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Doble moral y empresarios

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Por: Miguel Ángel Sandoval

Pienso que el  encuentro de Enade perdió una estupenda oportunidad para abordar  una de las peores prácticas de corrupción que existen en nuestro país.

Me refiero a la evasión fiscal que tiene entre el empresariado un nivel que visto desde fuera, es de pánico. Explico esto con la mayor calma. De acuerdo con fuentes del  Organismo Judicial  o del  MP,  incluso de la CICIG,  se habla de un paquete de empresarios que han sido beneficiarios de La Línea durante años. De acuerdo con las fuentes citadas por los medios de comunicación, unos dicen que son 50, otros 300 y se habla de al  menos 1,500 importadores que están implicados en el  desfalco millonario realizado por esta estructura, y las que le antecedieron. Es algo sumamente delicado y grave.

Esto es lo que tiene relación directa con la defraudación clandestina, ilegal, bajo cuerda. Pero está la defraudación legal, la que se hace por medio de leyes comprando diputados o ministros, o de plano presidentes para obtener privilegios fiscales.

Sería interesante saber cuántos privilegios bajo la forma de exenciones el  sector  agrupado en el CACIF obtuvo del expresidente Pérez Molina, especialmente si recordamos que durante el mandato del  ahora  procesado,  el  CACIF  tenía,  como  se  estila  decir,  derecho  de  picaporte  en  Casa Presidencial.  Pero  también  se  puede  plantear  el  tema  desde  otra  perspectiva.  ¿Cuál  es  la responsabilidad empresarial en el desgobierno de Pérez Molina?

Es un tema delicado pues en el desarrollo judicial del caso La Línea, aparece que los ladrones son los que cobran, pero no aparecen los que pagan. Y en un negocio como este, siempre hay quien paga, y lo hace a cambio de beneficios concretos. En el caso que nos ocupa, fue con la rebaja de impuestos a mercaderías negociadas con La Línea. En dos platos: se encuentran en la cárcel los que cobraron no los que pagaron. ¿Por cuánto tiempo? ¿Hasta cuándo la impunidad?

Es por ello que digo que hizo falta que en el encuentro de Enade se abordara el tema que señalo, y junto con esta parte horrible de la corrupción, se abordaran con claridad las razones por las cuales empresas multinacionales con socios nacionales, se cobijan en la ley de maquilas para no pagar impuestos,  en una expresión transparente de la doble moral.  Una lista detallada de estas puede servir para ilustrar el escándalo de la evasión fiscal. ¿La podría proporcionar el CACIF?

Fuente: ElPeriodico

HABLEMOS DE PRECIOS, TRANSPORTE Y MERCADO.

Barillas Caravana julio 2013 005

Fotografía de Nelton Rivera.

 

¿Quién diablos pone límite? ¿El estado, el mercado o la sociedad?

Miguel Ángel Sandoval

Como todo mundo sabe, el principal argumento de los transportistas para mantener los precios al alza de forma permanente es el precio de la gasolina o diesel. Y luego hay la queja sobre los precios de repuestos, llantas, y ahora, las extorsiones. Todo para sangrar de forma cotidiana a los trabajadores y trabajadoras de este país.

Resulta que el precio de la gasolina y el diesel han bajado en los últimos tres meses más del 50% mientras los precios del transporte  siguen su tendencia alcista. De igual manera los abusos en el transporte urbano y sobre todo, extraurbano.  Ello por efecto del bajón del precio en el mercado mundial en un pleito entre países productores que podría llevarnos a nuevos conflictos militares, pero eso es parte de otro análisis.

¿Quién diablos pone límite? ¿El estado, el mercado o la sociedad? ¿O los  precios se regulan solitos, por la vía mágica del mercado? Es tiempo de abordar este asunto de forma seria, tomando en cuenta el interés nacional y no únicamente el de los propietarios de los autobuses o los miedos  o complicidad de un gobierno aguado. O los discursos de los liberales o neoliberales, que intentan justificar los precios y el rol del mercado sin pensar jamás en la sociedad y sus dificultades en el día a día.

Cualquier clase-mediero con carro sabe que el galón bajo de Q36 a Q21 en las últimas semanas. Y por supuesto, ello implica un ahorro y ya puede usar el carrito para ir a fastidiar un rato a la Antigua o irse de parranda al puerto. La diferencia hace que el viaje salga baratito. ¿Pero que hace la gente que utiliza el transporte público todos los días para ir al trabajo?

Me parece que sería una buena ocasión para que los sindicatos hicieran su parte, demandando ajustar el subsidio de forma proporcional a la baja del precio del combustible, pues se sabe que el transporte es parte de la canasta básica o mínima o de sobrevivencia. Por ello valdría la pena ver una actitud enérgica de los sindicalistas.  Por su parte, el gobierno debería pensar por una vez en los intereses de los trabajadores y la gente que utiliza el transporte público, y poner en cintura a los empresarios transportistas. ¿O no se puede?

Vale la pena preguntar de nuevo, ¿Quién pone el límite? El mercado, el Estado o la sociedad. Y sobre este tema de absoluto interés nacional, que dicen los partidos políticos ahora en campaña. A ver que dicen los señores sindicalistas, los partidos políticos y los teóricos del neoliberalismo, y por supuesto, el gobierno. Pago por ver.

