Archivos diarios: 8 julio, 2015
Canción para centroamérica: sonidos de libertad
Este es un canto de libertad para Centroamérica, un himno de unión en contra de la corrupción, de los artistas nicaragüenses Mister Meli y Gustavo Bucardo.
Mister Meli, Nació en León Nicaragua, vivió su infancia en pueblo muy pequeño, un pueblo típico de Centro América donde escaseaba la Luz el Agua y el dinero. Achuapa. Desde Pequeño escribía poemas, heredaba el amor a las rimas por su abuelo Marcelo y su madre Eli ambos de apellido TERCERO. Es de allí de donde surge el nombre Mister (Mi Sangre de Tercero) y Meli (Marcelo y Eli).
En 1998 Cristofer (Mister Meli) emigró de manera ilegal a Estados Unidos, junto a su madre y dos hermanos. Un viaje que transformaría su vida para siempre. Fueron tristes y largos meses para poder llegar a su destino. Se vieron perdidos en México, deportados a Guatemala, donde vivió 3 meses mientras sus padres recaudaban dinero para el nuevo viaje.
Mister Meli empieza a escribir canciones estilo rap, por que como el dice “es la única manera en la que puedo cantar” y escribe canciones sociales, románticas y de protesta. Anterior mente Mister meli, visito Honduras, Republica Dominicana, Nicaragua, Las Vegas, Miami entre otros lugares para promover su música. Si bien el estilo de letras no es comercial. En su primer álbum independiente con el nombre de 505 logro darse a conocer y hacer una gira por todo su país natal Nicaragua. En el 2007 Mister Meli decide tomar riendas de su vida personal, Terminar su carrera universitaria y en el 2015, Mister Meli regresa con temas muy a su estilo. La canción Sonidos de Libertad junto a Gustavo Bucardo expresa la necesidad del pueblo centroamericano por luchar contra la corrupción.
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Poderes regionales y distorsión ilícita de la democracia guatemalteca – tercera entrega –
Consideraciones iniciales
La coyuntura que se desató a partir de abril de 2015, tras conocerse públicamente sobre el funcionamiento de estructuras de corrupción en y desde los niveles más altos del Estado, no solamente dio lugar a la expresión pública de repudio e indignación, sino también abre un paréntesis oportuno de reflexión sobre la experiencia democrática durante las últimas tres décadas en Guatemala.
Los casos recientes, -que involucran a los diputados Baudilio Hichos y Pedro Muadi-, son un claro indicio que la corrupción ha extendido sus tentáculos también en y desde el Congreso de la República hacia la institucionalidad regional y estructuras empresariales. Asimismo, en las pancartas de rechazo a la corrupción en varias cabeceras departamentales han aparecido de manera recurrente los nombres de legisladores distritales y autoridades municipales, reflejando la percepción de la población sobre la actuación anómala y corrupta de estos personajes regionales y locales.
En la dinámica parlamentaria de los últimos años se ha caracterizado por el bloqueo sistemático de reformas democráticas, mientras abundan las noticias sobre el transfuguismo y las reelecciones de diputados y diputadas. Esta dinámica parece no haberse agotado, ya que también en 2015 “al menos 134 de los 158 diputados al Congreso hablan de permanecer en su curul para los siguientes cuatro años.”[1]
En todo caso, sería ingenuo pensar que la reelección emana sencillamente a partir de la simpatía del electorado hacia representantes legislativos ideales y eficientes. Parece ser lo contrario, ya que “el Congreso de la República es una de las instituciones más criticadas. Más sereno es pensar que la acumulación de poder de estas las diputaciones, -especialmente las distritales- responde a momentos complejos de transformaciones contextuales y a prácticas de configuración de redes que se insertaron a la política partidista, construyendo una base electoral, social y financiera para consolidar su radio de influencia desde lo regional hasta lo nacional. En otras palabras, se constituyeron en Grupos de Poder Regional (GdPR).
El ensayo “Poderes regionales y la distorsión ilícita de la democracia guatemalteca”, -publicado en la Edición #3 de la Revista Revela (http://revistarevela.com) problematiza entorno a la sistematicidad de la perpetuidad de poderes regionales y su interrelación con un sistema democrático que se caracteriza por ser unipolar, fraccionado, apolítico y clientelar. Se argumenta la existencia de al menos 34 Grupos de Poder Regional (GdPR), -consolidados y en formación-, cuyo poder está arraigado en prácticamente todos los departamentos del Guatemala, y donde han conformado complejas redes público-privadas que controlan y manipulan el negocio de la obra pública y tejen influencias de micro-captura del Estado.
