Archivos diarios: 12 marzo, 2015

Mi vida a los 10 años

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Fotografía: Santiago Bastos

Patricia Cortés Benfeldt

Un cuentito,
porque creo que no se comprende la problemática por completo….. (1)

Ayer vino el señor que dicen que se va a casar conmigo, tiene 24 años, se ve atractivo, mi mamá dice que ya estoy grande y que eso es lo que las mujeres hacen: casarse tener hijos y servir al marido y a su familia.

Mi mamá dice que que bueno que mi hermano ya tenga 15 años, él está estudiando y lo van a meter al cuartel, dice mi papá que si está de soldado un par de años trae dinero para que arregle su parcela y se busque una mujer. Mi mamá espera que la mujer de mi hermano venga a ayudarle, como hace la mujer de mi otro hermano que ya tiene un hijo, ella tiene 14 años y vive aquí a la par, ella le hace la comida a mi hermano el mayor que tiene 20 añosy a veces ayuda a mi mamá. Mi mamá ya va a tener 40 años, mi hermanito es el último que tuvo, según ella yo iba a ser la última, pero se “coló” el bebé y por eso yo ya no pude estudiar, al menos estudié más que mi hermana que tiene 18 años y ya tiene dos hijos, ella apenas estudió un año, porque con tanto varón, tenía que ayudarle a mi mamá a lavar las ropas de todos y a llevarles la comida.

Hace dos años iba a la escuela, pero mi mamá tuvo a mi hermanito y yo lo cargo y le cambio los pañales, es bonito eso, me molesta un poco y ahora ya pesa mucho, me jala las chiches que me están creciendo porque quiere comer.

Mi hermanito de 2 años se cortó con el machete, el doctor le dijo a mi mamá que para que le daba el machete a un niño, me dio risa, el doctor no entiende que es su machete, porque aquí todos trabajamos, yo ya se tortear, ya sé hacer comida, ya aprendí a lavar la ropa, eso dice mi mamá que necesito saber, además se sembrar y un poquito tejer.

El que se va a casar conmigo vino con su mamá, ella me examinó bien, me preguntó que sabía hacer, dice mi mamá que le tengo que hacer caso, que ahora ella va a ser mi mamá, lo que más le gusta a esa señora es que mi hermana es bien obediente con su suegra, cuando estaba embarazada la suegra dijo que no había que trasladarla al hospital, porque que feas las mujeres a las que hay que partirlas para que tengan hijos y ella se quedó, hizo caso, como se debe.

Ella me vio las tetas y dijo que todavía me faltaba para poder tener leche, que a ella no le gustaba que no fuera grandota como mi prima que se casó el año pasado. Pero yo ya lavé por primera vez, ya tuve que lavar mi sangre hace un mes.

Mi prima estudió hasta sexto y se casó a los 13, ella iba a unos cursos pero su suegra le dijo que ya no fuera, que las mujeres no tenían por qué aprender a no respetar a los mayores y que ella era la que mandaba. Yo creo que a mi prima la van a dejar, su marido, porque es bien rara, quiere estudiar, quiere trabajar y tener su dinero, se va a quedar como la dueña del comedor, que dicen que con cualquier hombre se acuesta.

Mi prima está bien redonda, les da miedo llevarla al centro de salud, porque dice que le pueden meter preso al marido, con eso que no tiene 14 años, pero la suegra consiguió un papel que dice que ya tiene 15, como se ve bien grandota.

Yo no tengo miedo, bueno, sólo un poco. Tal vez me gustaría ir a la escuela un poco más, luego me acuerdo de la mujer que echaron del pueblo porque era soltera y tuvo un hijo y de la señora del comedor y pues, creo que mi marido va a salir bueno.

(1) Este texto es una respuesta al artículo «Mi vida a los 10 años; la vida sexual», de Flora Campollo, publicado en Nómada -( https://nomada.gt/mi-vida-a-los-10-anos-la-vida-sexual)

Río Negro: Lugar de memoria, genocidio y resistencia

Por: Leonel Barrios

En este río se construyó la hidroeléctrica Chixoy, el río Negro también se conoce como Río Chixoy ubicado en Rabinal, Baja Verapaz. Este lugar es un lugar maravillosamente controversial, hay dolor y encanto. Este lugar tiene mucha importancia y no hay que dejar de visitarlo por diferentes razones:

  • “Es un eslabón importante para comprender los vínculos que conectaron a los Mayas antiguos de las Tierras bajas con los del Altiplano. Aquí se identificaron 45 sitios arqueológicos de hasta 2,500 años de antigüedad. Algunos de ellos están mencionados en el Popol Wuj y otras fuentes históricas mayas.
  • Es uno de los lugares más indicados para dar testimonio de las atrocidades del conflicto armado y conmemorar el sufrimiento de sus víctimas. Asimismo, es uno de los más apropiados para enseñar a las y los Guatemaltecos, cómo se lucha por la justicia, la dignidad y la paz.
  • Es una estampa particular de la cultura maya por la convivencia pluricultural y multiétnica de las comunidades lingüísticas Achi’, Poqomchi’, K’iche’ y Q’eqchi’. Debido a su ubicación lejana ha conservado hábitos y técnicas tradicionales que no se encuentran en otras partes del país[1].”

