mateo Ixtatán, deteniendo a dos jóvenes y trasladándolos de forma arbitraria por helicóptero hasta la comisaria 431 de Huehuetenango, las comunidades sin saber el paradero de los dos jóvenes fueron al CAJ en Santa Eulalia lugar natural al que debieron los fiscales del MP y agentes de la PNC trasladar a los dos hermanos detenidos en Pojom.

La tercera acusación hecha por los funcionarios del CAJ se centra en Rigoberto Juárez Mateo, Ermitaño López y Domingo Baltazar, este último nunca estuvo en el CAJ por un accidente sufrido trabajando la tierra.

El MP los acusa de haber “retenido” a todos los trabajadores del CAJ considerándolo el delito de Plagio o Secuestro.

Nebaj: se reanudó el juicio por genocidio contra Efraín Ríos Montt  

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Por:  Manu Cencetti.

Muchas luciérnagas siguen alumbrando las noches de Nebaj. Noches y madrugadas que acaban de pasar, cargadas de espera, inquietud, emociones y mucho valor.

 Va terminando una semana histórica para el pueblo ixil que vio, a partir del 18 de abril 2016, la llegada a Nebaj del Tribunal B de Mayor Riesgo para dar seguimiento al juicio por genocidio: juicio que realmente ya se cumplió el 10 de mayo 2013 y que ya demostró que sí hubo genocidio, con una sentencia de condena contra el ex general golpista Efraín Ríos Montt, a 80 años de cárcel. Diez días después de aquella sentencia tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad anularon una parte del mismo juicio a través de una resolución de muy dudosa legalidad.

A partir de ese entonces fueron varios los intentos de estancar definitivamente el juicio y garantizar así una vez más la impunidad para todos los altos mandos militares que en la década de los 80 planificaron y ejecutaron las políticas genocidas de estado contra la población civil en diferentes departamentos del país.

El 16 de mazo 2016, en Ciudad de Guatemala, se logró reiniciar el juicio por genocidio maya ixil contra el ex general Efraín Ríos Montt – declarado incapacitado por un peritaje del INACIF por sufrir demencia vascular irreversible – y contra el ex jefe de la inteligencia militar, José Mauricio Rodríguez Sánchez, que en el primer juicio del 2013 quedó absuelto. El ex general ya no puede presenciar las audiencias y el juicio se está dando a puertas cerradas por lo que ni prensa ni público pueden asistir a las audiencias.

Hace pocos días el Tribunal B de Mayor Riesgo – presidido por la jueza María Eugenia Castellanos – dio a conocer la decisión de trasladarse en Nebaj para escuchar las declaraciones de los primeros 15 testigos y testigas, ixiles y quichés, originarias de diferentes comunidades, aldeas y caseríos, sobrevivientes de los planes genocidas ejecutados entre 1982 y 1983 en la región ixil. En particular hombres y mujeres ya muy mayores o en algunos casos enfermos, que no hubieran podido viajar hasta la capital para testificar o para los cuales el traslado hubiera supuesto un esfuerzo demasiado desgastante.

El caso se concentra en particular sobre el asesinato de 1771 personas, entre ellos hombres, mujeres, niños y niñas, masacrados en la aldea de Chel y en otras comunidades y caseríos de los tres municipio de Nebaj, Chajul y Cotzal.

Por parte de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos del Ministerio Público –MP-, estuvieron presentes las fiscales Paula Herrarte e Hilda Pineda. La Asociación por la Justicia y la Reconciliación (AJR) y el Centro por la Acción Legal de Derechos Humanos (CALDH) son los querellantes adhesivos y coordinan las declaraciones de lo demás 110 testigos y testigas que todavía tienen que declarar en las próximas semanas en la capital.

La preparación de los días del juicio en Nebaj ha sido muy intensa y ha visto el involucramiento de muchas organizaciones locales de la región y otros grupos y colectivos que decidieron apoyar la coordinación de todas las actividades paralelas a las sesiones del juicio.

Para acompañar y transmitir fuerza y valor a los testigos y testigas y a sus familiares, que una vez más volvieron a declarar y a recordar hechos muy trágicos y extremadamente dolorosos, se eligió un tramo de la calle principal del pueblo, a pocos metros del MP, como espacio público colectivo donde realizar el evento y reunir a todas las familias y personas individuales que iban a manifestar su apoyo en los tres días del juicio.

La noche del lunes, antes del primer día de sesión, se realizó una gran ceremonia en el parque central de Nebaj con tres mujeres guías espirituales (Aj’q’iq) en el día 9 I’x y fueron recordadas las mujeres, niñas y ancianas que murieron en el conflicto. También en este caso muchos jóvenes, muchas mujeres de diferentes generaciones, familias con hijos muy pequeños, se acercaron y quisieron participar a un momento tan fuerte para la historia de estos territorios y la vida del pueblo ixil. Ana Láynez, guía espiritual ixil, explicó las razones de una ceremonia tan importante y los diferentes momentos rituales. Se explicaron además las energías de los veinte días del calendario en relación a los hechos pasados, a la situación presente, a la necesidad de seguir luchando para exigir justicia.