¡Pa´ Que Me Alcance!

Por Jeremias Lukas Estrada

Foto Lukas Estrada

Foto Lukas Estrada

¡Pa´ Que Me Alcance! Así se llama Tu programa “Señor Presidente“

Dice la radio que es pa´ que el dinero me alcance Señor Presidente.

Que no va a subir el precio de la luz, Señor Presidente.

Pero si las empresas no son nacionales. No me va a alcanzar de todas maneras Señor Presidente.

Pero si mis hijas y mis hijos no tienen una escuela, un instituto o una universidad nacional de gran calidad y humanismo. Tampoco me va a alcanzar Señor Presidente.

Pero si mis productos agrícolas, pecuarios y textiles no usan venenos agrotóxicos, ni semillas transgénicas, ni paquetes tecnológicos caros y sin embargo no tienen mercados con justicia económica. Tampoco me va a alcanzar, Señor Presidente.

Pero si la tierra sigue en manos de las familias que hace un poco mas de 500 años les quitaron a mis abuelas y abuelos. Mis hermanos, hermanas y yo seguimos inmersos en el minifundio. Tampoco me va a alcanzar Señor Presidente.

Pero si el MAGA sigue llegando a la casa de mis hermanos y hermanas, insisten con usar nuestra poca tierra para cultivar y mandar mi producción fuera del país. Quieren que usemos semillas transgénicas, agrotóxicos y que olvidemos nuestros propios sistemas agropecuarios y que compremos hasta nuestra comida.  Tampoco me va a alcanzar Señor Presidente.

Pero si las empresas extranjeras siguen aliándose con el mal poder económico de esta patria del criollo y con Tu sistema de justicia, para desaparecer bosques, montañas y contaminar el agua, el aire y la tierra. Persiguen a mis hermanos y hermanas que nos organizan para defender la vida.

Tampoco me va a alcanzar Señor Presidente.

Si Vos Presidente, ¡así! ni a vos te va a alcanzar, Señor Presidente.

Foto Lukas Estrada

Foto Lukas Estrada

Crisis de crisis, luego crisis sistémica

Por Jesus González Pazos -Miembro de Mugarik Gabe.

En reiteradas ocasiones y documentos se ha señalado el carácter sistémico y civilizatorio que tiene la actual crisis del mundo capitalista, a pesar de que muchos tratan de esconderlo tras una simple, aunque grave, crisis económica. En ese mismo sentido, se pretende ahora hacer un repaso de algunas de las principales y más destacadas crisis que hoy operan en el mundo. El mismo al que hasta hace todavía pocos años algunos auguraban, en el marco del fin de la lucha de las ideologías y el fin de la historia, un futuro feliz, sin miseria y de bienestar para la mayoría de la población.

Crisis económica. De forma aséptica se dice que ésta se produce principalmente cuando se dan cambios negativos importantes en las principales variables económicas, de cierta durabilidad  y, con especial incidencia, en el crecimiento del PIB y en el empleo. En el caso actual, una vez desplazada del centro neurálgico del sistema capitalista la economía real, aquella que se basaba en lo que realmente se produce, el desencadenante de esta crisis reside en el sistema financiero, precisamente quien ahora ocupa el lugar protagonista del sistema. Los factores principales que producen la crisis son sus propios agentes más destacados, como los bancos y aseguradoras, y sus nefastas actuaciones y operaciones mercantiles, en muchos casos basadas en la especulación, ya sea ésta monetaria, bursátil, hipotecaria o mercantil. Así, la que ya se puede denominar como última Gran Recesión del mundo rico (2008-……), debido a sus altas tasas de crecimiento negativo, deriva rápidamente en crisis económica. Las causas más profundas que dieron lugar a esta situación habría que encontrarlas en la desregulación económica casi absoluta imperante en las últimas dos décadas, privatización de sectores públicos estratégicos (comunicaciones, pensiones, energía, ahorro, infraestructuras…), la elevación descontrolada del precio de las materias primas (petróleo, minerales, gas, alimentación…) en los años que preceden al estallido de la crisis y otros factores como la crisis hipotecaria y la crediticia. Las medidas, principalmente las implantadas en Europa, se concretan en austeridad y recortes drásticos del gasto público que, en gran medida, va a ser trasvasado precisamente al denominado rescate bancario y privatizaciones diversas, haciendo crecer enormemente las deudas de país, en una espiral sin fin. Los siguientes eslabones de esta cadena vienen dados por la crisis profunda de la economía real y toda la amplia serie de recortes en los derechos laborales que harán empeorar enormemente las condiciones de trabajo, pero correlativamente también de vida de más y más sectores de la población con un empobrecimiento acelerado de los mismos.

Crisis social. Revisadas las medidas y consecuencias de la crisis económica es fácilmente deducible el modo en que ésta afecta a la población y la consiguiente crisis social. La característica más destacable será la gran explosión de las desigualdades con un adelgazamiento evidente de la clase media, con un trasvase hacia el empobrecimiento de cada vez un mayor número de personas.