 

Memoria

“La comunidad de Río Negro fue despojado de su propia forma de vida y sustento mediante la construcción de una gigantesca represa hidroeléctrica… “ Luego de esto sufrieron la represión del Estado en manos del ejército.

“A causa de oponer resistencia a estos hechos, fueron convertidos en víctimas de un genocidio fríamente calculado en su contra. Luego de cinco masacres en dos años con un saldo de aprox. 440 muertos, la aldea había sido diezmada a la mitad de sus integrantes.

  • El primer enfrentamiento violento ocurrió el 4 de marzo de 1980 en la aldea de Río Negro.
  • La masacre de Xococ del 13 de febrero de 1982 marca el comienzo de un genocidio planificado en contra de la población de Río Negro.
  • La despiadada ejecución de 70 mujeres y 107 niños, el 13 de marzo de 1982 en Pak’oxom, figura como uno de los episodios más crueles de estos tiempos.
  • Los sobrevivientes que se refugiaron en Los Encuentros fueron secuestrados y asesinados el 14 de mayo del mismo año.
  • El 14 de septiembre de 1982 sucedió la última masacre en Agua Fría. Después, la población se escondió en la montaña.
  • Las personas que se entregaron voluntariamente reclamando el derecho de amnistía sufrieron fuertes hostigamientos en el asentamiento de Pacux[2].”

El día viernes se recuerda la masacre de Pak’oxom en donde llegará mucha gente. Fueron cerca de 13 familias que retornaron a su lugar ancestral ante la resistencia de la ubicación en un asentamiento en las afueras del casco urbano de Rabinal al que llaman Pakush.

Ahí dentro de lo paradisíaco que incluye el embalse del río Chixoy no hay luz eléctrica, no hay señal de celular ni de internet, y no hay delincuencia, es un lugar de memoria y resistencia.

 

[1] http://www.rio-negro.info

[2] Ibid

No es contra Venezuela, es contra toda América Latina que despierta

Fuente: diarioelcostaoriental

Fuente: diarioelcostaoriental

Por Ollantay Itzamná

El guerrero Premio Nobel de la Paz, Barak Obama, Presidente de los EEUU, luego de destruir países completos en Oriente Medio y parte de Asia, mediante su Organización Terrorista de América del Norte (OTAN), humilló a su pueblo con su última “declaración de emergencia nacional ante la amenaza venezolana a la seguridad interna norteamericana”.  El Premio Nobel tomó por estúpidos  a sus electores. ¿Qué buscaba o busca el autodesacreditado y solitario Emperador del Imperio de la muerte? ¿Aislar a Venezuela o desintegrar a la CELAC y UNASUR? ¿O ampliar la frontera del Triángulo de la Muerte hacia América del Sur?

Mientras redacto estas líneas, veo que en estos instantes acaban de asesinar con varios proyectiles a dos periodistas en la ciudad de Mazatenango. Hace unas horas atrás, un Hospital público, en la ciudad de Guatemala, fue atacado con granada y ametralladora dejando un muerto y decenas de heridos. Mientras esto ocurría en Guatemala, en San Pedro Sula, Honduras, un empresario transportista era asesinado a tiros… Esta es una realidad cotidiana en esto que se llama Triángulo del Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala). La burda materialización del intervencionismo “democrático” norteamericano, al igual que México y Colombia. ¿Será esto lo que busca el guerrero Premio Nobel para la hermana República de Venezuela?

Las corporaciones norteamericanas jamás perdonarán a la Venezuela chavista el haber aguijoneado y acelerado el proceso del despertar y la integración latinoamericana.

No es sólo el consenso sin Washington de UNASUR, CELAC, ALBA, BRICS y la alianza de CELAC y Asia lo que enfada al guerrerista norteamericano. También le preocupa el eurochavismo que se expande de sur a norte en la Europa en malestar. Venezuela es un mal ejemplo que se extiende, ya no sólo en América Latina, sino en el dominio planetario del Imperio moralmente autohumillado.

Por eso Obama, con su declaratoria de emergencia nacional, intenta aislar internacionalmente a la Venezuela insolente, y difuminar la fuerza social interna de la revolución. Pero, está consiguiendo un efecto contrario.