La participación a todas las actividades – desde el lunes hasta el jueves – fue masiva. Todos los días el espacio público en la calle principal del pueblo, donde se cortó el paso a todo tipo de vehículos, se llenaba de familiares de los testigos, de sobrevivientes de las prácticas genocidas, de integrantes de organizaciones históricas del área, de personas individuales o familias que se acercaron compartiendo este momento extremadamente intenso a nivel personal, familiar y comunitario. Llegaron muchas personas de aldeas y caseríos muy retirados, que tardaron varias horas para llegar hasta la cabecera municipal de Nebaj.

Muy amplia y animada la presencia de mujeres ancianas con flores y cruces que se hicieron presentes con sus seres queridos que perdieron la vida en su mayoría entre 1982 y 1983. Llegaron personas de los tres municipios –Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal – en donde se dieron la mayoría de las masacres de la región ixil, más de 90 según el Informe de la Recuperación por la Memoria Histórica –REMHI-, y donde quedan aún por encontrarse muchas fosas clandestinas.

Las tres mañanas se abrieron con una invocación espiritual gracias a las guías ixiles que estuvieron siempre presentes.

Una presencia muy importante fue la de jóvenes de institutos o escuelas de todos los niveles que se acercaron para escuchar las palabras de los y las sobrevivientes durante los tres días, así como las canciones de lucha y resistencia en las montañas, las palabras de muchas mujeres y lideresas, que son parte de las diferentes organizaciones del área y que aportaron desde sus vivencias y experiencias personales.

Hubo todas las mañanas sesiones de batucada ixil para empezar las actividades y también dos actuaciones teatrales de ‘Piccoletta’, muchas dinámicas con las personas presentes, debates, y una exposición callejera de fotos sobre los procesos de exhumaciones en diferentes comunidades: acciones e imágenes que también atrajeron por su fuerza muchas personas, jóvenes, niños. El trabajo de coordinación entre organizaciones locales y las iniciativas de personas individuales fue imprescindible para construir conjuntamente un espacio cálido y amable de vida común, de sentir común, entre emociones compartidas, lágrimas, risas, canciones, palabras, miradas y muchos abrazos.

Al otro lado del MP, al otro lado de esta amplia, tierna y muy firme presencia, se agruparon personas de la zona movilizadas por La Asociación de Veteranos Militares de Guatemala –AVEMILGUA- y por ex-PAC (Patrullas de Autodefensa Civil) que durante los tres días se quedaron gritando, por la mayoría del tiempo, insultos contra los y las querellantes del juicio, contra los jueces y MP, negando a cada rato el delito de genocidio.

La presencia de ex coroneles  y de ex comandantes de las PAC se hizo sentir ya a partir del domingo anterior a la reanudación del juicio. Hubo una actividad en el salón municipal organizada por ex militares y cientos de volantes fueron distribuidos en el pueblo (pagando a los niños que lustran zapatos en el parque central) donde se afirmaba nuevamente la negación del delito de genocidio y la inocencia de todos los militares.

No faltaron por supuesto las acusaciones e insultos hacia las y los  observadores extranjeros que estuvieron presentes toda la semana en el pueblo, responsables – según ellos – de fomentar nuevamente conflictos y polarizaciones en el País.

Muy evidente fue también la presencia de más de 200 los agentes de la PNC, antimotines y cuerpos especiales enviados de diferentes departamentos del país para la seguridad de los funcionarios públicos durante los días del juicio. Presencia que no pasó desapercibida por parte de la población local en un municipio y en un territorio ya fuertemente controlado y militarizado para proteger los intereses de muchas empresas nacionales y extranjeras que utilizan fuerzas de seguridad públicas y privadas para controlar a la población y seguir con prácticas sistemáticas de despojo y colonización interna finalizadas a la explotación de montañas, ríos, arboles.

A lo interno de la sala de Juzgado de Primera Instancia los y las testigas, en su mayoría mujeres, entraron a declarar. Se recordó nuevamente lo vivido. Se volvió a nombrar el terror, a describir las acciones del ejército en el mismo lugar donde miles de personas perdieron la vida, sufrieron desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual, desplazamiento forzoso, concentración de población en aldeas modelos.

Al final de los tres días de audiencias testificaron 13 de los 15 testigos previstos – dos no declararon porque estaban demasiado enfermos – y algunos de ellos se sintieron muy mal al final de las declaraciones y vivieron momentos muy dolorosos. Volver a nombrar los mecanismos de la violencia en la misma tierra donde se ha nacido, donde quedan por encontrarse tantos seres queridos, tantas fosas clandestinas, dejó consecuencias importantes entre los presentes al juicio. Pero también contribuyó a que muchos de los sobrevivientes encontraran un espacio colectivo, transversal a las tantas organizaciones que desde hace años trabajan para la justicia y la memoria histórica en el país, para dignificar a sus muertos, celebrar la vida, y recordar que si aún falta camino por andar, el pueblo Ixil está dispuesto a caminar para lograrlo.

«Los tres días de juicio en estas tierras terminaron. Y el juicio va a seguir en la capital. Tres noches casi sin dormir. Tres días de sol, de calor, de ojos enormes, de rostros tensos, de encuentros, de reencuentros, de abrazos y de recuerdos. Tres días de lucha, tres días de duelo. Tres días, entre miles de días, nombrando la verdad, buscando nuestra justicia que quizás nunca va a caber en las aulas de tribunales. Tres días de dignidad, tres días de ritmos y música, tres días de valor, inquietud, lágrimas y alegrías. Tres días de memoria. Tres días de verdad para el mundo.