Según datos del PNUD, en estos momentos el 8% de la población gana la mitad de la renta del planeta, mientras que el 92% restante está obligada a repartirse la otra mitad. Luego, ese extremo social, aquel constituido por los más ricos, está creciendo en su riqueza como nunca antes lo había hecho, con el consiguiente agrandamiento de la brecha social entre la población. Es incuestionable además, y tal y como se acaba de apuntar que las mujeres cargan, una vez más, con las peores consecuencias, tanto en cuanto a cifras de empobrecimiento, pudiendo volver hablar, en cierta medida y en este «mundo rico», de feminización de la pobreza, así como respecto a otra amplia serie de derechos y conquistas sociales perdidas. Y en términos globales la precarización de las condiciones laborales también es una constante, lo que tendrá su incidencia fuerte en la propia precarización de las condiciones de vida. En este contexto, la agudización de esta crisis social será causa de continuas convulsiones.

Crisis política. La deslegitimación de la clase política tradicional empieza a ser un hecho en cierta medida incuestionable. No solo la proliferación y destape de casos de corrupción, sobornos y otras actuaciones por el estilo, sino el convencimiento de que desde ésta no hay respuesta a tantas demandas sociales, laborales, etc. Además, se profundiza en un proceso de sistemático «sometimiento» de la clase política a los poderes económicos, convirtiéndose el estado en un administrador de sus dictados, traducidos en recortes, privatizaciones, trasvase de fondos públicos al sector privado, austeridad y contención del gasto público que produce un deterioro grande del estado del bienestar. Este contexto de crisis política provoca a su vez una reversión del desarrollo de la democracia, pudiendo hablarse de una democracia de baja intensidad, burlada por el «juego parlamentario» y aprovechado éste para la imposición de leyes restrictivas de derechos (reformas laborales, seguridad, aborto…) que producirá un cada vez mayor desencanto de la población hacia el sistema, pero evidentemente por una falta cada vez mayor de determinación de la clase política en el mismo. Es evidente, que esta situación presenta a la globalidad de la crisis nuevos peligros: populismos, desarrollo del fascismo, racismo….

Crisis ecológica. Una evidencia ya manifiesta es que el modo de producción y de consumo, en suma, el modelo desarrollista impulsado históricamente por el mundo enriquecido, no tiene en cuenta la limitada capacidad del planeta, tanto si hablamos de sus tierras, como de sus aguas o del aire. Se ha dado un acelerado proceso de destrucción de la biodiversidad en ese Norte, pero también se intensifica ahora el mismo proceso en los países del Sur.

Posiblemente, las dos manifestaciones más evidentes de esta crisis se concretan en la crisis energética y en la climática. La primera, referida al agotamiento de los combustibles fósiles; la segunda, consistente en el calentamiento del planeta y todas las consecuencias que el mismo acarrea, por ejemplo, en los llamados desastres naturales, que no lo son tanto en cuanto a la fuerza en sí de la naturaleza como debido a lo determinante que pueden ser en su capacidad de destrucción por las acciones humanas que refuerzan sus efectos (sequías e inundaciones extremas, temporales  y huracanes, cambios radicales o desaparición de especies vegetales y animales…). Debe subrayarse también en este contexto de crisis ecológica el nefasto papel jugado en los últimos decenios por las industrias extractivas, con sus modos de explotación más agresivos que nunca (minería a cielo abierto, fracking…), o la deforestación y ocupación de tierras en la búsqueda de nuevos terrenos para el cultivo, en la mayoría de las ocasiones para la producción intensiva que además agota rápidamente los nuevos espacios (ganadería, agrocombustibles), o la proliferación de grandes, y no necesariamente vitales infraestructuras (autopistas, aeropuertos, tren de alta velocidad…), que provocan profundas y continuas agresiones al planeta. Así estaríamos centrando la crisis ecológica, en gran medida, como crisis de la escasez de tierras, de energía, de materias primas.

Crisis de valores. Por último, se suele obviar u ocultar que también se puede hablar, sobre todo respecto a occidente de una profunda crisis de valores éticos y humanos. Ésta es fruto de las crisis ya citadas y de otras aparentemente menores (de cuidados, de pensamiento, del arte…) pero con gran importancia en la vida humana. Valores como la honestidad, la colaboración, la ayuda mutua, la solidaridad, la cooperación… entran en crisis ante un exacerbado culto al individualismo, al egocentrismo, al patriarcado-machismo, a los valores materiales, etc.

Es ante este cúmulo de crisis donde encuentra su explicación la calificación de crisis sistémica y civilizatoria, y no de mera, aunque grave, crisis económica del capitalismo que se superará al entenderla como circunstancial y cíclica propia del sistema. Y es por esto por lo que si no se toman medidas sistémicas, del mismo alcance que la crisis, ésta se prolongará generando nuevos periodos de recesión, y empobrecimiento general, por mucho que nos empiecen a prometer la próxima salida del túnel. Por todo ello, no tiene sentido plantearse esta salida de la crisis con leves cambios de rumbo, sin alterar las bases estructurales de la sociedad, la política y la economía.

 18/02/2014