Una selección de 69 constructoras regionales demuestra que a través de estas redes se han canalizado al menos Q. 10 mil millones (US$ 1,3 billones) en contratos públicos entre 2004 y 2015, y de esta manera diversos contratistas y grupos empresariales se han constituido en el engranaje privado de estas redes. Especialmente en lo regional se ha configurado una economía informal o subterránea, en la cual la triangulación política-crimen-negocio se presenta en forma de una compleja interacción entre lo público y lo privado, lo lícito y lo ilícito, así como lo formal y lo informal.
Estos poderes se han perpetuado en y desde el Congreso de la República, -implicando alrededor del 30% de las diputaciones-, conduciendo hacia una situación endémica que es comparable con el nivel de incidencia que había alcanzado la parapolítica en Colombia. Es una paradoja que afecta la legitimidad y legalidad del Legislativo y desnaturaliza la institucionalidad estatal en las regiones. En otras palabras, se trata de la distorsión ilícita de la democracia guatemalteca. Este tipo de fenómeno, -descrito por CICIG como Red Político-Económica Ilícita (RPEI)-, no puede analizarse al margen de poderes políticos, económicos, (ex)militares y criminales que en su conjunto crearon y consintieron zonas grises en un escenario de corrupción sistémica, desmantelamiento arbitrario del Estado y criminalidad compleja en Guatemala.
Prensa Comunitaria publicará el contenido del ensayo mencionado en cinco entregas. Para ello reordenamos los capítulos a modo de conocer el fenómeno desde lo particular hacia lo general: 1. Los principales grupos de poder; 2. Las redes del negocio público en lo regional; 3. Las interacciones con actores (inter)nacionales; 4. La democracia guatemalteca y los partidos de tercera generación; y 5. Democracia y su distorsión ilícita.
Prensa Comunitaria publicará en cada entrega también los datos que sustentan la investigación; es decir, los detalles del historial político de los legisladores distritales, así como de las empresas contratistas regionales y nacionales.
[1] Fuente: Ramos, Saira (Diario La Hora): 134 de 158 diputados pretenden reelegirse; población está en contra de esa intención. Guatemala, 16 de abril de 2015.
– Tercera entrega –
Caracterización del poder regional en la actualidad (continuación)
b) Intercambio con actores nacionales e internacionales
La posición legislativa se entreteje con las particularidades regionales de los distintos grupos de poder en su capacidad de interrelación con actores de carácter nacional e internacional. En este marco, el espacio común, -el Congreso de la República-, ha convertido a los GdPR en interlocutores en los ámbitos de la obra pública centralizada, los intereses territoriales estratégicos y de la agenda legislativa nacional.
En el ámbito de la obra pública centralizada, en el apartado anterior se ha establecido que distintas entidades centrales del Ejecutivo han adjudicado entre 2004 y 2015 un total de Q. 21,9 mil millones en contratos de construcción a las 21 empresas priorizadas. Este conjunto de proveedores privados se integra por: i) empresas asociadas a la élite económica tradicional del país; ii) empresas relacionadas con actores emergentes; y iii) compañías de carácter transnacional.
Aproximadamente la mitad de estas empresas[1] son miembros de la Asociación Guatemalteca de Contratistas de la Construcción (AGCC)[2], y en ella tienen expresión las fluidas interrelaciones entre empresas tradicionales, emergentes y transnacionales. Barrientos y Figueroa (en Icefi, 2015: 91-99) exponen las formas de incidencia (e incluso captura) de los constructores agremiados a través de la influencia en el nombramiento los principales funcionarios del CIV y su representación en el consejo consultivo del Fondo de Conservación Vial (Covial). En este marco, la AGCC enfrenta dos escenarios de contradicción: a lo interno, entre las facciones representadas en la propia gremial, y a lo externo, frente a grupos empresariales[3] que han mostrado una participación creciente en las adjudicaciones centrales durante los últimos años.
El rol del organismo legislativo, -y por ende también de las diputaciones distritales-, incide principalmente en relación a las asignaciones presupuestarias. Por un lado, en el Congreso se materializa la disputa externa en torno al pago de la deuda flotante. “Dado que el dinero es un recurso fungible, los recursos líquidos pueden dirigirse a cuotas financieras a favor del CIV (es decir, a favor de la AGCC), o alternativamente a favor de los Codede y municipalidades…” (Barrientos/Figueroa en: Icefi, 2015: 111-112). Y por otro lado, las contradicciones internas (entre agremiados de AGCC) se traducen en incidencia, -no siempre en condiciones de transparencia y legitimidad-, a favor de rubros presupuestarios para determinadas obras de interés.