Sigue latiendo nuestro corazón Ixil. La verdad y las luchas siguen floreciendo en estas montañas desde hace mucho tiempo.»

Panzós: “todos los que estuvimos detenidos en Tinajas estábamos gestionando las tierras, por eso nos tenían ahí”

Don Mateo Rax

Por: Nelton Rivera.

En la década de los ochenta Don Mateo Rax junto a las familias de la Aldea San Lucas en Panzós decidieron organizarse y tramitar la titulación de la propiedad de las tierras en las que vivían, los finqueros de Alta Verapaz sintieron amenazados sus intereses y fueron a denunciarlos a la Zona Naval y Militar No. 6 de Puerto Barrios Izabal y la base militar No. 21 de Cobán Alta Verapaz; los finqueros afirmaron que los indígenas q’eqchi formaban parte de la guerrilla. 

De esa cuenta en 1982 llegó el ejército a Panzós y a Sepur Zarco en El Estor, inmediatamente comenzaron las detenciones arbitrarias y la desaparición de los hombres, luego la violación y esclavitud sexual de las mujeres, quemaron las casas, robaron las pertenencias,  y finalmente hicieron el despojo de la tierra. Don Mateo es uno de los sobrevivientes de la represión y 34 años después junto a las mujeres de Sepur Zarco buscan la justicia.

«Todos los que estuvimos detenidos en Tinajas estábamos gestionando las tierras, por eso nos tenían ahí. Los militares nos decían que las tierras les pertenecían a ellos”

El día miércoles 3 de febrero 2016 don Mateo Rax fue el tercero de los testigos que se presentaron ante los tres jueces en el Tribunal de Mayor Riesgo A, don Mateo viajó desde el departamento de Alta Verapaz para declarar en el juicio del caso de Sepur Zarco, quiere dar su testimonio y que se sepa la verdad de todo lo ocurrido en su comunidad durante la guerra a partir del año 1982, todo lo que él vivió, todo lo que sus ojos vieron, una historia vivida en carne propia que ha llevado guardada durante treinta y cuatro años de su vida.

Un agente del Organismo Judicial con su uniforme azul custodia una puerta de madera en el lado derecho de la sala, cuando don Mateo fue llamado por la juez Yassmin Barrios en pocos segundos se abrió la puerta, él hizo su ingreso a esa sala, dió unos pocos pasos hasta el lugar en donde debía sentarse, llegó con un pantalón negro, sus botas también eran de ese color y su camisa combinaba con el pantalón y con las botas, así llego finalmente el momento de encontrase con la justicia, comenzó con su testimonio, tres décadas esperó para que los acusados y todos en la sala lo escucharan contar su verdad.

Don Mateo es maya Q’eqchí, es agricultor y nació en el municipio de Panzós Alta Verapaz, vivía en la Aldea de San Lucas de este municipio para el año de 1982, fue en ese mismo año que recuerda cuando llegaron por primera vez los militares, a partir de ese momento todo cambió radicalmente.

El municipio cuenta con nueve microrregiones, San Lucas es la cuarta de estas, Panzós significa en idioma Q’eqchi “dentro de verdosas aguas”, porque está rodeado por los afluentes del río Polochic que desemboca en el Caribe sobre el océano Atlántico.

Don Mateo junto a su familia migró para la Aldea San Lucas, son descendientes de mozos colonos de las fincas de café de la región, al igual que muchas familias Q’eqchis en los años ochenta se organizaron en el comité Pro Tierra, juntos comenzaron a gestionaron la legalización de la propiedad de las tierras en donde estaban asentadas sus comunidades y aldeas, esta gestión se realizó directamente al Instituto de Transformación Agraria -INTA- creado desde 1962 para implementar en todo el país la ley de transformación agraria durante el gobierno de Miguel Ydígoras Fuentes.

Para el año de 1982 fue nombrado por la población de su comunidad como Mayor de San Lucas Panzós, por eso tuvo que representarlos en muchas gestiones, recuerda que para movilizarse hacia la cabecera del municipio había que caminar muchísimo, no tenían carreteras, ni transporte, solamente los carretones que jalaban los tractores de las fincas lograban llegar hasta las aldeas, en uno de esos viajes comenzó a ver varios los retenes militares, algo que no era normal, además algunos soldados llevaban listados, él recuerda “revisaban nuestra identidad” los soldados con la lista en mano, en ese momento comenzaron las dudas del porque de los soldados ahí, y del porque de los listados con ellos.

Luego de presenciar los retenes, regresó a su comunidad, ya de vuelta en su casa, la cotidianidad lo absorbió de nuevo, un día domingo mientras él y otras personas estaban en la iglesia apareció el ejército en la comunidad sin previo aviso.

“Después del culto los soldados llegaron, venían bajando de otra de las comunidades de arriba y a todos nos pidieron que mostráramos las cédulas de identidad. Vieron el listado, compararon nuestros nombres con las listas y ninguno estaba.”

“Con los militares venía un hombre que señalaba a las personas, así las fueron sacando del grupo. Ese día cuatro hombres de la comunidad fuimos señalados, los soldados nos amarraron de nuestras manos y nos llevaron a otra comunidad en Tinajas.”

