Comentarios al libro “Retrato en Negro de los Medios de Comunicación” de José Manuel Chacón. (Filóchofo).
Por: Andrea Ixchíu Hernández, Prensa Comunitaria.
*Texto compartido el 5 de mayo de 2016 en la presentación del libro “Retrato en Negro de los Medios de Comunicación” de José Manuel Chacón. (Filóchofo) En la Casa de Cervantes, Ciudad de Guatemala.
Los medios tradicionales están en jaque, ya que rompiendo con muchas de las ideas de la modernidad y el pensamiento positivo y su discurso, el nuevo periodismo que se construye en el mundo se revitaliza. Nosotros: la gente de a pie, las comunidades, desde abajo construimos nuevos relatos y ya no nos dejamos mal representar en los medios de comunicación.
Con los aportes que ha traído la revolución de la tecnología de la información, como nombra Manuel Castells al conjunto de cambios en la generación, procesamiento y transmisión de la información desde la primera imprenta hasta los dispositivos electrónicos portátiles, se ha transformado la forma tradicional del ejercicio de la comunicación y se ha dado acceso al ejercicio del periodismo a nuevos actores. Ya que como bien documenta y relata este nuevo libro, muchos medios de comunicación históricamente han jugado un rol en función y en favor de los intereses económicos y políticos de los ricos y poderosos en Guatemala.
Ahora en estas sociedades de red, siguiendo con el análisis de Manuel Castells, y que como bien describe el periodista Raúl Zibechi, en dónde antes habían medios SOL, astros centralizadores, que quemaban e imponían sobre nuestra piel sus ideas, hoy en día, quienes éramos simples receptores de la información podemos intervenir directamente en la comunicación, podemos construir nuestros relatos, podemos habitar la comunicación y constituirnos en un medio.
En el caso específico de Prensa Comunitaria hacemos síntesis invocando desde la Contra Cumbre de Seattle de 1999 hasta la experiencia comunitaria de hacer comunicación. Se habita y construye desde lo digital y luego se expande a las radios, a las asambleas y colectivos, también en redes junto a otros medios de comunicación en el continente. Fijamos una posición, respecto de las temáticas, e intereses. Nos interesan las comunidades, los casos comunitarios, la vida comunitaria, tanto porque de ahí venimos, como porque sostenemos vínculos de afecto y trabajo comunitario. Frente a los medios de información corporativos en el país, la criminalización de las personas y la lucha de las comunidades por cuidar lo último que queda, la tierra, la vida, frente al Estado y las empresas, entendimos que debíamos generar información y comunicación que le permita a la sociedad analizar, comprender, reflexionar y accionar de manera crítica frente a la realidad que vivimos.
Estar con la gente, en sus hogares y en los lugares en donde están escribiendo la historia y para nosotros escribir la historia en presente nos ha dado inmensas alegrías y satisfacciones, pero también hemos estado en riesgo, ya por tres años de realizar esta labor, hemos pasado serias agresiones, amenazas e intimidaciones y junto a otras personas, entre ella autoridades comunitarias, hemos enfrentado una campaña de descomposición social, difamación y amenazas.
Hemos visto y vivido el impacto de nuestro ejercicio, en la posibilidad de romper el cerco mediático en momentos claves, en dónde el aparato hegemónico impone una verdad única. Hemos ido aprendiendo que todo este ejercicio implica de ciertas técnicas y conocimientos que vamos aprendiendo y agregando sobre la marcha. Echamos mano de nuestra experiencia comunitaria, de las ciencias sociales y del conocimiento de los propios sujetos.
Es ante esta emergencia de espacios nuevos de comunicación, desde los márgenes del relato hegemónico, dónde empiezan a aparecer muchos relatos más, contados por la gente común, de lo más diversa y desde abajo. Las y los ninguneados de siempre. Los que somos objetos de estudio y/o de mercado: las mujeres, las y los indígenas, las y los negros, la juventud, niñas y niños de todas las edades y diversidades sexuales posibles, que siempre hemos sido situados en el escalón simbólico más bajo del imaginario político – social. Los que somos estadísticas y cifras en los relatos hegemónicos y en los discursos politiqueros.
Sujetos, que vale mencionar hemos sido ninguneados por organizaciones sociales, partidos políticos y algunos sectores de la academia, que todo el tiempo encuentran razones para no considerarnos sujetos, sino apenas seguidores, aplaudidores, personas que sólo entran en la historia a través del discurso de dirigentes, en general hombres, bien hablantes y, por tanto, referentes ideales para que otros opinen sobre nosotros.
Y es ahí, en esa posibilidad de romper con ese ningueno que este libro, Retrato en Negro de los Medios de Comunicación, presenta 10 episodios, ilustrativos e ilustrados, sobre la historia de los medios de comunicación en Guatemala, su ideología, sus propietarios, su rol respecto de los partidos políticos, el rol que asumieron durante la guerra y luego de la firma de los acuerdos de paz. Este libro se presenta en un momento interesante, en esa emergencia de proyectos de periodismo y comunicación comunitaria, alternativa e independiente. Qué con sus aciertos y errores luchan por consolidarse y brindar un abanico de información diversa, en una sociedad gobernada y manipulada mediáticamente desde la impunidad, la mentira y el engaño.
José Manuel Chacón, el Filochofo, es y ha sido un gran educador, que entiende las lógicas en las que se mueve el pueblo y las retrata agregando ironía y humor. Desde sus libros: la Canción del Grillo, Tierra, Tierra, la Otra Historia, y el Profeta Incomodo, ha sido responsable de educarnos a varios connacionales, que a través de sus dibujos empezamos a hacer nuestros ejercicios de pensamiento crítico. Sus aportes en la divulgación de temas históricos, políticos y sociales son importantes para dar muestran que con una actitud crítica una persona puede empezar a romper con el pensamiento único y marcar a varias generaciones.
Retrato en Negro de los Medios de Comunicación, ayuda a romper con la monocromía en nuestra comprensión de los medios de comunicación y contrastar el relato, análisis político, histórico y periodístico que existe, frente a los que se construyen hoy, que al igual que el efecto del prisma sobre la luz, muestran un abanico de colores en el cual caben muchas formas de ver y sentir el mundo, que se contienen cada cual con sus matices, gradaciones y escalas. Este libro es muestra de cómo nuestra historia, la de la gente común no puede reflejarse en un papel tapiz de un solo color o en un relato único que siempre será afín a las clases dominantes. Puede compararse la existencia de una historia monocolor a los monocultivos, homogéneos, iguales a sí mismo, un desierto incapaz de reflejar la diversidad de la vida real de los pueblos que hacen la historia.
Agrego, a manera de epílogo, que si a los puristas, específicamente a los medios voceros que defienden los intereses del poder en turno, que han sacado al Filo de sus medios, por considerar que influye de manera negativa en el criterio de la población, solo eligen observar el árbol y no el bosque.
Esos medios y sus intelectuales, quienes muchas veces son los mismos que responsabilizan a la comunicación alternativa, de fomentar criterios parciales y tendenciosos en la ciudadanía, deberían considerar que en todo caso, el problema no son los medios, sino el sistema educativo incapaz de formar periodistas con criterio propio por así convenir a sus intereses y que por eso entonces asumimos un nuevo rol nosotros, los comunicadores comunitarios que queremos romper ese cerco mediático.
De todo esto y más da cuenta Filochofo a lo largo de las 174 páginas que componen este libruco, que les invito a devorar y abrir al dialogo.
Publicado el 6 mayo, 2016 en Guatemala. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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