Madre sin hijo
Por: Lucrecia Molina Theissen
Como una planta arrancada de la tierra, su tierra, mi madre se marchita. Huérfana de su niño desde hace treinta años, siento que su paciencia se acaba y veo cómo la rabia llena su pecho cada día.
Son treinta años, como treinta puñales clavados en su cuerpo, desángrandola.
Es demasiado tiempo sin respuestas y ya se acerca octubre. Otro octubre, hecho de llantos y de lluvia, sin que mi madre sepa qué pasó con su hijo, qué le hicieron y quiénes, dónde quedó su última huella. Torturantes preguntas que le roban el sueño, sigilosas.
Texto: archivo del blog: Carta a Marco Antonio http://cartasamarcoantonio.blogspot.com/
Publicado el 11 abril, 2016 en Guatemala. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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