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Diario Militar: el ejército siempre negó la existencia de los planes militares

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Por Nelton Rivera.

“Los militares sabían lo que hicieron, sabían de la existencia de los planes, de todos estos planes que hicieron como estrategia para poder destruir a la población, de antemano lo sabíamos, porque de alguna manera el ejército específicamente Oscar Mejía Víctores desde 1983 siempre lo negó, siempre nos negó a los familiares la existencia de información.

Él nos dijo aquí no es Chile, no es Argentina, no es Perú, no es Bolivia, para tener películas ni mucho menos libros, haciendo referencia a otros documentos desclasificados en Sudamérica. Con esto demostramos los familiares de los detenidos desaparecidos que la verdad que siempre la hemos dicho sobre el señalamiento que los hechores intelectuales y materiales siempre han sido los ellos, los militares.”[1]


El ejército de Guatemala  no ha desclasificado sus archivos militares, durante décadas ha negado la existencia de documentos que detallen las operaciones militares contrainsurgentes de los años de 1960 a 1996 que comprenden 36 años de guerra. Fue en 1997 cuando apareció el Plan de Campaña “Victoria 82”, sustraído de forma clandestina del ejército, este documento los utilizó la Comisión del Esclarecimiento Histórico para la elaboración del informe “Guatemala Nunca Más.”

El plan de Operaciones “Sofía” contiene las comunicaciones internas del ejército durante las operaciones realizadas en la región Ixil en el departamento del Quiche durante los primeros años de la década de los 80.  Como un paso previo para materializar el Plan de Campaña Victoria 82, y el Plan de Campaña “Firmeza 83”. En la ejecución de los mismos estuvieron los oficiales: mayor Arango Barrios y el mayor Otto Pérez Molina.[2]

Los documentos secuestrados por el Tribunal de Mayor Riesgo B en marzo de 2016, 19 años después del aparecimiento de los primeros planes son el Plan de Campaña Firmeza 83- 1, Plan de Campaña Reencuentro Institucional 84, Plan de Campaña Estabilidad 85, Plan de Campaña Consolidación 86,  Plan de Campaña Fortaleza 87, Plan de Campaña Unidad 88, Plan de Campaña Institución 89 y el Plan de Campaña Avance 90.

Para los familiares de las personas detenidas desaparecidas estos documentos pueden dar más elementos para esclarecer la actuación del ejército implicado en delitos de lesa humanidad y Genocidio, información que podría servir para esclarecer la verdad, estos planes comprenden los regímenes del general José Efraín Ríos Montt, Oscar Humberto Mejía Víctores y Marco Vinicio Cerezo Arévalo. Estos planes fueron secuestrados por un juez en Guatemala para incorporarlos dentro de la investigación del Caso Diario Militar, un documento del ejército en el que se documentó la detención y desaparición forzada de 182 guerrilleros de distintas organizaciones entre los años 1983 y 1984.


La audiencia del caso Diario Militar  

El secuestro se realizó el día 9 de marzo 2016 en una diligencia realizada por el juez del Tribunal de Mayor Riesgo B en las instalaciones del Estado Mayor de la Defensa en la zona 10 de la ciudad de Guatemala.

Como era de esperarse, el ejército intento que el juez no realizara la diligencia, varios abogados del ejército se presentaron argumentando que los planes eran documentos “secretos”, que de por medio estaba la seguridad nacional, pero finalmente no pudieron retenerlos.

Previo a que el Tribunal de Mayor Riesgo B presidido por el juez Miguel Ángel Gálvez realizara la audiencia del día 31 de marzo 2016 los querellantes del proceso conocido como Caso del Diario Militar no tenían la seguridad que esta audiencia se realizara.

Finalmente la audiencia comenzó a las 11 de la mañana en la Torre de Tribunales, para Mario Polanco director del Grupo de Apoyo Mutuo GAM esta es una audiencia histórica, por tener a la mano la continuidad de los planes militares que permanecieron ocultos, hasta que el Juez Gálvez realizó el secuestro de ocho planes de campaña del ejército que comprenden el período de 1983 a 1990.

Estos planes fueron incorporados al proceso del Caso Diario Militar “José Miguel Gudiel Álvarez” contra el Estado de Guatemala, en la audiencia estuvo presente el Ministerio Público –MP-, la representación del GAM, de la Asociación de Familiares de Detenidos Desparecidos de Guatemala –FAMDEGUA- y la Asociación Verdad y Justicia AVEJA quienes actúan como querellantes en este caso, la audiencia finalizó a las 5 de la tarde.

Aura Elena Farfán

“Este es un momento histórico, este momento es de gran trascendencia para nosotros como familiares de las personas detenidas desaparecidas, especialmente para las familias de los casos del Diario Militar. Para todos en general, por los más de 45 mil guatemaltecos y guatemaltecas, niños y niñas que años atrás los capturaron y los desaparecieron.

