El embajador en el congreso y la rabia popular
“No hay transparencia… no hay fiscalización“
Todd Robinson, el embajador estadounidense en Guatemala, expresó (según Prensa Libre) estas palabras. Una verdad conocida: no hay transparencia y fiscalización del financiamiento de los partidos políticos.
Es simbólico que lo haya mencionado en el Congreso de la República. No porque la mayoría de los legisladores trata de evitar el antejuicio contra el presidente Pérez Molina y de obviar reformas políticas. Esa es harina de otro costal. El meollo consiste en la implicación de los y las congresistas en redes de poder y enriquecimiento indebido. El embajador sabe que las diputaciones son los “bróker” (intermediadores) entre las redes ilícitas y los círculos de poder de las dirigencias partidarias. Sabe que hay una triangulación política-negocios-crimen, que traspasa los años y los partidos en una dinámica confusa de transfuguismo y reelección.
Los grupos de poder, -conformados alrededor de las diputaciones -, han adquirido un impacto que se compara con la “parapolítica” (un fenómeno conocido en Colombia), y los flujos de dinero hacia las campañas políticas (locales, regionales y nacional) provienen en gran parte de negocios ilícitos. Es una amplia lista de ilícitos, que va desde las plazas fantasmas hasta la manipulación del Listado Geográfico de Obras, pasando por los nexos con el narcotráfico y los sobornos de empresas transnacionales. No hablemos de las “comisiones ordinarias” por la aprobación de determinadas leyes.
Prensa Libre informa también que el vehículo del embajador fue golpeado al salir del Palacio Legislativo. No sería extraño que entre los leñazos de rabia histórica, y quién quita también haya recibido algunos golpes de diputados enfurecidos que se sienten señalados.
Publicado el 14 julio, 2015 en Guatemala. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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