Archivos diarios: 26 noviembre, 2015

Libertad de expresión: la Corte de Constitucionalidad resuelve a favor de Francisca Gómez

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Por: Redacción Prensa Comunitaria

Francisca Gómez Grijalva fue amenazada en su libertad de expresarse, de pensar críticamente y decir las cosas como son a través de una acción de censura que se concreta en una demanda judicial por parte de la empresa Cementos Progreso.

Francisca es columnista de Prensa Libre y académica, la intención de callarla y de iniciar una persecución penal que evidentemente es política, fue después de escribir una columna[1] denominada ¿Agua o Cemento? en relación a la problemática generada por ésta empresa en perjuicio de los pueblos maya kaqchiquel que habitan las comunidades de San Juan Sacatepéquez, en concreto de la comunidad San Antonio Las Trojes I.

Entonces ésta empresa puso una demanda judicial en su contra en un tribunal, en su página web argumentando que “Como sabemos categóricamente que las acusaciones de la Sra. Gómez Grijalva son mentiras, acudimos a un tribunal para que ella se presente al mismo a ratificar, bajo juramento, que le consta todo lo que ella publicó en ese medio de comunicación[2].”

Francisca inició una nueva batalla a favor de la palabra, la dignidad de los pueblos y en defensa de la vida, ya que presentó un amparo que fue otorgado por la Corte de Constitucionalidad a favor de ella que fue conocido en una vista pública el miércoles 6 de agosto de 2014.

Francisca interpuso ¡un recurso de apelación contra la agresión de Cementos Progreso en su contra. Por lo que la Corte de Constitucionalidad, ha resuelto ampararle el 9 de noviembre de 2015.

Este es parte del dictamen:

“La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, resuelve: I) Con lugar el recurso de apelación interpuesto por Francisca Gómez Grijalva —postulante del amparo— y, como consecuencia, se revoca la sentencia impugnada. II) Emitiendo el pronunciamiento que en derecho corresponde, declara: a) Se otorga el amparo solicitado por Francisca Gómez Grijalva, contra el Juez Primero de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala; b) Se suspende el acto reclamado y se ordena a la autoridad cuestionada que emita nueva resolución que en derecho corresponde, rechazando para su trámite las diligencias de prueba anticipada y reconocimiento de documentos, promovidas por la entidad Cementos Progreso, Sociedad Anónima, en contra de Francisca Gómez Grijalva —hoy amparista— en congruencia con lo considerado en el presente fallo; c) se conmina a la autoridad reprochada a dar exacto cumplimiento a lo resuelto en el plazo de cinco días a partir de la fecha en que reciba la ejecutoria de este fallo, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento el Juez Primero de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala incurrirá en multa de dos mil quetzales (Q2,000.00), sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales consiguientes”.

No se puede permitir la persecución para quien se atreve a soñar

Con la persecución política penal, se trata de construir una “verdad” falsa acerca de quienes defienden sus derechos y luchan por una sociedad más justa. Esto esta ocurriendo en contra de decenas de personas en todo el país, como parte de esto impulsan toda una campaña de acusaciones, infamias, mentiras y tergiversación de la realidad. Se les acusa de hechos no cometidos, delitos que les hace convertirse en criminales y delincuentes, para deslegitimar la lucha misma y sus exigencias y poder actuar “legal o legítimamente” en contra de éstas personas.

La criminalización es “…la puesta en marcha por parte del Estado de marcos jurídicos, estrategias y acciones político-judiciales con la intención de dar un tratamiento de ilegítimo e ilegal al ejercicio de ciertos derechos civiles que se manifiestan en acciones tales como la manifestación, movilización, organización, reclamación pacífica de derechos, documentación y presentación de informes y defensa jurídica de personas acusadas de delitos políticos, utilizando en muchos casos, la violencia contra personas y organizaciones. La criminalización de la protesta social se expresa de diversas formas, que van desde una intervención violenta de las fuerzas de seguridad en protestas o conflictos, hasta el juicio a dirigentes sociales, allanamiento de oficinas, amenazas directas e indirectas y la descalificación sistemática de la labor de líderes sociales.” [3]