Para mí ha significado una mezcla de sentimientos, de saber de lo que fueron capaz, o de lo que es capaz el ejército de elaborar esos planes para destruir a la población, solo porque creían o pensaban que ellos eran el enemigo interno.  Para mí es bastante significativo y espero que no solo sirva para el caso del Diario Militar sino para todos los procesos por las violaciones que se dio en el Conflicto Armado Interno, específicamente con las masacres con la tierra arrasada en Guatemala.”

Mario Polanco

“hoy es un día histórico porque por fin las asociaciones de víctimas estamos teniendo acceso a la información que el Ministerio de la Defensa de Guatemala había dicho reiteradamente que no existía, que no la tenían, o que había sido destruida. Esperamos analizar la información para trabajar activamente en beneficio de la justicia, en favor de que los violadores de los derechos humanos vayan a prisión, esperamos que aporten información valiosa los documentos, esperaremos a conocer el contenido pero es un paso trascendental la que vivimos hoy.

El caso sigue abierto, estamos querellados dentro del caso Diario Militar, seguiremos recopilando pruebas para poder individualizar las responsabilidades y eventualmente poder emitir ordenes de aprensión.”

 

Para saber más sobre el caso del Diario Militar puede visitar: Guatemala: el Diario Militar una historia de desapariones y muerte 

 

[1] Entrevista a Aura Elena Farfán directora de la FAMDEGUA. Audiencia presentación de Planes de Campaña militar de 1983 a 1990. Tribunal de Mayor Riesgo B. 31 de marzo 2016.

[2] Albedrio. Plan Sofía y Victoria 82. ¿Prueba o farsa?. Andrea Orozco. 10 de mayo 2010. http://www.albedrio.org/htm/noticias/lh100510.htm

Caso CREOMPAZ: militares acusados de desaparición forzada y delitos contra los deberes de humanidad

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General retirado Manuel Benedicto Lucas García – Jefe del Estado Mayor durante el gobierno de Romeo Lucas García (su hermano) de 1981 a 1982

Viernes 8 de enero de 2016. En la sala de audiencias del nivel 14 de Torre de Tribunales pudimos conocer de voz de una fiscal, que durante la guerra ocurrieron una serie de crímenes inimaginables contra población civil. Supimos que más de 500 personas fueron desaparecidas por miembros del ejército entre el año de 1981 y 1988, después fueron llevadas a la zona militar No. 21 “Antonio José de Irrisarri” ubicada en la aldea Chicoyogüito en Cobán, Alta Verapaz y que ahí fueron asesinadas y enterradas sin que sus familiares supieran sobre su paradero a pesar de que con desesperación les buscaron, que llegaron hasta esa zona militar a preguntar por sus familiares, sin que nadie les dijera nada. Años después la misma gente denunció que ahí había un cementerio clandestino, así fue como un tribunal ordenó al Ministerio Público que se realizaran investigaciones.

Durante tres años – a partir de enero del 2012 – los desaparecidos empezaron a ver la luz, ya que se encontraron varias osamentas repartidas en 4 fosas. Así fue como se encontraron 558 osamentas de 90 menores de edad, 443 adultos, 3 adultos de la tercera edad, de 22 aún no se ha determinado su edad. Hasta esta fecha se han identificado mediante pruebas de ADN 97 personas. En el lugar donde estaba la zona militar No. 21 ahora funciona el Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz – CREOMPAZ, del Ministerio de la Defensa y las Naciones Unidas.

Esto ocurre dos días después que conocimos la sorpresiva noticia de que habían detenido a altos mandos y medios del ejército después de varios allanamientos en la ciudad de Guatemala y Cobán que estuvieron activos durante los años 1981 a 1988. Estos militares están ahora en la cárcel militar dentro del cuartel Mariscal Zavala acusados de desaparición forzada y delitos contra los deberes de humanidad.

Audiencia de primera declaración

En una jornada doble que duró desde las 8: 30 AM hasta las 18: 30 PM se llevó a cabo la audiencia de primera declaración para 14 altos mandos militares en el Juzgado de Mayor Riesgo A, a cargo de la jueza Claudette Domínguez. Esto debido a una acusación presentada por la fiscalía de Derechos Humanos por violaciones a los derechos humanos, delitos contra los deberes de humanidad, desaparición forzada a partir del caso de investigación conocido como CREOMPAZ.

