
Imagen de la película «el túnel de los huesos» tomada de internet.
En Prensa Comunitaria recibimos constantemente muchas sugerencias y nuevos aportes para ofrecer a quienes nos visitan y nos leen. También hemos recibido muchos mensajes diciendo que desearían conocer un poco de historias tan reales como el mismo demonio. Por lo que con mucho entusiasmo presentamos la nueva sección historias de terror llamada «de las tinieblas a la neblina» escritas por Androxxx, esperamos que les guste y que las puedan compartir con toda la familia y amistades.
A continuación les dejamos con la primera historia.
Imagen de la película «el túnel de los huesos» tomada de internet.
Por: Androxxx
Hace unos meses la señora de a lado me pidió que entrara a su casa porque quería que yo escuchara algo. Me dió un poco de curiosidad pero también pensé que la señora exageraba un poco con el tema del miedo. Ella es una fiel devota de la Iglesia que está cerca del barrio. Acompaña a todas las cofradías y hermandades en la primera y última actividad que desarrollan. Pensé que podía ser que con tanta oración y plática sobre cosas demoniacas, del «enemigo» como le dicen, se hubiera sugestionado.
Entré a su casa, era una construcción de los años cincuenta, todavía tenía algunas paredes de adobe que sobrevivieron al terremoto de 1976. Otra parte que sí había caído nunca fue reconstruída y quedó detenida solamente con unos parales de madera. Al fondo, había dos habitaciones, una pila y una puerta de baño. El piso es de aquellos de dos colores, un amarillo y un rojo, como si fuera un pequeño tablero de ajedrez.
Cuando entré sentí la humedad de la casa, angosta en la entrada. Era como entrar a un pequeño mundo, el bullicio de la calle era absorbido por las gruesas paredes. De pronto ya estaba en otro lugar. Soy un poco claustrofóbico y sentí que me aprisionaba el espacio tan pequeño.
Ví a mi derecha y sobresalía la parte de los pies de una silla de ruedas. Había una mujer postrada en ella. Era una anciana, la madre de la señora que me había invitado a entrar. Traté de saludar pero no pudo verme, el rostro que le quedó después del derrame que la tenía inmóvil estaba volteado hacia un lado. A veces pienso que hay personas que si pudieran hablar quizá pedirían la eutanasia, pero, las familias testarudas siempre quieren a su gente viviendo todo el tiempo posible.
Estaba en estas cavilaciones cuando la señora me dijo:
– Venga, por aquí está lo que quiero que escuche
Me acerqué y trate de escuchar con total atención
– No oigo nada
-Bien, ahora se repite, escuche, se oye como un zumbido
– Pues no escucho na…¡ah bien ahí está!..¿qué sonido es ese?
-Pues si supiera le diría, por eso quise que entrara para que averiguemos qué puede ser
– Veamos…esto viene de -caminé por toda la habitación- ¡Si de aquí! sale de esta pared…¿a dónde es que va a dar esto?
– A la entrada, esta es una pared que da al zaguán.
Pegué el oido a la pared y se oía un zumbido que iba y venía
En eso recordé que llevaba mi teléfono celular así que decidí grabar el zumbido en la grabadora para después irlo a reproducir a mi casa. Después le dije a la señora:
– Me voy a llevar esto a mi casa, voy a tratar de escucharlo con todo el volúmen que pueda y le cuento qué escucho…para mí que hay cables de luz detrás de la pared o de repente un tubo con agua que se está filtrando y eso hace el ruido.
Llegué a la casa, me puse a hacer otras cosas, realmente no estaba dispuesto a dar más atención al tema del sonido de la señora. Sin embargo, hubo un momento en el que me sentí impulsado por una fuerza inexplicable. Coloqué el cable del celular a la computadora y bajé el archivo. Lo bajé a un programa de reproducción de sonidos y escuchaba el zumbido y a lo lejos unas voces que decían cosas inexplicables, algo como «derap al abirred» y esta voz se escuchaba agitada como orando y pidiendo algo. Pensé que de repente la señora tenía sintonizada alguna radio o se había filtrado una frecuencia en la grabación.