Según la anterior definición, quien criminaliza comúnmente es el Estado y las empresas. Sin embargo es una práctica social que se inserta en una sociedad con rasgos contrainsurgentes y de inquisición. Esto le ocurre a las personas  que se organizan y piensan autónomamente. Lamentablemente quienes reproducen la criminalización y el estigma de cualquier manera, en última instancia fortalece el poder de las élites. Ha sido una herramienta utilizada en todo el mundo en las últimas décadas como parte esencial de la aplicación de las políticas neoliberales: “La criminalización de los movimientos populares forma parte de un repertorio global de acciones y prácticas de control social, con las que el poder organiza su gobernabilidad, a fin de continuar el proceso de reproducción ampliada y por desposesión (Harvey) del capital”. [4]

Para el bloque de poder y sus expresiones empresariales, finqueras, gobierno y el narcotráfico, la lucha social  “atenta directamente contra esa necesidad estratégica que tiene el gran capital y porque estas luchas, en su lógica, son un mal ejemplo para otras zonas del mundo cuyos territorios están siendo apropiados por el gran capital y sometidos a procesos de extracción agresivos”.[5]

La criminalización se basa sobre todo en acciones judiciales y mediáticas, en esto  los medios corporativos están jugando un papel clave para influir la opinión pública, la mayoría de veces el discurso que manejan es el mismo que las empresas y el gobierno y que buscan deslegitimar las acciones de la población organizada, pero también se utiliza operaciones psicológicas como la difamación y el rumor que busca la descomposición social, la división comunitaria y que en última instancia generan desconfianza y aislamiento de las luchas y de las personas.

En última instancia pretenden las empresas nacionales y transnacionales  “apropiarse de todas las posibles fuentes de energía existentes en el mundo como una necesidad estratégica para el mundo industrializado y el gran capital, y es eso lo que dirige y explica sus intereses por apropiarse de las tierras guatemaltecas donde existen este tipo de elementos de la naturaleza”. [6]

La estrategia de criminalizar y judicializar a las personas está siendo utilizado en contra de los movimientos indígenas, campesinos y en defensa del territorio de base comunitaria, de periodistas, columnistas, académicos y académicas, abogados y defensoras de derechos humanos que se niegan a aceptar el modelo vinculado a la globalización. Que en este caso se expresa en los megaproyectos como la minería a cielo abierto y  la explotación de la naturaleza como el agua, el petróleo, los agrocombustibles, la militarización, la negación de la historia y el genocidio.

Nos queda una importante tarea: dudar, no creer en el discurso oficial y de los grandes medios corporativos, no dejarse llevar de versiones cargadas de prejuicios, rumores y difamaciones sino pensar críticamente y por nuestra propia cuenta. Y lo más importante defender que la libertad de expresión, las diferencias de ideas y de pensamiento son derechos a defender y respetar.

[1] 2 de junio de 2013. Prensa Libre. http://www.prensalibre.com/opinion/Agua-cemento_0_860913929.html

[2] http://www.cempro.com/aclaracion

[3] Echeverría, Jennifer. “Criminalización de la protesta social.” Comisión Internacional de Juristas. Guatemala.

[4] Korol, Claudia y Longo, Roxana. Criminalización de la pobreza y de la protesta social. Buenos Aires, 2009. Editorial El Colectivo. En este texto utilizan las categorías que usa David Harvey en relación con el modelo de acumulación al que Marx llamó acumulación originaria de capital, en este contexto de manera ampliada.

[5] Korol, Claudia y Longo, Roxana. Criminalización de la pobreza y de la protesta social. Buenos Aires, 2009. Editorial El Colectivo.

[6] Ispanel, Patricia. Criminalización de la lucha y violación de derechos humanos. CEIBA. 2010.

[7] Una buena parte de este texto fue escrito por Quimy De León y Norma Sancir e información de Francisca Gómez.

