Archivos diarios: 7 junio, 2015

Agua para las comunidades, no para las hidro-mineras

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Por: Kaxhin Tz’ikin

Inauguración Agua Potable para Tx’oli’ y Yinkulus, Yichk’ox, Territorio Q’anjob’al

En la cabecera municipal de Yichk’ox nombre Q’anjob’al para el municipio de San Juan Ixcoy del Territorio Q’anjob’al, en el departamento de Huehuetenango amanece la música de los sones a través de la madera de la marimba.

El grupo marimbistico “5 Altares Mayas descendientes de Xhun Palixh” llenaron de música las calles de Yichk’ox ésta vez por la culminación del proyecto “Construcción Sistema de Agua Potable para los Sectores Tx’oli’ y Yinkulus” e inauguración para el uso del agua, llenando de alegría la vida de niños, niñas, jóvenes, adultos, abuelos y abuelas.

Como es de costumbre, se han invitado a autoridades comunitarias, lideresas y líderes comunitarios, a los representantes de la Municipalidad y a los estudiantes del Instituto de Educación Diversificado INED del municipio, para asistir y participar al acto inaugural.

Muchas son las comisiones se organizan para este tipo de evento, una de ellas es la comisión de seguridad que está a cargo principalmente de las y los Alcaldes Comunitarios y no del ejército que ha asesinado a la población.

Tampoco se integra por la Policía Nacional Civil servil a los gobiernos y no protege a la población, la seguridad “publica” está para asesinar y encarcelar a hermanas y hermanos defensores del agua, del río, del territorio. Como lo han hecho en Santa Cruz Barillas, En Santa Eulalia, San Mateo Ixtatán en los últimos años por culpa de las empresas nacionales y transnacionales, por los partidos políticos y por funcionarios de este gobierno.

Aquí la seguridad es integral, se organiza por todos y todas, se brinda por todos y todas.

“Agua para las comunidades, no para las hidroeléctricas y mineras”, “el agua es vida”.

La población sabe que si es posible vivir sin ropa pero no sin el agua, por eso los integrantes del Órgano de Coordinación del COCODE de la cabecera Municipal nos han propuesto que se debe de proteger, cuidar y limpiar los ríos y nacimientos, que ya no se debe de seguir copiando y permitiendo vivir con el modo de vida extranjera capitalista, de lo contario es claro saber cómo será las condiciones en que vivirán las próximas generaciones.

Quedan varios problemas y necesidades por resolver, para eso es importante la organización de la población y que juntos exijamos que los gobiernos que tienen a cargo administrar los recursos públicos, deben de obedecer lo que diga la población y no que sea lo contrario, respondiendo a los intereses de empresarios.

En Yichk’ox sabemos que son las comunidades, que son los pueblos quienes mandamos y los gobiernos deben de obedecer. Aquí protegemos y cuidamos el agua, porque así cuidamos la vida.

Yichk’ox, Konob’ Q’anjob’al.

Ox Txab’in – 5/07/2015

 

México: Anti Jornada Electoral, la población hace boicot

 

 

Por: Redacción Prensa Comunitaria

«Lejos de las elecciones, muy por debajo de ellas»

 

Las autoridades electorales, los partidos y la clase política tradicional ha llamado a elecciones en México, a celebrarse hoy en donde se supone que más de 83 millones de personas fueron llamadas para elegir “nueve gobernadores, 500 diputados federales, 1009 alcaldes o jefes de delegación y 641 diputados locales”.[1] Según varias fuentes para ello hay un despliegue militar y policíaco que les pueda “garantizar” el desarrollo de éste proceso.

Boicot a la jornada electoral

Sin embargo la población se niega a este proceso, en varios estados como Oaxaca, Morelos y Guerrero se celebra una Anti Jornada electoral desde hace días, ya que existe un rechazo generalizado hacia el modelo de Estado que militariza, que reprime y que es corrupto.

Para la población los políticos llegan al Estado solamente a reprimirles y a hacer acciones que no les benefician. De hecho el día de hoy denunciaron

“Qué clima de tranquilidad puede existir este domingo de elecciones, cuando el gobierno federal envió más de 2 mil elementos de las fuerzas armadas y de la Policía Federal para copar las casillas con agentes armados?

¿Qué condiciones de seguridad puede ofrecer el gobierno federal a la población asediada por el crimen organizado, cuando helicópteros artillados hacen vuelos rasantes sobre las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa?”[2]

Padres y estudiantes de Ayotzinapa encabezan el boicot a la jornada electoral

El dolor que viven las familias de los 43 jóvenes estudiantes desaparecidos y la ausencia de transparencia, justicia e información que viven hace que la gente pierda crediblidad en quienes asumen dirigir el país y solamente llegan para reprimir y enriquecerse, con lo cual los familiares de los jóvenes de Ayotzinapa “impiden la instalación y luego queman las boletas.”

En varios lugares quemaban las urnas electorales, la papelería o no dejaban pasar para su instalación. Esto ocurre cuando el Estado, el gobierno no se organiza para el bien común sino solo para las elites. Es terrible que la población sea llevada al límite por la voracidad de unos cuantos que se enriquecen a costa de los recursos de la mayoría.