Ello se refleja en megaproyectos adjudicados a empresas transnacionales (miembros de AGCC): el contrato de la Franja Transversal del Norte (FTN) a favor de Solel Boneh FTN S.A.[4] en 2009 y el contrato de la carretera CA-2 Occidente a favor de Constructora Norberto Odebrecht[5] en 2012. En ambos casos se señala a las empresas transnacionales de haber efectuado pagos de sobornos a congresistas para asegurar la aprobación de financiamientos que favorecerían las obras referidas. En conjunto, los concursos de la FTN y de la CA-2 representan el 24% (US$ 665 millones) del total adjudicado a las 21 empresas en el periodo 2004-2015.
Las confluencias y contradicciones en relación a intereses territoriales estratégicos involucran a las diputaciones distritales como mediadores políticos en sus regiones específicas y como operadores de status quo. Esta forma de intercambio con actores de poder se produce en un contexto que se caracteriza por transformaciones económicas que, -a más de dos décadas después del Consenso de Washington,- toman curso hacia “una economía sustentada principalmente en tres ejes de acumulación: los megaproyectos (construcción de infraestructura vial, puentes, aeropuertos, puertos; call centers, turismo corporativo, centros comerciales, corredores tecnológicos, hidroeléctricas); la producción de cultivos para producción agroindustrial y combustibles así como la explotación y mercantilización de las riquezas naturales (industria extractiva)” (Palencia, 2014: 13).
La confluencia de intereses petroleros, turísticos y ambientales[6] alrededor de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM) en el norte del departamento de Petén ilustra la complejidad de intercambios que se producen entre GdPR y actores económicos. El área de la concesión petrolera 2-85, -otorgada inicialmente por un plazo de 25 años a Basic Resources[7] en 1985-, quedó tras la creación legal de la RBM en 1990 en una zona intangible de esta área protegida. En la coyuntura alrededor del vencimiento de la vigencia de la concesión en 2010, se desencadenó una polémica sobre la legalidad de una posible prórroga, que en todo caso terminó en la ampliación de la licencia petrolera a favor de Perenco.
“Lo importante del caso no son tanto los hechos en sí, sino la capacidad demostrada por PERENCO de intervenir en distintos niveles para generar las condiciones que influyeron en el resultado favorable de la polémica. Uno de los espacios claves fue el Congreso de la República, donde Manuel Baldizón y Manuel Barquín han sido los operadores políticos directos de la Ley de FONPETROL, cuyo andamiaje legal permitió por un lado la ampliación de la concesión petrolera, y por otro lado, logró tocar intereses claves de los actores que intervienen en el entramado de los negocios de la obra pública[8]” (Sin autor, 2011: 187).
En este caso, los GdPR no operaron exclusivamente desde el Congreso de la República, sino también movilizaron, -en conjunto con Perenco y los operadores nacionales[9]-, sus redes locales de influencia a favor de una prórroga de intereses particulares. La actuación local y el andamiaje legal de esta ampliación se manejaron en una compleja tensión entre lo legal-ilegal y lo legítimo-ilegitimo.
Estas formas de interacción subyacente de poder se producen de manera sistemática en relación a intereses territoriales estratégicos, -especialmente alrededor de plantaciones agroindustriales y la industria extractiva-, y la injerencia de los GdPR puede expresarse en forma de terciarios[10] (bróker) locales y/o materializarse en marcos regulatorios tendenciosos.
En general, las agendas legislativas son producto de debates y negociaciones entre actores con intereses diversos en las democracias. No obstante, “[d]esde la perspectiva sistémica y relacional, las desigualdades introducen asimetrías de recursos entre los distintos actores que se expresan en el sistema político (…) El impacto de la desigualdad en la democracia se manifiesta en que las disparidades de los recursos económicos están asociadas a las disparidades en el estatus y el poder político” (Sáenz, 2007: 56).
Estas asimetrías de poder se materializan en la rama legislativa en instrumentos jurídicos excluyentes, y con frecuencia, en la ausencia de reformas que pudiesen modificar esta realidad de contrastes. En este sentido, los y las legisladores son guardianes del status quo, y aunque probablemente sean actores secundarios en algunas de estas ligas de poder, los GdPR forman parte integral de estos intereses entretejidos.