Conversatorio para conservar los bosques milenarios en Totonicapán.

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#Totonicapán

En uan de las intervenciones un vecino habla del programa de fertilizantes de está haciendo un daño al ambiente. «Es un programa clientelas del gobierno y lo que está provocando es esterilizar la tierra y provocando nitrógeno y potasio que contribuyen con la destrucción del ambiente».

Concluye que de nada sirven las diversas acciones a favor, si se continúa con estos programas de fertilizante.

Manuel Ajpop vicepresidente de recursos naturales entrante.

Fotos e información: Lepoldo Batz

Día de la Resistencia en Mezcala, Jalisco.

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#México

El 25 de Noviembre 2015 en la comunidad indígena Coca de Mezcala en México, el pueblo Coca celebró el 199 Aniversario de la gesta en la que lograron derrotar la ejército realista español y les fue concedido el armisticio después de 4 años de resistencia en la Isla que es el corazón de la Comunidad. Después de los actos oficiales en la isla y la comida colectiva, dentro de los actos festivos fue presentado el Titulo Primordial que sera repartido a las familias de la comunidad y los abogados explicaron las recientes sentencias en que se dio la razón a los comuneros frente al invasor del cerro del Pandillo.

Esta es la lucha y resistencia del pueblo Coca.

Texto y fotografías por: Santiago Bastos.

De la ciudad y su historia. Comentarios a partir de la lectura de El trueno en la ciudad

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Por Ana Lucía Ixchíu

 

El trueno en la ciudad

No sé si se trate de los relatos o las memorias de una historia de la  derrota,  yo más bien las llamaría,  relatos de la lucha de mujeres y hombres valientes, que ofrendaron sus vidas en la lucha por la defensa de sus ideales. Igualdad, educación para todas y todos, salud, trabajo, comida, expresión, arte y el derecho a la vida, pero a una vida digna, no a la vida sumida en la  esclavitud, a la tiranía y al abuso por parte de gobiernos al servicio del poder económico, responsable de lo que lamentablemente somos hoy como país: La ciudad de Guatemala se encuentra entre las ciudades más violentas de  Latinoamérica, con 16 personas muertas al día en el 2014, y el país ocupa hoy el 7º lugar entre los más corruptos en el mundo.[1]  El trueno en la Ciudad es la memoria de las lecciones aprendidas y vividas, las narraciones de la lucha que vio y vivió esta ciudad. Quien diría, que en esta ciudad de la furia,  se haya engendrado y renacido tantas veces el hombre nuevo.

La ciudad de la furia

Imposible evadir la gran cantidad de imágenes que se disparan dentro de mi cabeza, como un trueno que estremece y eriza mi piel. Se instala en mi cabeza un retroproyector que dispara 1000 imágenes por segundo, que hace verme dentro de los relatos de esta ciudad. El trueno en la ciudad es parte de nuestra historia, es tan nuestro como de Mario, es tan nuestro, como lo es para los personajes que encarnaron sus historias. En esta ciudad que duele tanto, esta ciudad que ha visto tanto, esta ciudad por donde hemos caminado, llorado, pasado hambre, sufrido  un asalto, gritos, violencia, es en esta ciudad se desarrollaron los capítulos de una guerra y las calles fueron testigos tangibles de ella. Porque para mí las calles y todo lo que las conforma en infraestructura, son los testigos que cuentan las historias. Podríamos  hacer un recorrido por la arquitectura de esta ciudad, y enterarnos de mucho de lo que ha pasado en ella, es imposible borrar del todo la memoria.

Coincido con un amigo muy querido, en que, al leer El trueno en la ciudad, se tiene frente a los ojos, acaso la mejor crónica urbana escrita en este país sobre esta ciudad (o al menos lo es para mí). La impecable narrativa de Mario, que nos transporta, a vivir junto a él, cada uno de los relatos y vivencias de la guerrilla urbana., durante la lucha revolucionaria. Las ofensivas militares de la guerrilla lograron asestar golpes fundamentales al enemigo, con una estrategia que incluía entre sus ingredientes la organización, el trabajo de contrainteligencia  y mucho de intuición. Esto, a pesar de lo limitado de los insumos que se conseguían, dadas las dificultades de la vida en la clandestinidad.