Don Mateo explicó al tribunal que los soldados los llevaron sin decirles nada, sin darles explicación del porque los habían sacado amarrados de la comunidad, al llegar al destacamento los amarraron a un poste, “nos trataban como si fuéramos cerdos” en esa Tinajas que era parte de una funca, el finquero había prestado su tierra para que el ejército estableciera ahí un destacamento militar.

Una y otra vez, don Mateo pensaba en la razón por el cual estaban en esas condiciones, no tardó mucho en darse cuenta que la detención era por el conflicto de las tierras, esas tierras que también querrian los finqueros, las horas pasaron y los soldados simplemente no les dijeron nada.

“Santiago logró desamarrarse y huir”, recuerda don Mateo. Durante tres días y cuatro noches estuvo secuestrado dentro del destacamento militar en Tinajas, “en mi caso yo también pude salir y salvarme de los militares, fue a la cuarta noche que me pude salir…”

Como fue la tortura dentro del destacamento

«Yo vi como a una persona le cortaban las orejas, a otra el cuello y otra la lengua. Eran muchos los soldados que participaban, incluso hacían fila para golpearnos, también a las mujeres que llevaron las violaban.»

Don Mateo explicó que mientras lo tuvieron amarrado a un poste en el interior del destacamento pudo ver como llevaron a otro señor también q’eqchi, narró como ahí mismo lo golpearon los soldados con sus armas hasta matarlo. Los militares los torturaban, una y otra vez les preguntaban por un campamento que nunca conocieron, fue testigo de cómo a otros detenidos les cortaban las orejas… “Yo insistí que no conocía eso… que no sabía de ese campamento que ellos querían.”

«…Todo esto lo hacían para que dijéramos que nosotros éramos los jefes guerrilleros pero los únicos extraños en la comunidad eran solo ellos, nunca vimos a un solo guerrillero.»

Recuerda que fueron los militares los que llevaron la muerte a la región, estando en cautiverio pudo darse cuenta que los oficiales hicieron una llamada a través de un equipo de comunicación que ellos mismos llevaron, él tuvo la percepción que hablaban con alguien de la presidencia, escucho cuando desde la capital dieron la orden de matarlos.

Intenta hacer memoria de los otros vecinos detenidos con él, dos de ellos se llamaban Santiago y Ricardo Tiu era el tercero, a todos los llevaron a Tinajas, nunca les explicaron el motivo del porque los detuvieron.

«Nos mantuvieron amarrados de pies y manos, hablaban con el teniente poniéndose de acuerdo para que no saliera ninguno de nosotros vivos, Ríos Montt era el presidente, lo llamaron y él les ordenó que tenían que hacer con nosotros. Así fue como me di cuenta de lo que querían hacernos.»

Don Mateo comprendía el idioma castellano, al escuchar la orden del alto mando supo que en ese preciso momento el teniente del destacamento había recibido la orden de que los mataran a las 3 de la mañana, en ese instante se llenó de un sentimiento de tristeza porque sabía que los iban a matar.

Su comprensión del castellano le permitió entender parte de conversación en el cuarto vecino, lo único que separaba a los hombres que estaban siendo torturados con el cuarto de mando del destacamento era una pared de tablas de madera de 1 pulgada de grosor, entre tabla y tabla siempre había espacios vacíos que permitían que los gritos de terror de un lado se escucharan en el otro.

Al otro lado el oficial con un grupo de soldados sentían mucha emoción, la llamada afirmó don Mateo era desde la capital, la voz de quien daba las órdenes era la del presidente de aquel entonces, el general Efraín Ríos Montt, su voz se escuchaba con fuerza, y por si fuera poco el volumen del aparato estaba en lo más alto. Los soldados se pusieron contentos al escuchar a Ríos Montt hablándoles y dándoles órdenes.

«Estuve detenido 3 días y 4 noches en Tinajas. Habían 100 soldados aproximadamente, un grupo estaba fuera deteniendo a más personas en las comunidades, otro grupo subía a la montaña para perseguir a las personas que allá se refugiaban.”

En Tinajas hubo mucha gente que la llevaron obligada, ahí mismo la mataron los militares en ese lugar, sus cuerpos allí se quedaron. El ejército convirtió una casa sencilla en un destacamento militar y este en un centro de tortura.

«…a Ricardo Tiu lo mataron esa madrugada que yo logre huir… esa era la orden, habían muchas personas de las otras comunidades, de mi comunidad ejecutaron por lo menos a 20 personas más.»

Estando en el destacamento les dijeron que a ellos alguien de la comunidad los había denunciado y que ahí en Tinajas lo tenían, pero fue el señor Ricardo Coc quien era un jornalero la persona que con uniforme militar los señalo en la comunidad el día que los detuvieron, incluso le colgaron un fusil para que pareciera soldado.

Pero estaban también los judiciales, estos vestían siempre de civil y la forma de reconocerlos fue cuando la gente comenzó a contar que ellos se llevaban a la gente de las comunidades a escondidas, sin saber el papel de estos varias veces se los encontró en los caminos.

«No supe cuántas personas mataron pero después aparecieron las fosas y la gente estaba con las manos amarradas y torturadas. A las mujeres las violaron muchas veces»

«Las mujeres que perdieron a sus esposos las violaron.”

La fuga y como sobrevivió

Don Mateo cuenta como logro escapar del destacamento a la cuarta noche: «Logre desatarme, vi a otra persona grave en una esquina del lugar en donde nos tenían, vi como lo torturaron, al huir del destacamento me refugie en el monte, solo así logre huir y sobrevivir.»