Los militares son:

  1. Manuel Benedicto Lucas García
  2. Byron Humberto Barrientos Díaz
  3. Gustavo Alonso Rosales García
  4. José Antonio Vásquez García
  5. Carlos Humberto Rodríguez López
  6. Ismael Segura Abularach
  7. Pablo Roberto Saucedo Mérida
  8. César Augusto Ruiz Morales
  9. Juan Ovalle Salazar
  10. Édgar Rolando Hernández Méndez
  11. Carlos Augusto Garavito Morán
  12. Luis Alberto Paredes Nájera
  13. César Augusto Cabrera Mejía
  14. Raúl Dehesa Oliva.

La sala se encontraba llena, había familiares, esposas y amistades de los militares, organizaciones de derechos humanos y prensa nacional e internacional. Al inicio de la jornada los abogados de la defensa de los militares pusieron un recurso en donde pretendían que el juzgado de Mayor Riesgo A no conociera el caso pues según ellos no era competente, que después de esto se remitiera el caso a la Corte Suprema de Justicia o a una sala y que mientras tanto quedaran en libertad sus defendidos, a esto la jueza resolvió No a lugar pues argumentó que el juzgado si es competente según la ley.

Los hechos, los crímenes

La jueza dio la palabra a cada uno de los acusados para que dijeran su nombre, el de su esposa, su dirección, su profesión y la cantidad de dinero que ganan al mes para su sobrevivencia. Conforme los iban nombrando iban saliendo de la carceleta donde se encontraban, les quitaban las esposas y pasaban por una valla de guardias penitenciarios y periodistas hasta poder sentarse en el banquillo de los acusados. Así lo hicieron la mayoría de ellos, a excepción de dos de ellos que tienen problemas de salud, uno no escucha bien y el otro tiene dificultades para caminar.

Después tuvo la palabra la fiscal del Ministerio Público para que explicara los delitos por los que están detenidos y la relación de los hechos de forma individualizada, ella fue explicando el porqué se les vinculó a este caso y el cargo que tenían al momento de ocurrir los crímenes, la temporalidad.

Estos cargos fueron desempeñados y ocupados por los militares en el marco de la guerra, dando continuidad a la política contrainsurgente desarrollando operaciones militares en donde la población civil no combatientes fue considerada enemigo interno. También explicó cómo todo esto respondió a planes militares emanados de los altos mandos, esto se confirma en documentos y planes relacionados con la llamada Doctrina de Seguridad Nacional.

Según la acusación del Ministerio Público los militares participaron de estos planes y estrategias, tuvieron conocimiento de las operaciones contrainsurgentes, y que de acuerdo a la posición de cada uno, y según sus funciones y obligaciones pudieron evitar estos crímenes.

La fiscal fue desarrollando varios casos de desaparición forzosa ocurridas en Alta Verapaz contra población civil indefensa que pertenecían a las etnias q´eqchi, pocomchi´, achí, k´iche, este día solo pudo avanzar en la imputación para los oficiales de la zona militar No. 21: Ismael Segura Abularach, Byron Huberto Barrientos Díaz, Carlos Humberto Rodríguez López, Pablo Roberto Saucedo Mérida, Juan Ovalle Salazar, César Augusto Ruiz Morales y Benedicto Lucas García, quien fuera Jefe del Estado Mayor General del Ejército en los años de 1981 y 1982.

Se fue explicando la responsabilidad de los militares que tuvieron conocimiento de éstas y en lugar de que las personas fueran puestas a disposición de un órgano jurisdiccional – si es que hubieran cometido alguna falta – fueron desaparecidas. Y si es que sus subalternos cometieron estos crímenes pudieron denunciarlo y sancionarlo como parte de sus obligaciones pero no hicieron nada.

Las pruebas sobre estos crímenes fueron analizadas por varios expertos multidiciplinarios, pruebas científicas que han sido corroboradas y contrastadas con testimonios de familiares de las personas desaparecidas que no dejan ningún lugar a dudas. Está claro que hubo detenidos de forma ilegal, que fueron ejecutados y enterrados clandestinamente. Habrá que esperar a que se haga justicia y que la verdad histórica quede clara en este proceso penal.

Valientemente las familias de las víctimas de desaparición forzada y asesinato, dieron su testimonio y denunciaron estos hechos, contaron las últimas noticias que tuvieron de ellas hasta que pudieron saber de su paradero 30 años después cuando los encontraron sus osamentas en una fosa común con los ojos vendados y argollas de plástico en las muñecas, muchos con señales de haber sido asesinados de forma violenta.

Las investigaciones realizadas hasta hoy han permitido que se individualicen 88 casos de desaparición forzada como[1]:

Hombres de Pambach

  • El 02 de junio de 1982, un grupo de soldados realizaron un operativo militar en la aldea Pambach, Santa Cruz Verapaz, Cobán, se llevaron aproximadamente 75 hombres, los más jóvenes de la aldea, indicando que iban a prestar servicio militar; mismos que fueron desaparecidos forzadamente.
  • En la fosa FAFG 1433-XVII se localizaron 64 osamentas y se han identificado por ADN a 31 hombres, se presume que las demás osamentas también pertenecen a los desaparecidos.