Omar García sobreviviente de Ayotzinapa dijo:

 «El problema no es participar o no en la jornada electoral o el momento electoral. El problema es que con frecuencia se reduce todo a ese acto, como si un solo acto político fuera definitivo o definitorio.

Lejos de lo que los partidos o los de arriba estén haciendo, queremos hablar de lo que ocurre abajo. Lo que hagan o dejen de hacer arriba nos cuesta mucho tomarlo en cuenta para que forme parte de éstas líneas. Siempre hemos pensado que quienes luchamos perdemos demasiado tiempo y energía en hacerlo. Lo importante es el “qué está sucediendo entre los que luchamos”. Pues eso, más que la zancadilla del sistema, determina que ocurra o no cierto cambio.

Dos o tres cosas hemos ido aprendiendo en más de ocho meses de la lucha por la presentación con vida de nuestros 43 compañeros, en décadas y décadas de tradición de lucha de nuestra escuela.

Tantas cosas buenas hemos visto, tantas cosas malas. Errores, falta de coherencia, mucho choro y pocos hechos. En casi todos los movimientos sociales en México perviven los protagonismos, los egos. Tanto los movimientos intrasistémicos como los antisistémicos pecan de querer presentarse siempre como la mejor opción.»[3]

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Para más información siga: Desinformémnos http://desinformemonos.org/

 

[1] “En vivo Elecciones México” El País. 7 de junio de 2015.

[2] Informaciónn de Desinformémonos. 7 de junio de 2015.

[3] Con informacion de Desinformémonos. 7 de junio de 2015.

[3]Fotografías: Desinformémonos y Somos el Medio

 

 

 

EL PAÍS QUE NOS VENDEN

Por Jesus González Pazos

Miembro de Mugarik Gabe

«Pero no deberíamos desdeñar la acción política, mientras aguardamos el cambio gradual en la opinión pública que debe lograrse a través de la educación y la información. El mundo de los negocios debe aprender la lección (…). La lección de que el poder político es necesario; que este poder debe de ser asiduamente cultivado, y que, cuando convenga, debe utilizarse agresivamente y con determinación».

Las anteriores palabras son de Louis Powell, miembro del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1971, y resumen el programa político e ideológico que las élites económicas dictaminaron a partir de esos años y que hoy aún sufrimos. Desde esos momentos esta clase social iniciará su batalla por copar y controlar el poder político en todo el planeta. Irán asumiendo y poniendo en práctica su programa, primero en los EE.UU. y Gran Bretaña, para después ir extendiéndolo a lo largo del mundo y llegar en la última década a su plenitud en la vieja Europa. Es, al fin y al cabo, el modelo neoliberal, como nueva fase del capitalismo.

Teniendo en cuenta esos postulados es como se puede entender mejor el mensaje que tras las recientes elecciones realizadas en el estado español, el presidente de los empresarios españoles lanza a la clase política y a la sociedad en general. Dice Juan Rosell que se acabó el tiempo «de las campañas y los eslóganes» y que ahora los partidos deben olvidarse de la aplicación de los programas electorales. Y podrían resumirse estas palabras (o traducirse, aunque son bastante claras) que «se acabó el cuento de las promesas para ganar votos y ahora hay que volver a la realidad» y en ésta quien manda es la élite económica.

Pero retomando nuevamente las primeras palabras de este texto, se comprenderá también perfectamente cómo ese programa político enunciado por Powell, aunque no muy conocido, recogía la esencia de la acción que emprende la clase económica dominante para abordar el desmontaje del estado del bienestar, la limitación del papel del estado en el control de la economía y la liberalización absoluta de los mercados, quienes se erigirán en verdaderos autócratas de la vida social, económica y política de los estados. Cierto es que en la vieja Europa este proceso tardó en su implantación unos años más gracias a la alta conciencia social y a la fuerza de los sindicatos. Sin embargo, una vez domesticados la mayoría de éstos últimos, la crisis que estalla a partir del 2008 se convierte en la gran oportunidad para instaurar definitivamente la nueva sociedad (aunque vieja, pues en cierta forma supone una refeudalización de las relaciones sociales y laborales) a que aspiran los poderes económicos en el neoliberalismo.

Hoy, en este mismo proceso nos «venden» la salida de la crisis y nos «venden» un nuevo país. Ya hablemos de Euskal Herria, ya sea del estado español, de Grecia, o de… Se pretende que asumamos, que interioricemos y aceptemos plenamente, que no hay alternativa al modelo a imponernos; modelo en el que las relaciones laborales, pero también las sociales, las de género y las políticas han cambiado radicalmente. Definitivamente quedan atrás los tiempos de los derechos y de lo humano, y avanzan los tiempos de los recortes, de la sumisión y del «sálvese quien pueda».