Luego de desatarse las manos y los pies, salió de la casa que usaban para torturarlos, ese lugar no tenía puerta, se la habían quitado, solamente estaba el marco en donde un día hubo una, corrió fuera del destacamento, logro llegar a la orilla del riachuelo que pasa cerca de la aldea, mientras tanto los soldados intentaron alcanzarlo, pero no lo lograron, a él no le dispararon, pero a otro de los comunitarios que también logró huir antes si lo hicieron pero no lo hirieron.

Don Mateo al llegar al riachuelo cercano salto, uso la corriente del río para escapar, adentro del agua permaneció como unos treinta minutos, la corriente lo saco rumbo al río Polochic, uno de los ríos más grandes que atraviesa todo el Valle que lleva el mismo nombre, recuerda que salió muerto de frío y que paso la madrugada debajo de un árbol de plátano.

Cuando finalmente amaneció busco los caminos no comunes, y las rutas alternas para evitar encontrarse con los soldados porque estos iban por los caminos principales y los puentes, encontrárselos habría sido su sentencia a muerte.

«Es triste recordar que a mucha gente la llevaron al destacamento de Sepur Zarco… atravesé los ríos nadando y Dios me cuido por ser una persona de bien… esto no es mentira.»

Levantando sus manos frente al tribunal don Mateo muestra que aún tiene las marcas del lazo que usaron los militares para amarrarle sus muñecas, la presión y el material lo lastimaron profundamente.

“Cuando les pedí un poco de agua para beber llenaron sus cantimploras con sus orines y eso me daban los soldados.»

Cuando logró regresar a su casa, la construcción ya no estaba, la habían quemado los miliares. Perdió sus cosechas, no pudo seguir trabajando la tierra, perdió sus animales domésticos, hasta su propio matrimonio se perdió, paso un año sin poder trabajar por los golpes y las heridas que le provocaron en el destacamento miliar, durante el día debía irse a esconder en el monte para que no lo localizara la patrulla y la gente le daba tortillas para alimentarse y así estuvo algún tiempo.

«Luego de 3 meses tuve que irme a otro lugar, llegue a la casa de mi padre en su comunidad me aceptaron y pude quedarme a vivir ahí.»

Al regresar a la comunidad supo que el ejército permaneció durante tres días cuando a el se lo llevaron a Tinajas, su suegro le confirmo que estuvieron ahí varios días y noches, también que al permanecer en la comunidad estuvieron molestando a las mujeres, y que a todas las mujeres que se llevaron a Sepur Zarco las violaron.

Esteelmer Reyes

Esteelmer Reyes Girón

Quién era «El cache Asij»

“Conocí a Asij porque permanecía ahí en la municipalidad de Panzós, era una mala persona,  si encontrabas un problema con él te iba a ir muy mal.”

«Canche Asij” fue el apodo con el que se conoció en la región de Panzós Alta Verapaz al comisionado militar Heriberto Valdés Asij, era policía municipal, era una persona violenta, enojada, trabajó por muchos años en la municipalidad, y también era el comisionado militar… «esta persona acompañaba a los militares la mayor parte del tiempo desde 1982, les mostraba los caminos, las aldeas y señalaba a las personas, así realizo muchos viajes a las comunidades para ir a traer a la gente y nunca se les volvió a ver.»

Incluso con cada cambio de alcalde en la municipalidad el Canche Asij siempre mantuvo su plaza, el testimonio de don Mateo como el de otros testigos, especialmente el de las mujeres sobrevivientes señalan al canche Asij en muchas de las detenciones arbitrarias de los hombres, también de las mujeres cuando se quedaron solas.

Cada alcalde comunitario no recibía ningún pago por ir a hacer “el viernes”, esto significa que la autoridad comunitaria designó un día para ir con el alcalde y tratar los temas importantes, ese día debían presentarse, pero todos esos costos para ir a Panzós tenían que cubrirse con sus propio dinero, si no llegaban a la siguiente vez sabían que tenían problemas, incluso podían recibir agresiones y golpes.

“Si una persona era denunciada el canche Asij la iba a traer a patadas, del cuello lo agarraba, a patadas a golpes y cuando empezó todo esto en nuestra región, cuando todo se agravó él se puso contento cuando llegaron los soldados, es cuando detienen a un perro cazador él se ponía contento y acompañaba a los militares.”

Don Mateo recuerda que el canche Asij era un tipo de complexión grande, fuerte, lo conoció porque cuando él fue nombrado como autoridad de su comunidad iba seguido a la municipalidad de Panzós para realizar varias gestiones, por eso más de alguna vez tuvo que hablarle.

Recuerda como perdieron a su representante de la comunidad, al dirigente que comenzó con el tramite de la tierra, él salió a hacer unos trámites y fue detenido por unas personas que estaban vestidos de civil, eran judiciales porque no estaban de camuflaje, los tramites por los que había salido de la comunidad tenían que ver con la legalización de la tierra de la Aldea San Lucas, como ya pasaron tantos años no recordó el nombre del dirigente, nunca mas lo volvió a ver.

Así termino su testimonio, la juez lo despidió y el regreso por la misma puerta de madera.