Río Negro San Cristóbal Verapaz

  • El 13 de mayo de 1982 elementos del ejército de Guatemala y Patrullas de Autodefensa Civil –PAC- asesinaron aproximadamente a 80 personas -población civil no combatiente- Las mujeres y niños sobrevivientes fueron trasladados por a la Zona Militar número 21.
  • En la Fosa 1433-XV se localizaron 63 osamentas, según análisis osteológico realizado corresponden a mujeres y niños.

Caserío Chituj, San Cristóbal Verapaz

  • El 04 de mayo de 1981 en el caserío Chituj, municipio de San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, integrantes del Ejército de Guatemala ejecutaron un operativo militar contra población civil, llevándose a Felipe Cal López, cuya osamenta fue recuperada e identificada por ADN en la fosa FAFG 1433-V donde fueron ubicadas 36 osamentas humanas más, de las cuales han sido identificadas 9.

Chiacal San Cristóbal Verapaz

  • En diciembre de 1981, Ricardo Mis Pacay, de 28 años de edad, salió de su casa ubicada en la aldea San Lucas Chiacal, San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, hacia su parcela ubicada dentro de la misma aldea, pero ya no regresó.
  • Se exhumó la osamenta FAFG 1433-V-21 y se logró identificar por ADN.

Barrio San Sebastián, San Cristóbal Verapaz

  • El 28 de diciembre de 1981 en el Barrio San Sebastián, San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, el Ejército de Guatemala realizó un operativo militar llevándose al menos a 3 personas.
  • En la fosa FAFG 1433-XIV se localizaron 13 osamentas, de las cuales 3 han sido identificadas por ADN, entre éstas, Alfonso Jom Lem, Lázaro Oswaldo Morán Ical y Teresa Jul.

Hombres de Chisec

  • En febrero de 1982, hombres de Chisec fueron obligados a trasladarse a la zona militar No. 21, permanecieron un día privados de su libertad y 3 de ellos fueron desaparecidos en la misma área.
  • En la fosa FAFG 1433-XVIII se logra localizar 7 osamentas entre las cuales se encuentra la de Genaro Caal, quien fue uno de los desaparecidos.

Seguimiento de la audiencia de primera declaración lunes 11 de enero

El lunes 11 de enero continúa la audiencia de primera declaración para que les sean explicados a los militares los delitos y la relación de hechos en donde cada uno fue responsable. Por cuestiones de tiempo quedaron pendientes de esto los militares Gustavo Alonso Rosales García, José Antonio Vásquez García, Edgar Rolando Hernández Méndez, Carlos Augusto Garavito Morán, Luis Alberto Paredes Nájera, César Augusto Cabrera Mejía y Raúl Dehesa Oliva. Por último y antes que terminara la audiencia los abogados defensores de algunos de ellos pidieron que el INACIF evaluara a algunos de ellos para certificar su estado de salud, incluso uno de ellos estaba pidiendo ya que fuera trasladado al Hospital Militar.

[1] Ministerio Público. CREOMPAZ: “Con este caso estamos hablando de uno de los mayores de América Latina de desapariciones forzadas”. 6 de enero de 2016. https://www.mp.gob.gt.

Memoria historica: la producción del documental «Sin miedo»

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Por Nelton Rivera

«Sin miedo» es el título de un video documental producido por La Asociación Verdad y Justicia AVEJA, este material fílmico busca reflejar la lucha por la justicia que los familiares de detenidos desaparecidos durante la Guerra en Guatemala están haciendo.

Los casos se registraron entre 1983 y 1985, contenidos en el Diario Militar «Dossier de la muerte» un documento desclasificado en el año de 1997, un registro militar que detalla el control, detención y ejecución de militantes revolucionarios en Guatemala.

Más de 45 mil detenidos desaparecidos registró el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Históricos CEH, de esa cuenta son miles de hogares que siguen buscando a sus familiares.

Este jueves 10 de diciembre en el centro histórico suceden muchas cosas, en el salón principal de Asociación Mutualista Del Gremio Obrero ubicado en el Km. 0 de la ciudad hay ponche, tamales, pan y tortillas. La tarde es especial los familiares de detenidos desaparecidos están celebrando la producción de «Sin miedo».

Doscientas personas se reunieron esta tarde para compartir, en el salón hay equipo de iluminación, entre la gente sigsajean camarografos y sonidistas; del otro lado del lente de las camaras estan mujeres con corte y guipil de muchos lugares, niños y niñas saltando de un lugar a otro.

La dinámica en el salon en medio de quienes estan cenando o conversando es la grabacion del documental.

