Archivos diarios: 24 octubre, 2015
Votar o no votar, no debiera ser un dilema…
Por: Carlos Ernesto Cano.
El voto o la abstinencia a ese “ejercicio” ciudadano, no debería ser un dilema y quisiera plantear la siguiente interrogante, para poder tener argumentos y decidir en la segunda vuelta de las futuras elecciones en Guatemala o porque no a largo plazo y poder contar con otros caminos y herramientas para la organización y comprender ¿qué significa ser gobernados?, el cual es resultado de la participación ciudadana este domingo 25 de octubre y quisiera que con la siguiente premisa de Pierre Joseph Proudhon, se entendiera de mejor forma que “ser gobernado significa ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, regulado, inscrito, adoctrinado, sermoneado, controlado, medido, sopesado, censurado e instruido por hombres (personas) que no tienen el derecho, los conocimientos, ni la virtud necesarios para ello. Ser gobernado significa, con motivo de cada operación, transacción o movimiento, ser anotado, registrado, controlado, grabado, sellado, medido, evaluado, sopesado, apuntado, patentado, autorizado, licenciado, aprobado, aumentado, obstaculizado, reformado, reprendido y detenido. Es, con el pretexto del interés general, ser abrumado, disciplinado, puesto en rescate, explotado, monopolizado, extorsionado, oprimido, falseado y desvalijado, para ser luego, al menor movimiento de resistencia, a la menor palabra de protesta: reprimido, multado, objeto de abusos, hostigado, seguido, intimidado a voces, golpeado, desarmado, estrangulado por el garrote, encarcelado, fusilado, juzgado, condenado, deportado, flagelado, vendido, traicionado y por último, sometido a escarnio, ridiculizado, insultado y deshonrado. ¡Eso es el gobierno, esa es su justicia, esa es su moral!”. Y seguiré estas líneas con la siguiente aclaración, no puedo incentivarlos o insinuarles a no votar, o mucho menos decirles que no lo hagan, porque al parecer estaría cometiendo un “delito” electoral y eso, en algún momento me traería consecuencias legales y quizá, me podría convertir en un preso político, la norma en este país para los que contraria al statu quo.
Dada la coyuntura nacional que vivimos en la ciudad y en los departamentos, en donde existió una movilización masiva de personas que decidimos y recién empezamos a construir y reclamar modelos alternativos de vida al impuesto por el poder, el cual, en momentos de crisis como este en el que estamos viviendo, las autoridades y las futuras autoridades responden con engaños, demagogia, cinismo e inmoralidad. Sabemos que las fuerzas represivas del estado y de la oligarquía tienen una política de agresión en contra de las mayorías, por lo que considero que, lo hasta ahora iniciado en las conciencias, en la toma de las plazas y calles, pudo haber sido el inicio para la construcción de una sociedad horizontal, solidaria, autogestora, autogobernada, asamblearia, es decir una sociedad ácrata, libertaria y basada en la anarquía[i].
Algunos sectores “progresistas” y los más conservadores plantearon y enarbolaron el discurso de las reformas estatales, las cuales sólo hicieron pétreo y eterno al actual sistema conservador y es exactamente lo que este domingo 26, legitimaremos, sí, con el voto.
Los abuelos contaban que, durante la dictadura de Jorge Ubico, votar era obligatorio, a punto de fusil llevaban a la gente a las urnas a emitir el sufragio de forma “voluntaria, pacífica y patriota”. No mucho ha cambiado en la historia de esta finca con ínfulas de país. Ahora el votar es cuasi obligatorio y condicionado a cambio de una lámina, una estufa, un vale para una bicicleta o el boleto para asistir a un programa de televisión de humor, mal humor por cierto; además, el voto está siendo más controlado que nunca, es decir el panóptico está instalado en nuestros documentos personales de identificación -DPI- , al tener insertado un chip electrónico, el cual contiene datos sensibles privados y llevará el record de cuántas veces nosotros participamos en la democracia de domingo, democracia burguesa que las élites nos hacen creer que vivimos, en donde nos hacen creer que somos importantes porque elegimos, cuando en realidad como puntualmente y de forma atinada escribe Jared Diamond un historiador, antropólogo, sociólogo y periodista estadounidense, en su libro Gérmenes, armas y acero, esto es una cleptocracia, la cual “es el dominio de los ladrones es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico”.