Imposible despegar la mirada de este libro, cada una de sus páginas, nos sumerge en un viaje al pasado, al vivir diario de esta ciudad. Y pensar que muchas casas de distintas zonas albergaron familias, historias, amores, alegrías, peleas, reuniones, documentos, la vida misma y junto a ellas, los sueños de muchas mujeres y hombres. Esos mismos sueños que siguen vigentes y se mantienen vivos entre  muchos y muchas  de nosotros.

La vida en la clandestinidad es un fino arte del disimulo, un tanto de cinismo y  la habilidad de actuar y pensar rápido en un momento de peligro, el fino arte de la puntualidad puesto que un minuto de atraso podría costarle la vida a un compañero. Muchas veces, cuando voy parada en el transporte colectivo y debido a la enorme cantidad del tráfico, el bus se detiene justo al medio del puente “El incienso” y el escenario me hace pensar que la lucha en esta ciudad también era una lucha de clases. Cito textualmente unas líneas en que el autor nos habla al respecto:

 “La estrategia revolucionaria en un país complejo no puede basarse simplemente en la astucia de una élite inteligente. Núcleos de conspiradores profesionales, orientados por las ideas de la clase obrera, habrán de organizar pacientemente a las masas, y en el proceso aleccionador de la lucha de clases, las llevaran del reclamo por los bienes elementales a pelear su derecho a gobernar el mundo; las llevaran de la lucha por el pan y el trabajo a los recios combates con piedras y barricadas; a enfrentar con canicas regadas en el pavimento las cargas de la caballería; a levantarse en armas en los barrios populares ocupando las calles, las fábricas, los telégrafos, los nudos ferroviarios y los viejos mecanismos del dominio de clase, hasta sitiar las grandes fortalezas de mampostería, vedadas desde siempre a los pájaros.”[2]

La flor  del tamborillo

Mientras veo pasar las interminables plantaciones de palma africana, en la costa del Pacífico, la realidad de los monocultivos, pienso en que, sin duda, ese uso inadecuado de la tierra, aportará a incrementar las estadísticas de desnutrición crónica en este país y pienso también, a riesgo de que lo que escribo pueda resultar cuestionable y molesto para los que se siguen considerando la vanguardia de la “izquierda”, que si hubo un comandante con la claridad, visión incluyente que trascendía  de los intereses personales a los colectivos, si hubo alguien que analizó la realidad y las dinámicas sociales y organizativas de nosotros, los pueblos indígenas y la incorporación del arte en la lucha revolucionaria, si existió en este país un intelectual orgánico que cuestionó y evidenció las falencias y errores del “movimiento revolucionario” fue, sin duda,  Mario Payeras,  cuyo  pensamiento e ideas fueron censurados, por parte de la misma izquierda de la que formó parte.

Con la estrategia de la flor del tamborillo, Mario Payeras se refería a la lucha en la clandestinidad, la capacidad para acechar y la sutileza para emprender la retirada. Imposible no citarlo:

 “Quien piense dirigir una guerra en la selva, tiene que aprender de la flor del tamborillo. Ningún general asedia al adversario con tanta maestría, como esta flor amarilla. Todos los años toma febrero por asalto, instaura la floración total de la primavera y se retira sin ruido por las rutas de marzo”.[3]

Es importante mencionar que sus letras siguen tan vigentes en este tiempo de  capitales transnacionales, donde el valor de las personas se mide por cuanto tienen en los bancos y no por sus ideas, donde está prohibido  soñar  y donde por fortuna aun amanece gratis.