Hoy AVEJA y un equipo de producción realizaron la grabación de varias escenas que se integraran en este documental, junto a quienes forman parte de AVEJA estuvieron asociaciones y colectivos que buscan el aparecimiento de las personas detenidas desaparecidas y la justicia en el país.

Pronto llegara «Sin miedo» un aporte para el registro de la memoria histórica y la justicia guatemalteca.

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Tercera acción global por Ayotzinapa Ciudad de México

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Por Alba Hernández y Maribel Segura 

5 de noviembre de 2014 en la ciudad de México, diversas universidades públicas y privadas, así como alumnos de educación media superior, académicos, sociedad civil y organizaciones sociales, se dieron cita a las 4:00 pm afuera de la residencia oficial de Los Pinos, para participar en la tercera jornada global de acción por Ayotzinapa.

El gobierno mexicano detuvo recientemente al ex alcalde José Luis Abarca en compañía de su esposa, presuntos responsables de la muerte de seis personas y la desaparición de 43 normalistas. Al mismo tiempo el gobierno cita a los padres de familia para informarles sobre la detención de la pareja Abarca, pero sin avances reales acerca del paradero de sus hijos, hecho que ha indignado a la sociedad mexicana.

El contingente de manifestantes lo encabezaron los padres de familia, después los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en seguida las normales rurales de Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, posterior las cinco normales urbanas, después los del INMBA, el Conservatorio de Música, IEMS, Arte- Centro, y los grandes contingentes de la UNAM, Politécnico, UAM, UACM, ENAH, Ibero, La Salle y demás centros educativos.

La movilización fue acompañada con un grito de reclamo por la aparición de los 43 estudiantes desparecidos, entre las consignas está contar del 1…al 43 y después gritar ¡Justicia!. Justicia para un pueblo que ha va perdiendo todo, porque en México este caso no es aislado, en este país existen 25,000 mil desaparecidos y el Estado no ha dado muestras de apoyo y mucho menos de resolución a esta problemática.

La sociedad civil acompaña el andar de los manifestantes, porque en México la esperanza se está diluyendo, como lo menciona una mujer “si matan a nuestra juventud, ya no tendremos nada”. Desde el Norte hasta el Sur, se han dado muestras de solidaridad hacia los 43 normalistas desaparecidos, y es que en México ha todos ha tocado el secuestro, asesinatos, desapariciones, y desempleo.

Los jóvenes de ahora no tienen un futuro prometedor, por eso se les llama los “ninis”, es decir lo que ni trabajan, ni estudian. Pero ¿será verdad?, en la mega marcha muchos eran los jóvenes que con el rostro descubierto gritaban consignas de “ Peña, te metiste con la generación equivocada”.

Al llegar al Zócalo, los padres de familia tomaron de nuevo el micrófono para agradecer la solidaridad de los capitalinos, asegurando que no pararán hasta encontrar a sus hijos, 43 muchachos que han acaparado la opinión internacional desde Asia, África, Europa y América y han hecho visible la barbarie de México.

Es importante señalar la participación de la iglesia a través de los Ecuménicos, quienes realizan un ayuno de 48 horas exigiendo la aparición de los 43 jóvenes, han montado en el Zócalo un campamento y una ofrenda con fotografías de los desaparecidos.

En los medios de comunicación nacional, se habló poco de la marcha que aglutinó a miles de personas ya que el último contingente arribó a las 9:00 de la noche al Zócalo. Sin embargo los medios se centraron en un metrobús que fue quemado en la estación Ciudad Universitaria, cerca de la UNAM, cobertura total donde los lemas fueron: vandalismo, delincuentes, pérdidas económicas, y con ello apoyaron las acciones que los granaderos realizaron, entre las que estuvieron lanzar balas de goma a los estudiantes; hoy, uno se encuentra hospitalizado, además capturaron a siete más, a quienes se les atribuyen los disturbios.

Hoy, 6 de noviembre continúan diversas movilizaciones de los estudiantes en apoyo a los normalistas de Ayotzinapa, se están realizando cercos a dependencias de gobierno, así mismo mesas redondas, actos culturales y marchas. Con una idea clara, denunciar los hechos del gobierno, su incapacidad y como único responsable de la desaparición de los 43 normalistas.

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«Todo está cargado en la memoria»: un museo para no olvidar

Amancio Samuel Villatoro  / Museo de la Memoria del Movimiento Sindical, Estudiantil y Popular

Amancio Samuel Villatoro / Museo de los Mártires del Movimiento Sindical, Estudiantil y Popular

 Por Quimy De León y Nelton Rivera -Prensa Comunitaria-

…arma de la vida y de la historia[1]

“El engaño y la complicidad

de los genocidas que están sueltos,

el indulto y el punto final

a las bestias de aquel infierno.”