Esta normalidad se sostiene repetidamente en la anormalidad. Ello se ha revelado cuando las élites “independiente de la herramienta o del canal usado, (…) han buscado alterar o influenciar la política fiscal de conformidad con su interés básico de incrementar ganancias” (Barrientos/Figueroa, en Icefi, 2015: 11). También, ha sido evidenciado con la alteración de la Ley de Distribución de Bebidas Alcohólicas y Gaseosas[11] en el año 2000; se puede apreciar en la opaca modificación de la Ley contra el Crimen Organizado[12] en 2006, e igualmente se refleja en una ley[13] que pretendía favorecer a empresas de telecomunicaciones en 2014. Asimismo, este rol de guardianes del status quo se ejemplifica en la negación legislativa de reformar el sistema político y de fortalecer el sistema de justicia.
Otra función legislativa, -junto a comisiones de postulación- es la selección y nombramiento de integrantes de entidades estatales autónomas o independientes, y se ha vuelto una piedra angular en la interacción con actores de poder en el ámbito nacional. En 2014 tuvo lugar la elección de magistrados y jueces del Organismo Judicial (OJ), y diversos sectores de la sociedad han señalado que “[l]as selecciones y elecciones llevadas a cabo por las Comisiones de Postulación y el Congreso de la República no fueron objetivas, ni se basaron en el mérito y la capacidad de los y las candidatas. Tampoco se realizaron de manera pública ni transparente en varios momentos del proceso, y además se vieron seriamente permeadas por intereses privados de grupos de poder” (FMM/IJ/CEJIL, 2015: 1).
Según Dudley (2014: 24-25) este proceso se rige oficialmente por los procedimientos institucionales, pero “extraoficialmente, se trata de la lucha a muerte entre diversos intereses políticos, económicos y criminales, que se enfrentan por (…) conseguir el mayor control sobre el sistema judicial.”
La impunidad es una característica clave de las redes de poder, y la obtención de cuotas de injerencia en el sistema de justicia es parte de los intercambios que buscan anticipar acciones legales en su contra. De esta forma, -retomando la definición de RPEI-, estas influencias constituyen “una amenaza para el Estado democrático de derecho, consagrado en la Constitución Política. Cuentan no solo con capacidades para perturbar ese orden constitucional, sino que sobre todo (…) son fabricantes de impunidad.” [14]
c) Capital político y social de intercambio
La reciprocidad entre partidos políticos de tercera generación y los GdPR se ha tratado en apartados anteriores y se rige por cálculos de costo-beneficio en un intercambio electoral-mercantil de doble vía entre estos polos de poder. Para comprender la actuación de los GdPR es importante profundizar el análisis sobre los nexos que se construyen hacia abajo, es decir, hacia las regiones y las localidades donde se sustenta en términos concretos el capital político y social de estas redes de poder.
En este momento no existen elementos suficientes para abordar estas dinámicas locales, y futuros estudios podrían indagar sobre dos niveles de intercambio. Por un lado, se observa que la estructura de los grupos de poder descansa en buena medida en lo departamental-municipal, donde se configuran lógicas de micro-captura del Estado[15]. ¿Cómo se producen estas dinámicas de poder e influencia? – ¿Se reproduce el esquema del intercambio electoral-mercantil de doble vía también entre las diputaciones distritales y el nivel municipal? – ¿Cómo intervienen en esta dinámica los clanes familiares de poder local? – En general, ¿cuáles son los términos de intercambio que se producen a nivel local?
Por otro lado, el intercambio entre los poderes regionales y la población se rige también por relaciones asimétricas, y se requiere de una profundización sobre el funcionamiento o raciocinio de este intercambio entre arriba y abajo. “Se trata de una intermediación adversa o distorsionada pero que permite y reproduce los flujos de intercambios y posibilita cierta legitimación de los grupos de poder regional” (Sin autor, 2011: 155).
En resumen, se puede reafirmar que Guatemala enfrenta una situación compleja de poderes regionales que se han consolidado en forma de GdPR en prácticamente todos los departamentos, articulando intrigadas estructuras y conexiones que interactúan con poderes económicos, políticos y criminales. Esta realidad constituye, hoy por hoy, un fenómeno estructural que trastorna el sistema democrático, que en si mismo se bate ante complejas problemáticas de asimetrías, unipolaridad, fraccionamiento y clientelismo.