Esta ciudad, a la cual todos tenemos derecho, llegó a ser un talón de Aquiles para la insurgencia, los ojos del país entero estaban sobre esta ciudad y cabe mencionar que no sólo los ojos del país, también lo estaban los ojos de países que tenían sus intereses particulares en lo que aquí sucedía. El trueno en la ciudad son los relatos de batallas donde se perdieron mucho más que vidas de compañeros revolucionarios, también se perdió la esperanza de un mañana diferente en este país, algunos de nuestros compañeros y me atrevería a decir que la mayoría tuvieron que vivir la noche para que nosotros podamos vivir el día, algunas veces he pensado que amar es más bien una capacidad de la que no todos tienen el privilegio, amar más allá de tu individualidad, ese es el amor verdadero, amar aunque sepamos que aunque sea lo más hermoso, nos cuesta la vida.

Una ciudad olvidada

Desde que Manuel Colom Argueta dejó  la alcaldía, no ha habido un avance en el crecimiento de  la ciudad y  su desarrollo urbanístico. Muchos son los temas pendientes: un transporte que atraviese la ciudad llegando a otros municipios  y la haga contar con mayor eficacia, una solución seria y duradera al tráfico. El tema de la educación ligada al arte y otros, como el tratamiento a los colectores de aguas servidas y la densidad poblacional, hablando desde una perspectiva infraestructural, con puntos en los que nada se ha avanzado, más allá de los jardines bonitos.

Hay que poner mucha atención a la privatización del espacio público y al uso del suelo. Coincido en que esta ciudad no sólo ha crecido en jardines, también ha crecido en su pobreza y desigualdad, en delincuencia. Nadie habla de la realidad de la ciudad y del derecho que tenemos a ella, a vivir en una ciudad digna, para todas y todos, una ciudad segura y una ciudad con democracia real; donde nuestro lugar de trabajo y el lugar donde vivimos estén cerca, donde podamos transportarnos de manera, efectiva, rápida y segura, donde la recreación, el arte y la lectura sean de acceso para todas y todos y también parte de la cotidianidad.

En estos tiempos en que la revolución se hace desde los muros de alguna red social,  no ha habido un pronunciamiento serio y masivo para cuestionar  el hecho de que esta ciudad haya sido nombrada “Capital Iberoamericana de la cultura”, cuando es de conocimiento público que los recursos municipales se invierten en propaganda mediática y campañas electoreras del mismo de siempre.

Que las entradas a algunas de las actividades culturales a realizarse en el marco de este nombramiento tengan precios inaccesibles para nosotros, ciudadanos promedio. (Q500 ó más), dejan en claro que el arte y la cultura para todas y todos son sólo mientras podamos pagarlo. Las ideas con que esta gente ha venido administrando la municipalidad por décadas la han convertido en una ciudad de baches, balas y metrallas, donde ahora se combate contra las maras que surgen como producto de este sistema basado en el capital, un sistema que jamás nos ha representado.

Esta ciudad donde todos los días salimos a combatir y en la que el sólo hecho de regresar a casa es ya una batalla ganada, en que tener acceso a trabajo es para muchos una bendición, aunque nunca se mencione que esos trabajos son de esclavitud, con salarios de hambre, con horarios de 12 horas. En las maquilas, situadas cerca del primer lugar donde viví en esta ciudad, pude observar cómo, todos los días, una gran mayoría de mujeres llegaban a las 6 de la mañana y se marchaban a las 7 de le noche, contando, por fortuna con un tiempo mínimo para comer, sentadas en la calle y bajo el sol.

Sin embargo, estos lugares de trabajo que esclavizan a la personas, son muy bien vistos por los altos empresarios de este país, puesto que son, según ellos,  oportunidades para las personas, que tienen que viajar dos horas en el tráfico, parados en un bus, donde si no te meten mano, te asaltan o te golpea el ayudante. Ciudad de la segregación, donde los lugares de paseo y recreación para la población están privatizados, los parques cerrados y por supuesto que no podemos olvidar los centros comerciales, que son pequeñas burbujas aspiracionales y de segregación. En esta ciudad, el derecho de admisión a los centros comerciales está reservado. Y en este punto sería imposible no mencionar  a la hermosa Cayalá, considerada una de las ciudades más exclusivas de Latinoamérica, la cual desde mi punto de vista, no tiene siquiera un estilo arquitectónico definido y su propuesta a la vialidad de la ciudad no fue planificada tomando en cuenta el contexto de un país como este, donde allá afuera en este momento, miles mueren de hambre. Esto es algo inconcebible.