No queremos que el estado solucione nuestras vidas, es más, no queremos que el estado se meta en nuestras vidas y el estado nos ha generado miedo a la organización, nos ha robado la confianza en el otro, nos ha hecho creer que el vecino es el delincuente, cuando los delincuentes de cuello blanco están en las más altas esferas del “poder” ejecutivo, judicial y legislativo. La norma debiesen ser los procesos asamblearios a nivel micro, es decir en los barrios, esto haría que el miedo a la auto organización se vaya dejando atrás, en los últimos años he conocido de cerca los procesos asamblearios que manejan los pueblos indígenas en toma de decisiones y en la construcción permanente de su autogobierno, por ejemplo y sin intención de idealizar, he conocido la forma de vivir y de convivir de los 48 cantones en Totonicapán, al entender y comprender el k´axk´ol, (vocablo k´iche´) algo que se traduciría al castellano como: servicio comunitario, mandar con el ejemplo, servir a la gente y no servirse de la gente.
Por todo la anterior insisto que, en esta sociedad basada en la cleptocracia votar sirve nada más y nada menos que para elegir a nuestros futuros gobernantes, entendido desde la visión de Proudhon y todo esto lleva al hartazgo que la gente mostró en la coyuntura recién vivida en Guatemala, en la cual la gente se organizó, quizá de forma consciente o inconscientemente, y se logró que la primera mujer vicepresidente, varios ministros en este país y el presidente, Otto Pérez Molina, renunciaran antes de que finalizara el mandato “constitucional” para el cual fueron electos, todo esto a partir de la auto organización, del poder y la fuerza que ejerció el pueblo, no porque el CACIF así lo haya dictado. A la gente, al parecer, le gustó la construcción de ciudadanía (¿burguesa?) que se gestó en los meses anteriores. Se demostró que las leyes burguesas sólo sirven para ser doble interpretadas y para mantener el statu quo, las leyes sirven para generar condiciones de vida paupérrimas, miseria, etc.
Por otro lado, los conservadores de pensamiento pregonaron que la coyuntura pasada, sólo generaría un rompimiento del orden constitucional, pero el orden constitucional se violenta desde que las “autoridades” elegidas por medio del voto, no son capaces, no quieren, o no les importa la educación, la salud, la seguridad y entre otras cuestiones elementales para proteger a la ciudadanía y proveer de una vida digna y justa a la mayoría de la población.
Es por todo lo anterior que pienso y expreso que, acá, en esta finca nos sobran leyes y nos sobra gobierno y me pregunto lo siguiente, cómo es posible que ese convenio social, llamado constitución de 1985, sea el ente legal que rige nuestras vidas, si mi generación no lo firmó, yo no decidí, ni fui partícipe en la elaboración de ese marco jurídico que norma mi vida, que norma mi cuerpo, mi conducta y mi biología, al igual que la vida de la mayoría de la población guatemalteca.
Aunque algunos no hayan percibido que la coyuntura pasada fue casi peligrosa para el sistema establecido y que la gente saliera a las calles, luego de años y años de terror institucional o terrorismo de estado, es decir, terror replicado y auspiciado por parte del estado, la familia, las iglesias, la escuela, etc., pienso que sí se sembró la semilla de la organización, aunque sea de forma efímera y espontánea y veo como resultado que en el largo plazo sea posible entonces, que la autogestión, la autoorganización, la solidaridad y el apoyo mutuo sean los ejes fundamentales en una sociedad utópica y ácrata, y sean manifestaciones legítimas y que esto nos insinuó de forma muy tenue que la gente si puede autogobernarse, y todo eso asusta y pone a tambalear a las élites conservadoras de este país, a la iglesia, a la oligarquía y las personas corruptas.
Por último, termino con esta vieja pero popular y actual pinta anónima de calle: “Reformar el estado es como perfumar la mierda…”. Pero le agregaría: ver a la gente en la calle fue esperanzador, se erizó la piel, las lágrimas de alegría brotaron a la superficie y estos sentimientos nos indican que algo acá, casi cambió y algo se movió y esperó que no se haya movido, para que todo siguiera igual.