ANEXOS
Contratistas principales las adjudicaciones central de obra pública (2004 – 2015)
[1] De acuerdo al Directorio de AGCC del año 2012*, las siguientes empresas seleccionadas forman parte de esta gremial: Consulta S.A., Consult Test, Arquinco, Nortech, Sigma Constructores S.A., SBI International Holdings AG (y en consecuencia también sus subsidiarias Solel Boneh Guatemala S.A. y Solel Boneh FTN), Conasa y Constructora Norberto Odebrecht**.
* Fuente: http://construguate.com/nuevo/index.php/publicaciones/publicaciones-de-agcc/directorio-agcc
** Fuente: Barrientos/Figueroa en Icefi, 2015: 107
[2] La AGCC fue “creada el 12 de septiembre de 1966. Otra asociación importante de contratistas, pero mayoritariamente dedicada a mercados privados, es la Asociación Nacional de Constructores de Vivienda (Anacovi, creada el 25 de octubre de 1966). En 1974, la AGCC y la Anacovi conformaron la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) como su ente institucional representativo” (Barrientos/Figueroa, en Icefi, 2015: 91).
[3] Se trata de empresas no afiliadas a AGCC. Entre las empresas seleccionadas de adjudicaciones centrales resaltan: Constructora Jireh, Ciansa, M&C Construcciones, Topsa Construcciones y Alquiler de Tractores S.A., entre otras. También desde las regiones se han fortalecido conglomerados familiares de contratistas con una creciente importancia; por ejemplo, las empresas asociadas a las familias Guerra, Miranda y Vásquez De León.
[4] Véase: Zepeda, Andrés (Plaza Pública), La decepción. El gobierno de la desesperanza; Guatemala, 12 de febrero de 2012.
[5] Véase: El Periódico, Escándalo de corrupción transnacional; Guatemala, 18 de diciembre de 2014.
[6] Véase: Waxenecker, 2013: 21-23.
[7] Tras varias operaciones de compra-venta entre 1997 y 2001, esta compañía traspasó a manos de Perenco Guatemala Ltd.
[8] La ley propuso también el aumento de inversión pública en los municipios de explotación petrolera, y ello se tradujo en un apoyo implícito por parte de autoridades locales y contratistas a esa iniciativa legal.
[9] “En Guatemala, la empresa [Perenco] cuenta entre sus representantes con Antonio Minondo Ayau (director de la seguridad industrial y vocero), quien es “sobrino del ideólogo neoliberal y quien fuera por muchos años presidente de Basic Resources, Manuel Ayau Cordón.“ (tomado de: Waxenecker, 2003:19).
[10] Según Flores (2009), estas formas de intermediación no excluyen “las relaciones de cooperación no confesadas entre organizaciones criminales y funcionarios públicos.”
[11] Véase: Robles, 2002: 133.
[12] Véase: Zamora, José Rubén (El Periódico): Oliverio García Rodas: retrato hablado; Guatemala, 13 de mayo de 2015.
[13] Se trata de la Ley de control de las telecomunicaciones móviles en centros de privación de libertad y fortalecimiento de la infraestructura para transmisión de datos. Véase: IPNUSAC: Ley de telecomunicaciones, una aberración jurídica. En: USAC, 2014: Revista Análisis de la Realidad Nacional, Guatemala, Año 3, Edición 49.
[14] Exposición de Lic. Iván Velásquez Gómez en el foro “Los nuevos caminos de cooptación del Estado”, Fundación Myrna Mack, Universidad Rafael Landívar, ASIES, ODHA, Impunity Watch, Open Society Foundation, 24 de Marzo de 2015.
Audio disponible en: http://www.cicig.org/index.php?page=not_022_20150324
[15] Véase, por ejemplo: Gramajo, Jessica (Prensa Libre): Red de nepotismo copa Chiquimula; Guatemala, 1 de junio de 2015.
Juicio por genocidio: declaran demente a Ríos Montt y así no tener que enfrentarse con la historia
Por: Quimy De León
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses – INACIF mediante un dictamen científico concluyó que el ex presidente de facto Efraín Ríos Montt
“no se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales, no es capaz de entender con propiedad cualquier cargo en su contra, no es capaz de comprender los elementos de un proceso y los trámites judiciales, y no es capaz de contribuir en su propia defensa. En consecuencia no es competente para asistir ni atender audiencias judiciales.»
Efraín Ríos Montt de 89 años fue presidente de facto entre marzo de 1982 y agosto de 1983, durante este breve pero tenebroso período se cometieron actos atroces como el genocidio contra la población, por lo que fue condenado por genocidio el 10 de mayo del 2013, la jueza Jazmín Barrios, presidenta del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo.