En torno a la salida de la crisis, ésta la argumentan y sostienen solo en datos macroeconómicos (crecimiento del PIB, aumento de las exportaciones, etc.) que únicamente afectan a los de arriba. Sin embargo, nos ocultan la otra realidad existente: el país social que nos invisibilizan y en el que realmente vivimos los de abajo, la mayoría de las personas. A ese país no llegan, ni llegarán, los beneficios de ese crecimiento de no se sabe cuantos puntos, aunque nos prometen que si somos dóciles, algún día también podremos percibir la mejoría. Nos ocultan los millones de parados o el aumento continuo y constante de los índices de pobreza. Por supuesto, no nos hablan de la brutal brecha de desigualdad que sigue creciendo entre una minoría cada vez más rica y las grandes mayorías empobrecidas, y nos tratan de confundir con discursos populistas y xenófobos que pretenden que la pelea sea entre pobres o que nuestro enfado lo dirijamos hacia la población emigrante. De esto último tenemos ejemplos demasiado cercanos y debería ser una determinación de la clase política consecuente acabar con ellos y no seguir alimentándolos aunque sea indirectamente manteniendo a sus protagonistas en el poder del nivel que sea. Pero aquí también nos venderán que «la democracia es así» y ellos no pueden hacer sino respetarla a costa de quien sea.

Al tiempo de todo lo anterior, lo que se pretende instalar es el nuevo modelo de sociedad y éste hay que subrayar que se busca sea estructural; es decir, no es puntual, no es coyuntural, para el tiempo que la crisis siga durando, sino que se pretende duradero como nuevo sistema dominante. Y se quiere así por el hecho de que afecta directamente a las bases rectoras de la propia sociedad y tanto a sus ámbitos sociales, como económicos, políticos e ideológicos.

Pero como señalamos el país que se nos oculta, pretende venir para quedarse por mucho tiempo, si no somos capaces de impedirlo. El paro se sitúa en estos momentos en torno al 16% en Euskal Herria y al 24% en el estado español y ya se empieza a hablar, a informar, a hacernos entender que, aunque bajen dichos índices, el desempleo estructural siempre será alto; mucho más de aquel que se consideraba antes de la crisis, que se fijaba en torno al 5%. Así, a pesar de que el crecimiento del PIB ya lo colocan por encima del 2%, acto seguido nos dicen bajito que esto no supondrá sino la creación unos pocos, muy pocos, miles de empleos.

Pero parejo con esos datos anteriores, incluso aunque creyéramos en esa salida inmediata de la crisis y el futuro de un país mejor, hay más preguntas que los poderes económicos y gran parte de los políticos, no quieren ni tan siquiera plantear. ¿En qué condiciones salimos?, ¿todos salimos?, ¿las mujeres también y en las mismas condiciones que los hombres?, ¿se avanzará en niveles de igualdad o seguirán creciendo a pesar de esa salida los niveles de desigualdad entre las personas?. Los datos más recientes nos dicen, por ejemplo, que el nivel de renta de la mayoría de las personas sigue cayendo año a año, pero además, que las mujeres ganan como media unos 10.000 euros menos al año que los hombres. Nos dicen que el riesgo de pobreza afecta en Euskal Herria a más del 10% de la población, y en el estado español ya supera el 22%, pero ese mismo riesgo y el de exclusión social en menores de 16 años, en el conjunto del estado español ya afecta a más del 35%. Nuevas generaciones sin futuro.

A todo lo anterior le puede acompañar una evidente explicación, que también se oculta, pero que define el actual modelo de sociedad a implantar por el neoliberalismo. Además de al desempleo y al ya mencionado brutal aumento de la desigualdad, reflejo palmario de la no redistribución de la riqueza por mínima que ésta pudiera ser, se une la precariedad estructural. Instalada ésta no como consecuencia de la crisis, sino como razón de ser del sistema para mantener el dominio de las élites económicas sobre la mayoría de la población. Empleo temporal, precario y mal pagado explica el aumento de la pobreza incluso entre aquellos/as que se nos dice abandonan las listas del desempleo; no permiten el desarrollo de una vida digna. Y al mismo tiempo procura personas dóciles a los requerimientos del sistema dominante.

Y la precarización del trabajo es, por lo tanto, razón básica de la precarización de la vida. Porque ya no solo hablamos de no tener trabajo, sino también de no tener los suficientes recursos para vivir con dignidad, incluso teniendo oficialmente uno o varios puestos de trabajo. Y a todo ello unimos por último también las medidas políticas de recortes de derechos, de la capacidad instalada para el cuestionamiento del sistema, de las posibilidades reales de la democracia restringida que vivimos para generar alternativas verdaderas de transformación a fin de construir sociedades más justas y equitativas. Ya tendremos así el cóctel de mentiras, manipulaciones y, sobre todo, de control político por parte de lo que Powell definía en las palabras iniciales de este texto como «el mundo de los negocios». Control del poder político para poder utilizarlo «agresivamente y con determinación», por supuesto en función de sus intereses y beneficios y no para la mejora de las condiciones de vida de la sociedad en su conjunto. Esta es la salida de la crisis, este es el país que nos venden: ¿compramos?.