 

Pocos son los parques aún existentes en el Centro Histórico de la ciudad de Guatemala, El Sauce es uno de ellos. Para llegar hasta él basta con dirigirse hasta la primera y segunda avenida con primera calle de la zona 2, cerca del Instituto Normal para Señoritas Centroamérica – INCA.

En una de las esquinas hay una casa amarilla de adobe con techo de lámina que le da vida al parque.  Está habitada por una familia indígena, las mujeres colocan todos los días un puesto de comida. Los jueves, y sábados sin falta hay un farol rojo hecho con una pelota plástica que anuncia la venta de tamales y paches. Otro de los referentes de los alrededores son los baños sauna que dan movimiento a las cercanías al parque.

En esa misma cuadra está la casa 1-53 de la primera calle. Como otra cualquiera, la abre un portón corinto ancho y tiene el techo de dos aguas. Pero de común esta casa no tiene nada: en ella se da la cotidianidad del trabajo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala –FAFG-, quienes le dieron espacio al Museo de los Mártires del Movimiento Sindical, Estudiantil y Popular, que se abrió  el 30 de enero del 2012, el mismo día en que en el año de 1984 desaparecieron a Amancio Samuel Villatoro.

Amancio ha aparecido: una decisión díficil e importante

Amancio Villatoro formó parte de las Fuerzas Armadas Rebeldes –FAR-, una de las principales organizaciones revolucionarias. También era dirigente de la Central Nacional de Trabajadores –CNT-  y del Comité Nacional de Unidad Sindical –CNUS- al momento de su desaparición.[2]

La mañana del 30 de enero de 1984, Amancio salió de su casa en la colonia Primero de Julio en Mixco, llegó al centro de la ciudad y cuando transitaba por la calle de la “Laguna” sobre la Segunda Avenida y 15 calle de la zona 1, fue interceptado y detenido-desaparecido.

Después de muchos años de búsqueda, los restos de Amancio fueron encontrados el día 3 de septiembre de 2003 a dos metros con veinte centímetros de profundidad.  Apareció junto a los restos de cinco personas más: Moises Saravia López, Sergio Saúl Linares Morales, Juan De Dios Samayoa, Hugo Adail Mérida, Zoilo Canales Salazar –la identidad de este último fue dada a conocer el 30 de enero del 2014.

La FAFG les localizó en la fosa IX mientras realizaban trabajos de exhumación en un cementerio clandestino ubicado el antiguo destacamento militar de San Juan Comalapa en Chimaltenango. Estas exhumaciones fueron realizadas junto con la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala –CONAVIGUA-, y  resultado de este trabajo, en 52 fosas clandestinas diferentesaparecieron las osamentas de 220  personas.

Para la identificación de Amancio la FAFG inició un proceso científico forense arqueológico,  luego antropológico y finalmente un análisis genético para confirmar su identidad. “Se tomaron las muestras, un fragmento de fémur derecho y dos piezas dentarias, de estas tres se analizaron dos”.  Para la prueba genética se tomaron tres muestras a sus familiares, que permitieron finalmente hacer la identificación:  a su hija Norma Carolina, su hijo Sergio Raúl y su esposa María del Rosario Bran de Villatoro. Con los tres resultados positivos, fue posible confirmar la identidad de Amancio 19 años después de su desaparición.

Norma Carolina y María del Rosario se encontraban en el cementerio de la Verbena el día ocho de noviembre de 2011. Recibieron una llamada telefónica desde la FAFG en la que les dieron la noticia que día con día durante años habían esperado: Amancio había aparecido, había sido identificado.

Cuando los restos de una persona aparecen años después después de haber sido detenido–desaparecido, para la familia se cierran las esperanzas más fuertes que guardaban: que apareciera con vida. Cuando no es así, llega entonces el momento de aceptar que está muerto, y lo que comúnmente ocurre es que necesitan darle sepultura para tener un lugar a donde visitarlo.

La familia Villatoro tomó una decisión trascendental: exponer la osamenta de Amancio. De ésta manera le permitirían al mundo entender la historia desde un memorial, desde un museo:

«La decisión era si cremarlo o enterrarlo en un cementerio. En ese momento lo hablamos con Fredy Peccerelli director de la FAFG y él nos permite utilizar un espacio dentro de la fundación.

El museo inicia en una fase vivencial muy difícil, que es la aceptación de los hechos. Lo más doloroso que se puede tener es la aceptación de que los hechos ocurrieron, es sumamente doloroso como familiares de desaparecidos, Nunca nos preparamos para el momento de encontrarlo, esto es lo que más preocupa, es difícil prepararse para el momento de encontrar a un familiar, pero estamos tratando desde el museo de preparar desde la experiencia propia de cómo vivir ese momento al encontrarlos.»