***

En 1978 las comunidades en Panzós fueron testigos de cómo el ejército y los terratenientes actuaban cuando los indígenas exigían derechos, o cuando exigían el título de propiedad de sus tierras que estaban siendo despojadas por los finqueros y terratenientes locales, solamente cuatro años atrás los militares habían masacrado a cientos de comunitarios en el Parque Central de Panzós, las balas de fusil hirieron a un número grande de personas, ahí murió Adelina Caal Mamá Maquín y con el paso del tiempo los finqueros se quedaron nuevamente con sus tierras.

Treinta y cuatro años después, el teniente Reyes Girón quien comandó el destacamento militar de Sepur Zarco y el comisionado militar Heriberto Valdés Asij enfrentan un juicio por los delitos de violación y esclavitud sexual “contra 15 mujeres maya q´eqchi´, también de la desaparición forzada de más de 20 personas.”[1] A ellos se les acusa de delitos contra los deberes de humanidad, al coronel del ejército Esteelmer Reyes Girón además se le acusa de asesinato y a Heriberto Valdéz de desaparición forzada.

Heriberto Valdez Asij

Heriberto Valdéz Asij

Aguacatán: ligan a proceso a juez de Paz Lilian López Chávez por homicidio culposo

Sergio Herrera

Sergio Herrera

Por Pascual Raymundo.

«Uno de los testigos se bajó inmediatamente para auxiliarlo, es en ese momento cuando se percató que del vehículo descendió la secretaria de la jueza y segundos después Lilian Lorena López Chávez descendió también dejando parqueado su vehículo a cuatro o cinco metros del hecho, luego se encamino a los dos trabajadores de la empresa de agua pura y les pidió sus datos, “por si lo necesitara después” argumento la jueza.»

El día miércoles 19 de julio de 2013, fue un día terrible para la familia Herrera Pérez, ellos son originarios del municipio de Aguacatán en el departamento de Huehuetenango, su hijo Sergio Herrera Pérez más conocido como Chejo, un joven de 27 años fue atropellado por la jueza del municipio de Aguacatán, Lilian Lorena López Chávez, en el Km. 347.4 de la CA1 en ese departamento.

Dos repartidores de agua pura presenciaron el hecho, ambos son testigos presenciales del caso, en sus declaraciones detallaron como ocurrió el accidente aproximadamente a las 16:15 de la tarde de ese día según indico Edgar Herrera padre del fallecido. Sergio Herrera regresaba de la ciudad de Huehuetenango al municipio.

Don Edgar, explico que en el momento de lo ocurrido, él no pensó en denunciar a nadie, el golpe fue tan grande que no podía tan siquiera pensar quien era la persona responsable de la muerte de su hijo, “simplemente porque no tuve cabeza para pensar en eso, al transcurrir de unos días empecé a investigar. Se escucharon varias versiones y así di con los testigos.”

Que sucedió el 19 de julio

Los dos repartidores cooperaron en declarar ante el Ministerio Publico lo que vieron, indicaron que la señora juez quería rebasar con su vehículo a un camión pequeño al cruzar un puente que fue construido en tiempos de Ubico, este puente es completamente angosto y solamente permite el paso de un vehículo a la vez, el vehículo de la jueza rebasó en contra del a vía de frente al joven, Chejo al ver que venía otro vehículo sobre su carril frenó.

El joven no pudo controlar la moto y cayó al suelo, rodo por el asfalto, finalmente intento incorporarse pero el vehículo que venía de la jueza lo golpeó y lo arrastrado a una distancia de 5 metros aproximadamente, del impacto perdió la vida en segundos y su rostro por las heridas fue difícil reconócelo.

Uno de los testigos se bajó inmediatamente para auxiliarlo, es en ese momento cuando se percató que del vehículo descendió la secretaria de la jueza y segundos después Lilian Lorena López Chávez descendió también dejando parqueado su vehículo a cuatro o cinco metros del hecho, luego se encamino a los dos trabajadores de la empresa de agua pura y les pidió sus datos, “por si lo necesitara después” argumento la jueza.

Los dos testigos se negaron a dar esa información, minutos después se llenó de gente, pasaron los minutos y llegó la Policía Nacional Civil, los agentes comenzaron a preguntar sobre el hecho, la gente decía que fue un microbús ruletero y la juez estando en el lugar le dice a uno de los agentes que moviera su vehículo más adelante. Cuando la gente empezó a decir que “ahí viene la familia de Chejo” ella se retiró del lugar.

La versión en el Ministerio Publico –MP-

Días después de ocurrido el accidente, cuando la familia tuvo fuerzas para iniciar la denuncia ante la fiscalía, el señor Edgar Herrera se presentó en el MP de Huehuetenango, don Edgar se dio cuenta que las autoridades ya tenían conocimiento de lo ocurrido, el padre de Sergio Herrera inicio con el proceso de antejuicio en contra de la juez de Paz del municipio de Aguacatan.

El MP inicio las pesquisas, la señora juez fue llamada a declarar, en su versión ella indica “que ella no fue indica claramente, afirmó que es alguien más quien vio el accidente, dijo que solo vio que el joven salió  disparado en forma de Zig Zag cuando cayó de la moto, rodó y así fue cuando el seguramente se causó la muerte” y cuándo se le pregunto que si toco el cuerpo, respondió “no”.