Esta ciudad no es como nosotros

Me considero parte de la lucha de esta ciudad que no duerme, esta  ciudad que no ha dormido ni descansado nunca. Me pregunto cuáles serían los pensamientos de Mario, si viera que esta ciudad es más violenta, pobre, segregada, que en aquel tiempo en que le tocó llevar adelante la lucha revolucionaria. Con el tráfico que se hace ahora, creo que la vida en la clandestinidad hubiera sido un poco más complicada, en este lugar en donde recorrer 5 kilómetros puede tomarte 2 horas; qué hubiera pasado, por ejemplo, si una de las casas de seguridad al servicio de la lucha revolucionaria estuviera sobre uno de los colectores de la zona 6, y de la noche a la mañana por la falta de mantenimiento se la tragara la tierra. Qué pensaría nuestro autor de ver cómo, de manera perversa afirman que esta ciudad es como tú.

Yo no me siento parte, yo estoy siendo excluida, puesto que esta ciudad sucia, con olor a orina a la cual no me siento incluida, es la capital iberoamericana y quizá mundial del racismo, la discriminación, la explotación. No soy yo, pues tampoco estoy llena de baches, humo y tráfico No me siento identificada, ni pienso que la ciudad sea como yo, pues si la ciudad fuera como yo o como todos nosotros la deseamos, estaría llena de espacios para pintar, de teatros, de escuelas con bibliotecas y libros, de hospitales con comida y medicinas, de trabajo digno, de inclusión a nosotros los indígenas que nos toca migrar de nuestros pueblos a esta jungla de concreto, como le llama mi padre. Si la ciudad fuera como yo la quiero, no habría hambre, ningún chofer seria asesinado y jamás una niña seria violada. Creo que para estos tiempos tan obscuros, la vida en comunidad debe ser una forma obligatoria para todas y todos  nosotros y, porque no deberíamos de hablar de una democracia radical y del municipalismo libertario como una forma digna de vida para todas y todos en esta ciudad, como una columna vertebral de una sociedad liberadora, enraizada en el principio ético antijerárquico de unidad de la diversidad, autoformación y autogestión, complementariedad y apoyo mutuo[4].

Cuando contemplo el cielo estrellado en las montañas del bosque  comunitario, pienso en él, en Mario, a quien conocí a los 13 años con sus Poemas de la Zona Reina, en la importancia incalculable que tiene su obra en mi vida. Una con tanta vigencia para este país, que tristemente, no ha salido del colonialismo. Las historias que me contó mi padre sobre su vida en las fincas  siguen vigentes, los pobres de dinero se han vuelto más pobres y los ricos de dinero cada vez generan más asco con su acumulación de bienes.

Pero algo tengo muy claro: los ricos de dinero serán siempre y de manera  institucionalizada, pobres de mente, jamás conocerán en su vida el amor que trasciende los intereses personales. Ni volviendo a nacer podrán saber lo que es luchar por ideales una guerra de guerrillas, las calles jamás les guardaron secretos para el amor, al contrario, los secretos que esta ciudad les guarda, son los del odio y la impunidad. Con nostalgia recuerdo ese día, como si fuese ayer, en que comprendí porqué aquí la realidad todavía está en guerra con los pájaros.

Esta oportunidad de comentar un libro de Mario, es para mí un honor. Pensar en sus alas de mariposa es poder sentir junto a él, la sensación de ser realmente libres.

Notas

[1] Periódico Diario LA HORA, 16/01/2015, Columnista: Raúl Molina.

[2]  El Trueno en la ciudad. Tercera edición, año 2006, editorial: Ediciones el pensativo. Cap. Las ideas de marzo, pág.  27.