Quedó demostrado con esta condena y por todas las pruebas testimoniales y documentales que el es responsable del genocidio perpetrado en contra población civil no combatiente perteneciente al pueblo Ixil en calidad de autor. Fue condenado a 80 años de prisión, 50 por delitos contra deberes de la humanidad y 50 por genocidio. Desde esta sentencia han habido demasiados tropiezos para que quede en firme y vaya a la cárcel, como que el juicio se retrotrajo y debe repetirse.
Sin embargo y como una muestra más de la impunidad que sigue en el país, ayer se supo de este informe que además resuelve que:
“no es pertinente realizar nuevas evaluaciones que solamente significarían un estrés más para la vida del evaluado. Su condición mental depende en gran medida de su estado físico que consiste en padecimientos múltiples. A eso debe sumarse la sanidad y la posiblidad de un proceso de desintegración demencial, lo cual tiende a ser crónico, progresivo e incurable.»
¿Y la justicia para el pueblo ixil?
Visita a Rigoberto Juárez y Domingo Baltazar, presos políticos
Por: Lisa Knauer
Ayer fuimos un grupo de personas a visitar a los presos políticos Rigoberto Juárez Mateo y Domingo Baltazar Pedro, de Santa Eulalia, detenidos injustamente y encarcelados de una forma igualmente injusta.
Eramos demasiadas personas porque también llegaron sus familiares y entonces solo pudimos entrar algunas. Les encontramos en buen estado moral y mental, y en general en buen estado de salud. Nos emocionó bastante ver como mantienen su compromiso con el pueblo de luchar para la vida, el territorio y la dignidad, y que también mantienen su visión política bastante clara y profunda.
Me puse a pensar en una canción de los años 80 sobre el entonces preso Nelson Mandela, «Su cuerpo está abusado pero su mente todavía queda libre». Fue un gran honor estar presente cuando la esposa de Domingo le pudo presentar a su hija que nació el 10 de mayo mientras su papá ya estaba preso, y ver la alegría cuando vio a su hija por primera vez.
Durante el transcurso de la visita, Rigoberto nos escribió unas palabras para compartir con ustedes. Estos pensamientos evidencian que aunque sus cuerpos son cautivos, el estado nunca puede encarcelar a sus mentes.
Sector del Centro Preventivo Zona 18 Guatemala
Hermanos y hermanas: Desde este cautiverio les saludamos Domingo Baltazar y Rigoberto Juárez Mateo
Les queremos decir que cada vez que viene visita, nos llena de mucha emoción ver que entran a vernos y saludarnos, pero también sabemos que muchas y muchos quisieran venir, sin embargo entendemos la cantidad de dificultades que ello representa, no obstante hemos sentido la presencia, de todos, todas su solidaridad, a través de quienes han podido entrar.
Como lo hemos dicho desde el momento que nos capturaron dijimos que somos presos políticos y esa es nuestra calidad, el paso de los días lo estamos confirmando, ellos no nos asuste porque solamente lo estamos confirmando la forma que el sistema que se impuso en nuestros territorios ancestrales desde 1524 permanecen intactos, lo que han hecho es modificar las formas de represión, opresión, discriminación, y racismo.
Por lo que la lucha por la defensa del territorio y la vida debe seguirse fortaleciendo, si los sistemas occidentales están en crisis, pero para ellos tenemos que dar la batalla nosotros, como lo hicieron nuestros ancestros, no nuestros héroes a lo largo de los 497 [años] de opresión. Abrazos a todos y todas, tenemos que estar entre las comisiones de Reforma y empujar para que ellas sean profundas. Pronto estamos de nuevo con ustedes.
Abrazos, Domingo y Rigo
Videoclip: El Ultimo Beso
El último beso, se llama uno de los sones que más gustan a la población q´anjob´al que vive en el norte de Huehuetenango y también a quienes viven fuera de las fronteras y han tenido que migrar a los Estados Unidos. Cuándo se está lejos la nostalgia por la tierra, la gente y la música son más fuertes, la gente maya q´anjob´al no pierde el gusto por los sones.
Un grupo de artistas conforman el grupo de marimba Trece B´aktun, su nombre surgió al raíz de la celebración de 13 Baktun en el año dos mil doce. La mayoría de ellos tocan la marimba desde que son niños, con su música intentan de forma hermosa que no se pierda su identidad.
Compartimos el son “el último beso“