Visitando el museo

Por la decisión que tomó la familia y las gestiones que hicieron, los directivos de la FAFG les dieron un primer ambiente en donde están sus oficinas para que la familia materializara una de las decisiones más importantes de sus vidas, la de colocar y exhibir los restos de Amancio. Querían que este lugar fuera un espacio de recuerdo y de memoria colectiva, un espacio para no olvidar. Es una prueba contundente del terrorismo del Estado cometido contra 145 mil desaparecidos y desaparecidas durante el conflicto armado. Amancio ha aparecido y está ahí para contarnos su historia y a través de la de él, tenemos la posiblidad de conocer una parte de la historia del país.

Los muros de la casa están pintados de blanco, bajo un techo de dos aguas está el primer ambiente del museo. Cuando uno recién entra, lo primero que observa es la gigantografía con los rostros de 140 de las 183 personas que sufrieron desaparición forzada y que posteriormente fueron asesinadas como lo documenta el Diario Militar.[3]

En el segundo ambiente se encuentran cinco espacios que corresponden a las otras cinco personas que aparecieron en la misma fosa con Amancio: Moises Saravia López, Sergio Saúl Linares Morales, Juan De Dios Samayoa, Hugo Adail Mérida. La que falta es la de Zoilo Canales Salazar que acaba de ser identificado. En éste mismo espacio está una muestra fotográfica de Daniel Herandez-Salazar titulada “Revelación… El poder de la memoria en el país del olvido”, montada para el segundo aniversario del museo en el 2014.

En una de las paredes están las fotografías de Mario López Larrave, Manuel Colom Argueta, Oliverio Castañeda De León, Antonio Ciani García y Alberto Fuentes Mohr quienes fueron asesinados también por las fuerzas del Estado durante los años setenta y ochenta. Debajo de ellos aparecen las fotografías de Florentino Gómez López, Ismael Velásquez Ortíz y Edgar René Aldana Ruano, sindicalistas desaparecidos de la Central Nacional de Trabajadores –CNT-.

En el centro de otro de los ambientes se encuentra ubicada en la osamenta de Amancio colocada dentro de una urna de vidrio, hablándonos, dando su propio testimonio con su presencia . Detrás en la pared está expuesta la ropa que él llevaba  el día de su captura. El  pantalón con el que fue encontrado y un texto que escribió su compañera de vida

“El último recuerdo que tengo fue verlo vestido con un pantalón jeans marca Levis color azul y camisa blanca de manga corta. Esa mañana preparé y le entregué su ropa…”

María Del Rosario Bran de Villatoro.

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Una chispa para entender la historia

En el museo trabaja Salomón Estrada Mejía, que con su sonrisa amplia y franca recibe a quienes lleguen de visita. A través de sus palabras y sus relatos nos traslada hacia nuestra memoria reciente. Mediante una conversación amena contextualiza y narra la historia del país, principalmente los hechos ocurridos durante la década de los años ochenta.

Salomón paciente y detalladamente explica sobre el Diario Militar y la importancia de continuar empujando los procesos de esclarecimiento y búsqueda de los desaparecidos en Guatemala. Igual que la familia de Amancio, él ha dedicado más de 28 años a la búsqueda de uno de sus hermanos desaparecidos: Félix Estrada Mejía, quientambién aparece en este documento.

Desde que abrió sus puertas, el museo ha recibido muchas visitas de estudiantes de universidades del país, de educación media, también personas de los distintos movimientos sociales, sindicalistas del país como de los Estados Unidos, entre otros.  El libro de visitas está lleno de firmas y recuerdos de personas de Japón, Alemania, Suecia, Bélgica,  México, El Salvador etc…

De otros pueblos apoyaron para que Samuel Villatoro -uno de los hijos de Amancio- llevara fuera del país la experiencia del museo. Así, el caso de su padre y la lucha por la memoria ha podido darse a conocer en República Dominicana, Filipinas, Estados Unidos, México. Nestor -otro de los hijos- ha hecho lo suyo posicionándolo en Holanda, Bélgica, Brasil y muchas partes de los Estados Unidos.

El Museo cuenta con el apoyo de la FAFG para seguir contando con los espacios físicos de la casa y con aportes de amigos, familiares y la solidaridad que llega de otros lugares, peor desde su inicio se enfrentan a la dificultad económica para el funcionamiento. Samuel lo ve como un reto pero no como un obstáculo para continuar con el trabajo.

Lucía Cuevas ha aportado mucho con el documental llamado El Eco del dolor de mucha gente. Lleva con ella la mención del esfuerzo del museo en distintas partes del mundo junto con su documental”.

Este pequeño gran museo abre un camino y una esperanza para otras personas y se suma a los esfuerzos por la memoria y la justicia, en estos días tan convulsos en los que se hace imperativo no olvidar.