[i] Doctrina e ideología política que acentúa de manera especial la necesidad de eliminar antes que todo al estado, o sea el dominio de la ley y de la autoridad constituida en todas sus formas, con el objeto de asegurar la máxima libertad al individuo y la posibilidad de desarrollar sus mejores facultades, como la voluntad y la capacidad de cooperar libremente con el prójimo. La anarquía es rebelión a las autoridades más sagradas. Definición tomada del Diccionario de Sociología. Compilador: Luciano Gallino. Siglo XXI Editores, quinta edición en español, México, 2008.
Back to the Future (a la Tortrix)
Por: Carlos Fernández del Cid.
Pareciera que fue ayer cuando un novel candidato de bigote y escasos cabellos colochos, debatía con uno de los mejores oradores que han gobernado la finca bananera en un programa televisado que tenía como objetivo, servir de plataforma al gobernante de turno para visibilizar los magros logros del primer gobierno de la era democrática. En esa ocasión, no era una revista la que se blandía ante las cámaras, sino periódicos de la época con los cuales el entonces candidato Serrano Elías ponía en evidencia las falencias del gobierno “socialdemócrata” de Vinicio Cerezo Arévalo (sí, Arévalo como el que les arrebata el aliento a un montón aún décadas después de la ya extinta revolución y cuyos recaudos cada vez obran menos).
Algunos piensan que después de ese “debate”, a razón de espectáculo montado y con un guión urdido en algún lugar tan secreto, pero tan secreto como donde se elabora el boletín de la huelga de dolores, Serrano Elías remontó en las preferencias del voto ciudadano y llegó a la presidencia eso sí, vestido nuevamente de “gobierno socialdemócrata” por el partido Movimiento de Acción Solidaria –MAS-, con los resultados ya de todos conocidos.
Y que decir del proceso que le siguió en los que un pollo ronco de habida lengua y procedencia cuasi socialista pero candidato en un partido de fachos, se debatía con el rubio ex-alcalde con poca capacidad expresiva y de afamado carácter intolerante e hijo de las oligarquías mas rancias de Guatemala. En esa ocasión, los guatemaltecos cansados de los cantos de sirena de los movimientos “socialistoides” optaron por la derecha conservadora que colocó a uno de los gobiernos que sumió al Estado de Guatemala en la crisis económica irreversible producto de la privatización de las empresas estatales más rentables, pero manejadas de mala forma para que funcionaran ineficientemente.
Después, los guatemaltecos arrepentidos de haber metido la pata, volvimos a las urnas con poco entusiasmo y le dimos el país a Alfonso Portillo alias el Pollo Ronco, quien seguía blandiendo un discurso “socialdemócrata” en tierra de depauperados. Nuevamente, sabemos de sobra el resultado de esa elección y el costo para el desarrollo del país en el largo plazo.
Y aunque usted no lo crea, volvimos a las urnas y esta vez otro hijo de las oligarquías Oscar Berger alias el conejo, fiel defensor del Estado privatizador y fomentador de la desigualdad, disputaba la plaza presidencial con un hombre de lánguida figura, voz nasal y dificultad para hablar, nuevamente representante del discurso “socialdemócrata”.
Para ir resumiendo, esa vez ganó Berger-Stein (derecha con atisbos de neo izquierda conciliadora), luego gobernaron Torres-Colom (“Socialdemócratas clientelares 2.0”), seguidos por el infame Otto Pérez (derecha oligárquico corrupto-militar) y ahora el futuro se debate entre una Sandra Torres (“neo-Socialdemocracia 2.0 reloaded) y James Morales (derecha oligárquico cómico militar generation next)
Si Marty McFly fueran chapín, la máquina del tiempo no sería un DeLorean, pero sí un Honda Civic al estilo Pimp My Ride con aros cromados, escape tipo cherry bomb, con felpa en el tablero (faltaba más). Si ese Martin Mak Mosca (ya chapinizado el nombre), programara saltos en el tiempo cada cuatro años se toparía con un eterno loop en el que los guatemaltecos hemos decidido persistir, ese donde no hay futuro y repetimos incansablemente la formula de la desesperanza. Nos vería enfrascados en enconadas discusiones que no van a ningún lado, eso si disfrazadas de intelectualismo porque Guatemala no es un chiste como bien dicen muchos, pero si una tragedia en la que Socialdemócratas y Derechas Conservadoras han sido responsables. Me lo imagino regresando y tratándole de explicarle al doctor Emeterio Café lo jodido que está todo. Entonces urdirían un plan para ir al pasado y evitar que unas cuantas parejas engendren o evitar algunos asesinatos selectivos de intelectuales que pudieron ser la diferencia para Guatemala.