[3] Libro: Poemas en la zona Reina, Mario Payeras.

[4]  Seis tesis sobre municipalismo Libertario. Murray Bookchim,1984

La Caravana por el Buen Vivir en Monte Olivo

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Por: Rony Morales UVOC/Prensa Comunitaria.

Monte Olivo se encuentra en el municipio de Cobán -Alta Verapaz-, en el territorio del pueblo Maya Q’eqchi’. Las comunidades que se encuentran a lo largo del recorrido del Río Dolores decidieron desde hace varios años atrás fortalecer la lucha por la tierra y la defensa del río, especialmente frente a la explotación laboral, el despojo de la tierra y el saqueo de los bienes naturales. La problemática en esta región se agudiza con la compra por parte de la empresa Hidroeléctrica Santa Rita, S.A  de una parte de la finca del mismo nombre, para la construcción del proyecto hidroeléctrico Santa Rita, que pretende producir 19.47 MW sobre las aguas del río Icbolay. Este proyecto no es el único: la empresa Hidroeléctrica Raaxha, S.A, tiene planificada la construcción de otra planta hidroeléctrica más.[2] Además de estos dos, se encuentra el proyecto Central Rocjá Pontilá,de la empresa Proyecto de Desarrollo Integral Pontilá S.A.[3]

En el marco de lucha y resistencia, por medio de los colectivos Ceiba, ASOMADIC y UVOC, llega la  Caravana Mesoamericana por el Buen Vivir, que escogió Monte Olivo como una de las comunidades a visitar en un recorrido que dio inicio en Morelos –México-, pasando por diferentes pueblos que luchan, resistente  y recuperan la madre tierra.

La Caravana del Buen Vivir es una red de intercambio de experiencias, diálogos y aprendizajes; un proceso de soluciones a las problemáticas constantes del medio ambiente. Por eso decidieron trabajar en colectivos en acción por el buen vivir, para realizar diferentes tareas de gestión y comunicación que comenzaron a hacer germinar la semilla

Caravana Mesoamericana para el Buen Vivir de los Pueblos en Resistencia llega a Monte Olivo, territorio Q´eqchi´ donde las personas dependen del rio Dolores, sus bosques y la tierra para la subsistencia de esta comunidad. Este intercambio mutuo entre naturaleza y los seres humanos se ha visto amenazado  y se ha vuelto más difícil, ya que empresas que buscan quedarse con los recursos naturales han buscado saquear esta tierra y expulsar a sus habitantes.

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Durante la estancia de la caravana se dieron talleres de tecnologías socialmente apropiadas, donde construyeron un bicimolino, un bici-desgranador y una bici-licuadora que quedaron a la disposición de la comunidad para su uso.

 Así mismo, compartimos un taller de baños composteros, que evitan el drenaje y usan los desechos para abonar la tierra: una tecnología útil en una zona afectada por la privatización y contaminación de las aguas y las tierras.

Por parte de medios, se realizaron los talleres de TV comunitaria y fotoperiodismo comunitario, en el cual se habló a los participantes sobre la importancia de empoderarnos de las nuevas tecnologías de documentación, difusión y de redes sociales además de compartirles los conocimientos básicos y técnicos para tomar una fotografía y escribir un boletín de prensa, y hacer una programa de T.V con el fin de que ellos mismos escriban su propia historia y realicen contenidos desde su cosmovisión

 La radio caravana comunitaria en Monte Olivo, donde se cree que la comunicación popular es fundamental en las luchas por la autonomía, la justicia social, y la dignidad con la participación activa y consecuente de las mujeres, niñas, niños, jóvenes y los ancianos de la comunidad; gestando allí mismo el sueño de un centro autónomo de aprendizaje y conocimiento.

Ésta es una de esas maneras, las familias de Monte Olivo no sólo van encontrando la fuerza a través de la solidaridad para continuar con su lucha, sino también para mostrarle al mundo que donde la avaricia y el odio ponen sus botas, los pueblos que defienden la vida logran que vuelva la primavera.

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