Décadas de preguntas sin respuestas

Este museo nace de la necesidad de hablar, de contar, de expresarse que tiene la familia Villatoro: Nestor, Samuel, Norma Carolina, Sergio y María del Rosario Bran. Esta familia, como otras cientos más en Guatemala, ha guardado por décadas silencio, ha esperado en silencio el momento en el que puedan saber qué pasó con sus seres queridos.

Cuando un familiar ha sido desaparecido, el tiempo transcurre lleno de preguntas sin respuestas  ¿Por qué? ¿En dónde están? ¿Quién les hizo esto? ¿Por qué se los llevaron? Vivir la experiencia de desaparición forzada es parte de experimentar el horror de la represión que mantuvo por décadas todo en silencio, ese mismo silencio que buscan imponer sobre el genocidio que niegan, a pesar que ya existe una sentencia histórica.

En la capital, como en otros lugares del país, muchas familias guardaron silencio, la historia no se contó, el miedo ha logrado contener la verdad y la memoria. Poco se ha contado sobre lo ocurrido a cientos de personas sindicalistas, estudiantes, obreras, por mencionar algunos sectores.

“Nos obligaron a ocultarlo, a mantenerlo oculto por muchos años, desde nuestra niñez y adolescencia casi por treinta años. Muchas veces por el temor a tocar un tema que hablarlo en Guatemala era casi sentencia de muerte.”

 “Es cuando aparece mi padre que decidimos romper con ese silencio y comenzamos a hacerlo mucho más público, decidimos dar a conocer su historia y la historia de más de 45 mil desaparecidos y aportar en la lucha de 45 mil familias para que continúen buscando a su ser querido.”

La importancia del museo tiene justo ese valor: mantener viva la memoria. Samuel, Salomón y los demás familiares de desaparecidos retan cada día al olvido. El museo muestra a la sociedad y al mundo la lucha por la memoria, por la justicia y que ojalá ésta alcance a los responsables de la desaparición forzada.

El Diario Militar

El Diario Militar es un documento desclasificado del ejército de Guatemala que apareció en febrero de 1999. Una persona se puso en contacto a Kate Doyle, una analista norteamericana que ha trabajado por años en archivos de seguridad de los EEUU. Durante una visita que realizo a Guatemala, ella recibió un documento de 74 páginas, escrito principalmente a máquina y con algunos apuntes hechos a lapicero, que también contiene las fotografías de algunas de las personas que fueron secuestradas y desaparecidas.

El Diario Militar contiene descrita la desaparición de 183 personas identificadas como miembros de tres de las cuatro organizaciones guerrilleras (Fuerzas Armadas Rebeldes – FAR, Partido Guatemalteco del Trabajo – PGT y Organización del Pueblo en Armas – ORPA)  ocurrida durante el gobierno militar del General Óscar Humberto Mejía Víctores. En la mayoría de los casos en este documento, el ejército describe cómo, cuándo y dónde fueron capturados, y en él aparecen las fichas de seguimiento de cada persona y el uso de códigos como “300” que significa que fueron asesinados extrajudicialmente “… en esencia era un registro militar de los desaparecidos”.[4]

Amancio Samuel Villatoro forma parte de los 183 casos de desaparecidos y desaparecidas entre los años 1983 y 1985 contenidos en el Diario Militar. Aparece en la página 18 del documento con el código Y-55. La Y significa que formaba parte de las FAR y el número de militante detenido de esta organización.

“Mi padre es una evidencia de lo que sucedió, una evidencia física de la responsabilidad del Estado y la confirmación de la participación del ejército y la policía nacional en la desaparición forzada de quienes aparecen en el Diario Militar”.

Las familias de 28  de las 183 personas que aparecen en el “Diario  Militar” demandaron al Estado de Guatemala ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos –CIDH- por ser responsable de desaparición forzada y, por tanto, por la violación de los derechos a la libertad personal, a la integridad personal, a la vida y al reconocimiento de la personalidad jurídica.

Visite el  Museo de los Mártires del Movimiento Sindical, Estudiantil y Popular

Atención: De lunes a viernes de 8 AM a 4:30 PM.

Dirección: 1 calle 1-53 zona 2 Guatemala. Parque “El Sauce”.

 

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[1]León Gieco, canción “La memoria”

[2] Samuel Villatoro. Entrevista sobre su padre Amancio Villatoro. Guatemala año 2013. Los testimonios que siguen son de la misma entrevista.

[3]Cuarenta y dos de los casos restantes fueron puestos en libertad. Uno de ellos Álvaro Sosa quien logró escapar para poder salvar su vida.

[4]Kate Doyle en el Video documental Granito de arena «como atrapar a un dictador» de Pamela Yates marzo 2012.