Ya de vuelta en la triste realidad, este 25 de Octubre sin importar por quien vote estará usted dando un paso para adelante y dos para atrás. Porque así viajamos los guatemaltecos en el tiempo, aunque no nos guste reconocerlo. ¿A poco piensa de verdad que uno u otra serán realmente diferentes en el poder cuando son producto del sistema que le acabo de resumir?
@carlosfercid
El telón de fondo del balotaje
Francisco Rodas Masltez
Se han dado en estas últimas semanas, dos comentarios centrales sobre el destino de los candidatos al balotaje. Sobre Jimmy Morales, pese a las críticas que cuestionan la inexperiencia del candidato o su difuso programa de gobierno, así también las hechas con una dosis agresiva de sarcasmo, se tiene la visión de que puede ganar sin dificultad; en el caso de Sandra Torres, al contrario, parece tener un horizonte cuesta arriba, donde la garantía de salir adelante pende del voto rural, de movilizar a los gobiernos locales afiliados y por apoyar al partido en el balotaje.
Así, los siguientes apuntes hacen una descripción de los escenarios por venir, basado en los resultados, es decir, omitiendo los juicios de valor programático y de perfil del candidato. Son simplemente datos que dan cuenta de los esfuerzos que deben asumir los partidos, sin que nos comprometamos a predecir el abigarrado desenlace del 25 de octubre.
Una previsión necesaria de hacer es que, el TSE suele estimar la proporción de votos por partido tomando como base los votos válidos, o sea, únicamente a quienes votaron por algún candidato. Esto a decir verdad es un reduccionismo de lo que se debería entender por “válido”. Válidos son también quienes anularon su voto o lo dejaron en blanco, ya que son una opinión que materializa el hecho de no estar satisfecho con nadie de la oferta electoral o que rechazan lo inútil del proceso de elecciones.
Desde luego el TSE, por su naturaleza, al organismo no le interesa tanto la abstención como mecanismo de expresión en el sufragio, ni a quienes desestiman a los candidatos, no dejando seña alguna que comprometa su decisión. Por ello hacemos aquí una acepción amplia del término, al incluir como válidos a todo aquel que simplemente fue a votar, lo que el TSE denomina como “votos emitidos”. Con todo y que eso no significa que los que se abstuvieron de ir a votar, el 28.7% de los inscritos, tengan un comportamiento que carece de valor, es decir que valen cero. Quien sabe y sea necesario que el TSE deje de utilizar su proverbial manera de interpretar el voto válido siendo preferible llamarlo “voto efectivo” o algo parecido.
Una victoria a rastras
Según los datos del TSE, el FCN-Nación obtuvo el primer lugar en la 1ª vuelta Presidencial-Vicepresidencial, siguiéndole la UNE en el segundo lugar (1). Aunque algunos medios difundieron la idea que la victoria de Jimmy Morales fue arrasadora, en realidad la diferencia entre uno y el otro candidato es relativamente corta: de sólo 199,788 votos, que equivale a 3.7% de los votos emitidos.
En otros términos, a nivel nacional, el FCN-Nación captó el interés del 21.7% de la población que emitió voto y la UNE el 17.9%. Una conclusión aquí es que ambos candidatos a la presidencia llevaron su caudal a rastras, que implica a su vez ausencia de hegemonía, tomando en cuenta que Jimmy Morales en los 121 municipios donde ganó, el 72.7% de ellos captó menos del 15% de la población inscrita y Sandra Torres, en los 101 municipios donde ganó el 54.7% estuvo también debajo del mismo umbral del 15% (ver mapa). Este sería para ambos, su principal talón de Aquiles y por lo que puede pronosticarse una competencia cerrada.