Posteriormente de estas pesquisas se envió el caso al MP de la ciudad capital, se nombró al juez pesquisidor, la familia pide nuevamente que las autoridades llegaran hasta Aguacatán a investigar nuevamente los hechos.

Dentro del proceso investigaron si la jueza tenía licencia de conducir y se comprobó que no tenía licencia, una de las razones por las que ella se daría a la fuga, el hecho ocurrió el 19 de junio, la juez solicitó un permiso para ausentarse y le autorizan una nueva licencia de conducir el 29 del mismo mes.

El resultado del antejuicio fue que el juez pesquisidor dio sin lugar retirarle la inmunidad a la juez, los familiares elevaron el proceso ante la Corte Suprema de Justicia a través de una apelación de la decisión del juez pesquisidor, la CSJ analizó el caso resolvieron que existen los suficientes elementos para retirarle el derecho de antejuicio a la juez de paz de Aguacatán.

El caso volvió a estar en las manos del MP, esto se le notifico  en agosto de 2014 y el proceso lo tomó la Fiscalía de Delitos Administrativos del MP, es a partir de este momento que la familia se dio cuenta que el proceso sería complicado, por alguna extraña razón se entorpecían las audiencias programadas desde el 2014 hasta el 2015 cuando cambian de juez y también cuando se cambió de fiscal del MP, incluso podría existir la injerencia de la juez en los operadores de justicia anteriores.

Luego de suspenderse por cinco veces la audiencia de primera declaración esta se realizó el 1 de febrero, un tribunal llamó a declarar los oficiales de la PNC que estuvieron presentes en el lugar y documentaron el hecho.

Un tribunal finalmente resolvió

 
El juez que conoció la causa penal en contra Lilian Lorena López Chávez, juez de Paz de Aguacatán resolvió ligarla a proceso a por el delito de Homicidio Culposo con prisión domiciliaria desde el mes de enero 2016. Debe de firmar el libro de actas quincenalmente para dar fe que está en el municipio, se fijó un plazo de cuatro meses para que el MP finalice la investigación, deberá presentar su acto conclusivo el 31 de mayo 2016 y la siguiente audiencia es el 17 de junio 2016.

Don Edgar Herrera padre de Sergio Herrera indicó que cuenta con la asesoría legal de Acción Ciudadana, a través del auxilio legal del licenciado Eddy Cux para la asesoría en los delitos de Tráfico de Influencias, abuso de Autoridad, por estos delitos se presiona para que el caso no se atrase más en los tribunales.

La familia Herrera Pérez espera que la muerte de su hijo Chejo no quede impune, Sergio Herrera dejo a su familia, su esposa Aracely Mejía Rodríguez, a su hija Alice Camila de dos años en ese entonces, actualmente cumplió cinco años de edad.

Sepur Zarco: todo se motivó por el interés de los terratenientes por despojar la tierra

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Héctor Rosada Granados

Por: Nelton Rivera.

El 11 de febrero en el marco del Juicio Sepur Zarco asistió como perito Hector Rosada Granados convocado por las querellantes. El peritaje presentado fue acerca del «contexto sociológico militar de los hechos ocurridos entre 1972 a 1983 en el caserío Sepur Zarco de la finca San Miguel en el Estor Izabal». El fue interrogado tanto por las abogadas querellantes como por los abogados defensores de los militares y presentado ante el  Tribunal de Mayor Riesgo A conformado por la jueza Yassmin Barrios y Patricia Bustamante y Gerbi Sical.

“… podemos afirmar que el sujeto activo que ejerció la violencia fue el Estado militar contrainsurgente por medio del ejército y demás actores civiles, el sujeto pasivo las personas o grupos víctimas de la acción violenta, es decir los campesinos del caserío de Sepur Zarco y el móvil del porqué de la violencia, fue la reacción de la élite local terrateniente que se sintió amenazada en sus intereses ante la organización y protesta de los campesinos que buscaban revertir el despojo histórico de sus tierras, del que sistemáticamente han sido víctimas durante siglos.”

A sus 74 años de edad Héctor Rosada Granados se especializó como investigador social y analista político en el tema militar, es decir que él conoce a profundidad las distintas dinámicas del ejército desde su fundación y las etapas de transformación del mismo y también conoce y explica de cómo este actuó estratégicamente durante la guerra en el país.

Durante varios testimonios que se han ido presentando van saliendo los nombres de las familias que “poseían” las fincas, mismas que se beneficiaron con la represión militar en Alta Verapaz e Izabal, aunque este juicio es en contra del teniente coronel Esteelmer Reyes Girón y el comisionado miliar Heriberto Valdez Asij, se va revelando la participación familias como los Meagle en Alta Verapaz y los Milla en El Estor Izabal[1], también los Overdick García, los Monzón entre otros finqueros.[2]

En sus conclusiones Rosada afirmó que la exigencia de los campesinos antes mozos colonos por recuperar las tierras que les fueron despojadas a través de la organización del Comité Pro Tierras y las gestiones que estaban realizando ante el Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA) fue la razón para que “la elite terrateniente local” empujara la represión en contra de ellos.

Rosada entonces ratificó ante el tribunal el peritaje que realizó. Mientras tanto varias mujeres Q’eqchis querellantes en este juicio, escuchaban con atención sus palabras, una traductora Q’eqchi hace el intento por traducirles en su idioma materno la conversación que inicia Rosada ante el tribunal.