EEUU no le perdona a la Venezuela revolucionaria el haber oxigenado material e ideológicamente a la insolente Cuba, quien terminó derrotando culturalmente al Imperio militarmente más poderoso del planeta, sin disparar un solo tiro. La Isla bloqueada superó culturalmente a su verdugo. Cuba derrotó políticamente a los EEUU. (como se verá en la próxima Asamblea de la OEA, en Panamá). Esto fue, en buena medida, ingenio de la Venezuela chavista.

Obama, con su declaración de emergencia nacional, le hizo un flaco favor a sus agentes de la oposición política y económica en Venezuela. Ahora, ante un enemigo externo común declarado (EEUU), todo el país se une, dejando casi solitarios a los promotores de la violencia callejera y económica para las próximas elecciones nacionales. El golpe de Estado político-militar de 2002, afianzó el sentimiento chavista en el pueblo. Pero, este preludio de la invasión militar norteamericana está activando el sentimiento patriótico venezolano y latinoamericano frente a un enemigo externo desenmascarado y declarado. Ni la guerra económica, ni la guerra petrolera había logrado este inesperado objetivo.

El delirio paranoico de Obama abona, sin quererlo, no sólo la re autoafirmación del sentimiento revolucionario del pueblo de Chávez, sino también cataliza la unidad y el sentido emancipatorio compartido de toda Latinoamérica consciente. No es Venezuela la que está en juego. Es el despertar de la dignidad y la integración latinoamericana. Es la democracia participativa que avanza del sur al norte. Son los procesos de la restauración de la vida las que están en juego. Por ello, ningún ser autoconsciente puede quedar indiferente en este histórico momento de Abya Yala.

Neoliberalismo vs. sindicalismo

Foto: Mauro Calanchina. Sindicato Coca Cola decada de los años 70s

Foto: Mauro Calanchina. Sindicato Coca Cola decada de los años 70s

 Por Jesus González Pazos, Miembro de Mugarik Gabe.

En numerosas ocasiones se han caracterizado detalladamente los rasgos fundamentales del neoliberalismo (o ¿deberíamos hablar ya de ultraliberalismo?), especialmente en su dimensión más estrictamente económica. Privatización de todos los sectores productivos estratégicos posibles, incluso de la vida; dominio de las élites económicas y subordinación a éstas de la clase política tradicional; libertinaje de los mercados, desregularizados y omnipotentes; desigualdad, precariedad y empobrecimiento acelerado de las mayorías…

Sin embargo, menos se ha profundizado en el análisis sobre los elementos más ideológicos que hoy son la esencia constitutiva de este sistema. Y aquí habría que empezar por denunciar abiertamente su carácter radicalmente antidemocrático, ya nos refiramos a los términos de la lucha política que establece para con sus contrarios, ya hablemos de su entendimiento del concepto de la democracia. Si nos referimos a esto último, se podría hablar de la pura y simple prostitución de la misma, pues hace uso y abuso de la democracia, apropiándose de ella y colocándola al servicio exclusivo de los intereses económicos y políticos de aquellas élites que hoy se imponen con este sistema oligárquico. Y la democracia queda reducida a su función meramente de representatividad, de delegación (no participativa), a ser ejercida por la ciudadanía cada cuatro años. En este mismo sentido, habría que dejar de hablar de democracia, para usar más acertadamente el término de plutocracia, es decir, aquel sistema de gobierno en el que el poder lo controlan y ejercen quienes tienen la riqueza concentrada en sus manos.

Pero es la otra dimensión antidemocrática la que ahora nos ocupa, y preocupa; aquella que tiene que ver con los términos que el neoliberalismo define para la lucha política con sus contrarios. Y, aunque mucho de lo que señalemos a continuación puede ser perfectamente aplicado a la lucha partidaria, queremos centrarnos más en cómo se da ésta en cuanto a la relación que establece con el sindicalismo y su obsesión por su destrucción. De hecho, siempre ha considerado la posible fuerza de los sindicatos como un obstáculo mayor en sus fines e intereses de dominio absoluto que los propios partidos políticos tradicionales del sistema; de ahí precisamente su fijación en la eliminación y destrucción del sindicalismo.

El neoliberalismo actúa hacia los sindicatos mediante dos mecanismos o formas fácilmente identificables: la cooptación o la eliminación. Una de las posiblemente mejores (y más cínicas) descripciones de la cooptación la hizo en su día el político socialdemócrata español Alfonso Guerra, cuando señaló que “el que se mueva no sale en la foto”; es decir, si te desvías de lo que el sistema propone, te quedas totalmente fuera y ahí hace mucho frío (y no hay subvenciones, ni desayunos de trabajo, ni desplazamientos pagados, ni tarjetas black, ni…). A partir de ahí, y una vez integrados en el sistema, el neoliberalismo deja patente la inexistencia de la lucha política entre iguales y ésta solo es apariencia entre unos y otros pero sin afectar realmente a la posibilidad de cuestionamiento profundo del modelo (fuera de éste nada existe). A la sociedad, a la ciudadanía, se la hará creer que opta en libertad, pero siempre entre opciones definidas por el sistema. Como decíamos anteriormente todo esto es aplicable plenamente a la inmensa mayoría de las fuerzas políticas clásicas, pero también, y eso es lo que aquí nos interesa, absolutamente ajustable hoy a la mayor parte de los sindicatos: o se está dentro del sistema (cooptado) o se buscará su eliminación.