Los nuevos escenarios
El escenario más alterado en el balotaje está en la franja de indecisos conformada por los votantes que eligieron otro candidato diferente al de la UNE o del FCN-Nación o se abstuvieron. Esta franja coloca en rivalidad 2,662,864 de votos los cuales, dada la poca diferencia entre los dos candidatos, podría fácilmente definir la elección.
Otro factor que puede inclinar la balanza es el potencial de las alcaldías. Los resultados confirman una tendencia bien sabida, que la elección de alcalde convoca más votos que la presidencial. Tanto así que la ventaja de votos de las alcaldías comparadas con la presidencial deja un saldo a favor del primero de 235,323 votantes.
Este factor podría favorecer más a la UNE quien ganó en 61 municipios mientras el FCN-Nación no tuvo protagonismo alguno. En otro orden de ideas, dicho indicador muestra las diferencias en el desarrollo de sus estructuras organizativas. Así, el FCN-Nación alcanza para moldear un candidato a presidente, la UNE al contrario su peldaño de llegada a la presidencia se origina en el gobierno local.
La incidencia del poder local, aunque no es una regla definitiva, podría ser más viable si el número de votos que éstas alcanzaron es mayor que el candidato a la presidencia, de modo que estarían en capacidad de atraer más votos hacia un determinado candidato presidencial, siempre y cuando entre el Alcalde ganador y quienes votaron por él exista una intensa identificación o lealtad.
Siempre en la línea de destacar el posible protagonismo del gobierno local en el balotaje, su complementariedad dependería de la relación política de los alcaldes con los presidenciables ganadores en 1ª vuelta. Al respecto se proponen las siguientes variaciones de estas relaciones que pudieran darse en los municipios (ver mapa):
- Muy favorable. Establecida cuando tanto el ganador de la alcaldía y de la presidencial son del mismo partido. Ella incluso puede ser mucho mejor si la alcaldía superó en votos al candidato presidencial, debido que habrían mejores expectativas de aumentar la cuota de votos. Mientras si los resultados fueran inversos, la contribución de las alcaldías sería más modesta, aunque no por ello despreciable. Esta situación para la UNE se dio en 44 municipios, de los cuales en 21 de ellos superaron en votos a la presidenciable registrando una contribución de 10,341 votos. Esta cantidad apenas representa 0.2% de los votos emitidos para alcaldías, lo que podría llevar a pensar que las representaciones locales tendrían poca incidencia para impulsar sus candidatos presidenciales en sus municipios, pero también debe tomarse en cuenta que, la gran mayoría de ellos tienen en el padrón electoral, una población inscrita reducida: 101 municipios tienen menos de 10,000 ciudadanos inscritos y otros 77 entre 10,000 a 15,000. Para el FCN-Nación no existe un solo caso en esta situación de ganar ambos cargos.
- Medianamente favorable. Se verifica cuando uno de los partidos que van al balotaje gana en el municipio sólo uno de los cargos, sea alcaldía sea presidencial. En este ambiente los presidenciables debieron desarrollar toda su capacidad persuasiva, en un medio delicadamente ambiguo. Para el FCN-Nación, la totalidad de los municipios se ganaron circunstancias el candidato presidencial fue quien marcó el triunfo. Esto es algo inédito donde un candidato presidencial gana sin contar con un eventual apoyo de organizaciones locales. En cuanto a la UNE, que obtuvo bajo esas condiciones 74 municipios, en 57 de ellos la victoria fue marcada por la candidata a la presidencia, mientras para el cargo de alcalde se ocuparon 17 municipios.