Hice algo que suelo hacer con todos los sonidos cuando los reproduzco, copie y pegué el sonido 100 veces y lo pongo a reproducir para ver qué pasa. Mi sobrino entró a la habitación y me pregunto qué escuchaba. Inmediatamente se sentó en la computadora y dió la instrucción «invertir sonido» y salió de la habitación. De pronto le dí reproducir y mi asombro total fue cuando esccuché que decía «derriba la pared». Una y otra vez se escuchaban voces que decían «derriba la pared».
Al siguiente día no esperé a que dieran ni las 8 de la mañana y fuí a tocar la puerta de la casa. Salió la señora, entré de nuevo a la casa y le pedí que escuchara. Cuando oyó el sonido volteó a ver a la mujer en la silla de ruedas y me dijo «esa es la voz de mi mamá». Casi llorando se le acercó y le dijo «¿Mamita, qué está pasando? ¿quieres que derribemos esa pared?». Mientras, me acerqué a la pared y ví que había un pequeño agujero del cual salía algo parecido a arena, se estaba rompiendo uno de los bloques de adobe. Metí una llave y me dí cuenta que el material estaba muy flojo, se hizo un hoyo. Cuando ví de pronto una pieza blanca estaba adentro, como hueso. Ahí me asuste más, le dije a la señora, «mire adentro de esa pared hay algo».
Ella se acercó a ver, tomó un tubo metálico que tenía sobre su mesa y empezó a destruir la pared. Cuál sería nuestra sopresa que de pronto toda la pared se desintegraba y junto con ella un gran número de huesos humanos, ví caer un esqueleto, un cráneo, de ahí otro y otro. Habían 5 esqueletos entre el repello y el adobe de la pared, era algo increíble. La señora no sabía qué hacer me preguntó si llamaba a la policía o qué. Eso hicimos. Junto con la policía venían dos fotografos, desde ese momento la noticia se volvió famosa. La casa de los esqueletos.
Le pregunté a la señora cómo era que su mamá había enfermado. Me conto que en esa casa vivía su papá y la señora, el papá era policía en tiempo de Arana Osorio. De pronto un día la señora dejo de hablar. Para ese entonces la señora que contaba el relato era una niña de 10 años. Después que la mamá quedo paralizada, pasarían unas semanas cuando llego un cartero a dejar el telegrama avisando que a su papá lo había matado un comando guerrillero en las cercanías de Amatitlán. No sabía más.
A los meses que todo había pasado, se cambiaron de casa, hacía otra colonia en la zona 7. Hace unos días alguien tocó la puerta de mi casa, salí y era la señora, me contó que lo inexplicable estaba pasando y era que la mamá había vuelto a hablar y que ahora parecia que hasta iba a caminar. También me conto que en la casa donde vivían antes, el esposo de la señora había hecho barbaridades y una de esas era que entre él y otros 5 más habían asesinado a varios universitarios y habían metido los cadáveres en el repello de la pared del zaguán de la casa. Dijo que cuando le preguntó si recordaba el tiempo que había estado postrada la señora le indicó que lo último que recordaba era los gritos de los estudiantes pidiendo clemencia.
Por: David Diego
8 de diciembre de 2015.- Realizamos una visita de campo con propietarios de parcelas o terrenos ingresados al Programa de Incentivos Forestales para Pequeños Poseedores de Extensiones de Tierra con Vocación Forestal o Agroforestal PINPEP para platicar sobre el tema de los incentivos que fueron ingresados por la asociación de mujeres eulalenses para el desarrollo integral pixan konob AMEDIPK de Santa Eulalia, con el objetivo de evidenciar la importancia de proteger los bienes naturales y el medio ambiente en la cual el lugar denominado xiub yayk’itx.
Se encuentra varios propietarios que están protegiendo el bosque en donde hay mucha recarga hídrica en donde hay nacimientos de agua para que las otras comunidades de la parte baja de santa se beneficien de estos nacimientos. Aunque por responsabilidad del Inab y el ministerio de finanzas muchos de estos propietarios se quedaran sin incentivo por cruces de cuentas bancarias en donde la asociacion Utz Che nos brinda asesoria técnica y jurídica, para seguir impulsando estos prosesos de protección al medio ambiente.
#Santa Eulalia