Así, las fuerzas sindicales poco coherentes con sus postulados de defensa de los intereses de las personas trabajadoras, han sido mayoritariamente cooptadas por el sistema para pasar a ser meras correas de transmisión del mismo. Ningún cuestionamiento y acción profunda contra las injusticas más evidentes, contra los brutales recortes de derechos laborales, sindicales y políticos, contra el progresivo empobrecimiento y aumento de la desigualdad. A lo sumo, leves críticas a las consecuencias, pero sin llegar nunca al cuestionamiento de las causas estructurales, pues supondría la irremediable impugnación, y por lo tanto acción consecuente, del modelo dominante. Y para aquellas fuerzas sindicales que no asumen el sistema neoliberal, la estigmatización y la eliminación, tal y como nos demuestra cualquier repaso de hechos y acciones acontecidas en este campo durante el proceso de implantación del neoliberalismo.

Nos retrotraemos unas décadas y llegamos al Chile de 1973, tras el golpe de estado de Pinochet. Una vez eliminada, o exilada, la oposición política, social y sindical al golpe, este país se convirtió en el primer laboratorio para introducir las medidas neoliberales de ajustes estructural y, evidentemente, de privatizaciones de sectores estratégicos, así como eliminación generalizada de derechos. El siguiente paso se producirá en paralelo en Bolivia y Gran Bretaña. Era el momento de probar el nuevo modelo en regímenes de democracia representativa. Y para ello, en ambos, casos, era esencial acabar con el sindicalismo mediante la acción combinada de cooptación y eliminación. Tanto en un país como en otro el objetivo se fijó en destruir el sindicalismo minero (del estaño en Bolivia y del carbón en Gales) como fuerzas motrices de la potencia de las luchas de los/as trabajadores/as en todos los demás sectores productivos. También estos son años en los que la llamada transición española repite estos esquemas mediante pactos sindicales y arrinconamiento de aquellos que se niegan a entrar en la correa de transmisión que ahora se dibuja para las fuerzas sindicales (y políticas).

Como ya se ha señalado, mediante lo anterior, pactos y cooptaciones, algunos sindicatos renuncian a la vieja aspiración de transformar radicalmente la sociedad hacia otra más justa y equitativa para las mayorías. Pero también a la simple posibilidad de tener voz y participación determinante en la definición de la política económica del país. Se impone la visión del estado del bienestar como el máximo alcanzable para los sectores trabajadores. A partir de ese momento, el carácter pactista se aplica para salvar determinados derechos, sí, pero también demasiadas prebendas adquiridas, y todo ello en clara retirada de los objetivos más evidentes de transformación social y económica, además de política. Y, en esta nueva tesitura y actitud sindical integrada ya en el adn de muchas organizaciones sindicales, es cuando se produce la arremetida neoliberal definitiva para la implantación del nuevo sistema ideológico, libre ya de matices como el estado del bienestar que no fue sino una concesión defensiva del capitalismo en momentos de fuerte efervescencia y presión social. Esos sindicatos huirán, más si cabe, al interior del sistema que han asumido. Evidentemente, quienes salen perdiendo son todos y cada uno de los derechos conseguidos tras décadas de lucha que ahora, en pocos años, se pierden ante la incapacidad absoluta de esas fuerzas sindicales.

Llegados a este punto la implantación y dominio del neoliberalismo se pretende ya como absoluto. En ese campo solo hará falta la puntilla pretendida al sindicalismo consecuente; todo ello para la desaparición siempre buscada del opositor político. Los efectos de las crisis que vivimos producen, entre otros muchos, miedo individual y colectivo ante las incertidumbres, ante el paro, ante las hipotecas, ante la represión y, en el campo laboral, lleva a frenar radicalmente la sindicación, a callar y a obedecer. Complementariamente, la precarización brutal del trabajo con la temporalidad como elemento distintivo es algo también planificado por el neoliberalismo. En el plano que nos ocupa estas nuevas formas de trabajo garantizan la no sindicación ante el miedo a que la simple demanda colectiva de derechos traiga consigo nuevamente la pérdida del puesto de trabajo. Se resta sindicación, se resta fuerza a las demandas colectivas y se pretende, una vez más, como en los años dorados de los inicios de la era industrial, la total sumisión del mundo del trabajo a lo que dicten las élites económicas. Se cierra el círculo de dominio.