En el anterior tipo de relación, si como se sabe, la 2ª vuelta queda supeditada a toda una suerte de alianzas y trasiego de influencias, la ventaja estaría, hasta donde es posible afirmarlo, a favor de aquellos candidatos presidenciales que perdiendo en el municipio obtuvieron una victoria en la alcaldía, sobre todo aquellas alcaldías cuyo caudal de votos supera al ganador presidencial independientemente del partido al que éste pertenezca. En el caso del FCN-Nación no hay precedentes. Para la UNE esta situación se reportó en 17 municipios de los cuales 10 alcaldías superaron el caudal de votos del presidenciable, de modo que son espacios donde puede ampliarse el número de votos. En los otros 7 municipios donde las alcaldías se ganaron pero sin superar el voto presidencial, es cuestión de defender la plaza ocupada.
- Críticos. Esta situación se dio cuando los dos cargos valuados (Alcalde y Presidente) se ganaron de manera opuesta por los partidos que van al balotaje siendo un contexto tenso en la que nadie está dispuesto a ceder el espacio conquistado. Los resultados de este arreglo fue que, en los 14 municipios donde se presentó tal situación el FCN-Nación mantuvo el dominio de la presidencia y la UNE las alcaldías. Un matiz es que todas estas alcaldías el saldo fue de sólo 5,610 votantes, siendo un monto de baja incidencia a la hora de que todos ellos fueran teóricamente captados por la UNE.
- Muy críticos. Que ocurre cuando los candidatos al balotaje no lograron ganar en ningún cargo en el municipio. Estos espacios, fuera de que eventualmente surjan alianzas, pueden considerase como los más hostiles para aumentar el caudal de votos. Tales casos se presentaron en 112 municipios, con un monto nada despreciable que pone en juego 114,409 votos.
Aparte de lo anterior, otro aspecto que debe tomarse en cuenta es la pesadilla que representa el departamento de Guatemala (Región Metropolitana) como definidor en los procesos electorales, al poseer el 23% del total de los ciudadanos inscritos, y que equivale a la suma de los tres departamentos con más ciudadanos inscritos (Huehuetenango, San Marcos y Alta Verapaz añadiéndole Retalhuleu). En la 1ª vuelta la Región aportó 22.4% de los votos emitidos, superior a la suma de los tres departamentos que le siguen, ya mencionados antes, que fue del 20.8%.
En dicha región, salvo el municipio de Chuarrancho, el FCN-Nación ganó las presidenciales en los otros 16 municipios, conquistado por un tercio de los votos emitidos (38.9%). En cuanto a cargos a alcaldías el FCN-Nación no obtuvo ninguno. En la misma región la UNE ganó únicamente dos alcaldías. Con esta distribución, el panorama en el mejor de los casos es que, el FCN-Nación afirme su posición en esta Región y eventualmente la UNE pueda recaudar un cierto número de votos de los indecisos, aunque este es un proceder que comparte con el otro partido. Sin duda, la Región Metropolitana es hasta ahora, el principal bastión de Jimmy Morales.
Debe llamarse la atención sobre el resto de partidos que no pasaron al balotaje. En su conjunto ganaron las presidenciales en 115 municipios, alrededor de un tercio del total de municipios del país, que suman un número de votos equivalente al 51.2% de los emitidos (¡2,759,737 ciudadanos!). Por otra parte, estos 29 partidos políticos y comités cívicos ocuparán 276 alcaldías, es decir, el ¡71.1 por ciento! de los gobiernos locales, siendo ganadas a través del voto de ¡1,616,743 ciudadanos! Tal estructura edil tendrá un perfil menos concentrador, aunque no sabemos durante cuánto tiempo.
Los escenarios explicados anteriormente no pretenden elaborar un pronóstico sobre la intención de voto, no obstante puede servir para captar la configuración territorial y de las teóricas capacidades de convocatoria empujadas por la figura presidencial, la actual estructura de partidos y de los gobierno locales.
Como conclusión general, factores como la estrecha diferencia de votos entre ambos partidos en la 1ª vuelta; unas victorias presidenciales de laxa representatividad; con puntos débiles y fuertes expresados en la centralidad de la figura presidencial en una caso, o por el pivote en que hipotéticamente puede convertirse el gobierno local en otro caso; además el panorama dúctil de una región clave como definidor del proceso electoral y el océano de dudas abierto por los partidos que no llegaron al balotaje, hacen divisar una competencia reñida y que si de nuevo se repite la merma en la participación, la legitimidad del poder que surja se verá otra vez en apuros.