Rosada leyó las ocho conclusiones a las que llega en su peritaje que transcribo a continuación:

  1. En este momento del análisis es fundamental llegar a establecer que la hipótesis que el disparador de toda esa tragedia fue el temor e interés de los propietarios de todas las fincas afectadas “la elite terrateniente” buscando poner fin a los reclamos de titulación de tierras que hacían los pobladores organizados en el Comité Pro tierras.Esta situación típica en varios casos de la historia contemporánea en la historia de nuestro país. Podría ejemplificar a muchos de los hechos de violencia Genocida que se perpetraron en contra de la población civil no combatiente, durante el conflicto armado. Uno de los casos que ejemplifica un modus operandi militar sería el de la matanza de Panzós perpetrada 4 años antes el 29 de mayo de 1978.
  2. Según el registro de los hechos que analizamos, derivado de la actitud y los propósitos de los finqueros “La elite terrateniente” se estimuló a miembros de las mismas comunidades afectadas para que procedieran a poner una denuncia utilizando las estructuras locales de la contrainsurgencia de la localidad, es decir los comisionados militares quienes por intermedio del S2 de la zona militar de Puerto Barrios, trasladaron el mensaje que incluía la acusación de que los denunciados eran colaboradores de la guerrilla.
  3. De acuerdo a lo anterior mente indicado según a la ley respectiva, el nombramiento de los comisionados militares y de sus ayudantes, dependía de la elección que hiciera el comandante de reservas miliares del departamento. En la mayoría de los casos los elegidos eran priorizados por ser oficiales o tropa en situación de reserva, aparte era la elección y nombramiento de los colaboradores e informantes, quienes no eran considerados como miembros del ejército, aunque quedaban tácitamente autorizados para portar armas. Este podría ser el caso de algunos administradores, caporales o trabajadores de confianza de las fincas, no descarto la posibilidad de que estos últimos, pudieran haber prestado servicio militar, posiblemente hubiera sido un inteligencia de comando S2 o un agente de inteligencia G2, y conveniente para que actuara a una posición ajena a los mandos militares o como jefes de patrulla.
  4. El procedimiento para procesar una acusación de cualquier comisionado militar, automáticamente ubicaba a los acusados y a su entorno inmediato dentro de la posición de ser enemigo interno. Según el informe del REMHI se comprobó la existencia de redes de inteligencia militar que contaban con una extensa red de comisionados militares, encargados de recoger información sobre los movimientos de la población, para su traslado para la Inteligencia de comando directamente o a través de la S5 de asuntos civiles del comando en los destacamentos militares. El informe mencionado hace énfasis de que “en los años 80 la sola acusación de un comisionado militar, suponía frecuentemente el asesinato del imputado”.
  5. Reiteramos que al comparar las acciones militares que articularon la cadena de hechos sucedidos en el caserío Sepur Zarco, antes descrita (modus operandi) podemos asegurar que se ajustan al perfil de uno de los tantos operativos tácticos registrados por la CEH, derivados de la planificación de los planes estratégicos contrainsurgentes que ejecuto el ejército de Guatemala durante la duración del conflicto armado interno.
  6. Debido a ello es procedente interpretar que, la responsabilidad superior de todos los operativos contra insurgentes efectuados en cualquier parte en el territorio nacional durante la duración del conflicto armado interno recaen en la cadena de mando en su orden, en el presidente de la república en tanto comandante general del ejército el ministro de la defensa nacional y el jefe del estado mayor general del ejército.
  7. Una aproximación hacia una visión estructural nos plantearía que la fuente de la violencia fue el Estado militar contrainsurgente a cargo del poder durante el periodo 1982-1983 los ejecutores fueron los miembros del ejército de Guatemala según los planes de campaña respectivos, las ordenes generales y la documentación que establezca el movimiento de la tropa y de actores los civiles, la asignación de destinos y las ordenes específicas que se dieron, siguiendo una jerarquía establecida siguiendo la cadena e mando. Las víctimas fueron las personas individuales o colectivas que perecieron como efecto de la acción contrainsurgente y el blanco está representado por las personas, familias y comunidades que perdieron la vida, sus bienes, la base de su organización social, su propia identidad y los fundamentos de su cohesión social.
  8. Desde una visión complementaria, podemos afirmar que el sujeto activo que ejerció la violencia fue el estado militar contrainsurgente por medio del ejército y demás actores civiles, el sujeto pasivo las personas o grupos víctimas de la acción violenta, es decir los campesinos del caserío de Sepur Zarco y el móvil del porqué de la violencia, fue la reacción de la élite local terrateniente que se sintió amenazada en sus intereses ante la organización y protesta de los campesinos que buscaban revertir el despojo histórico de sus tierras del que sistemáticamente han sido víctimas durante siglos”.

 

[1] Plaza Pública. Sepur Zarco: La violencia sexual será juzgada. Oswaldo Hernández. 15 de octubre de 2015. https://www.plazapublica.com.gt/content/sepur-zarco-la-violencia-sexual-sera-juzgada

[2] Periodismo Humano. Masacre de Panzós Cobán, Guatemala: Nos enseñaron el silencio, pero es hora de gritar. Juan Calles. http://guatemalacomunitaria.periodismohumano.com/2014/06/01/nos-ensenaron-el-silencio-pero-es-hora-de-gritar/