Archivos diarios: 26 enero, 2015
NUEVO LLAMADO A UNA ALIANZA DEMOCRÁTICA
Por: Miguel Ángel Sandoval
“Hasta ahora ninguna de las dos organizaciones políticas (ANN y URNG) han logrado construir un discurso democrático creíble y confiable, abierto a las ideas de otras corrientes. Normal. Si no logran dialogar entre ellas mucho menos podrán abrirse a otros sectores[1].”
A la cita del artículo de V. Álvarez, le agregaría el rol de Winaq y del Movimiento Nueva República pues son dos participantes en el esfuerzo del Frente Amplio de 2011, que duró lo que dura un helado en la puerta de una escuela. Y por supuesto, a un conjunto de sectores sociales y personajes democráticas del amplio abanico que componen esta corriente.
Tengo presente los antecedentes apuntados por Virgilio, aunque me limito a señalar la urgencia de hoy, apelando a los resortes democráticos y revolucionarios que puedan existir en las organizaciones mencionadas pues si en algo podemos coincidir, es que el país necesita de un agrupamiento de las fuerzas democráticas y revolucionarias, que se encuentran en el ámbito político institucional y en las organizaciones sociales y los personajes independientes con influencia que no puede dejar de ser valorada.
Como he dicho en otras ocasiones, la ficha de partido político no es una patente de corso. Por ello, al hablar de alianzas pienso en las expresiones sociales, políticas y en grupos pequeños o grandes, o individuos que accionan de una u otra forma en el escenario nacional buscando cambios democráticos y revolucionarios.
En un contexto como el señalado parece al menos superficial que voceros de las organizaciones mencionadas hagan declaraciones del tipo: “la única opción somos….” “la única alternativa es….” Con lo cual se deja ver a qué punto la sordera y ceguera continúan, como la forma y manera de hacer política de las organizaciones de la izquierda, que como se señala en unos pocos ensayos, artículos y opiniones publicados, son marginales.
Es esta la razón por la cual el 4 de enero de este año hice un llamado, donde expresaba las opiniones compartidas con muchos amigos y amigas, a las organizaciones de la izquierda institucional y a las organizaciones sociales progresistas, a reunirse y dar vida a una alianza necesaria, indispensable, que esa sí, sería la primera piedra en la construcción de esa opción por la que muchos sectores del país esperan.
En ese artículo, pedía, en mi calidad de militante de toda la vida y ex candidato presidencial de la izquierda, que esa reunión o proceso de reuniones fuera con información a la sociedad guatemalteca y a las membresías de las organizaciones participantes, esto es, abierto, público, transparente, para romper con los acuerdos cupulares que se han convertido en la conducta habitual de los pequeños grupos que conforman esas minorías “esclarecidas”.
Justo es decir que al momento no se ha visto ninguna iniciativa en esa dirección, a pesar que los tiempos electorales y las urgencias en la lucha social van a todo vapor y que las fuerzas democráticas y revolucionarias siguen en medio de la más grande dispersión, que solo augura nuevas derrotas. Para decirlo en dos platos, la URNG atraviesa el desprendimiento de un sector, pequeño si se quiere, pero que hace ruido.
Mientras que ANN juega con las contradicciones internas del CPO. Son credenciales poco creíbles para construir una opción nacional y popular de manera aislada. Hace falta un proceso conjunto. Y para no dejar de mencionar, hace falta que URNG y Winaq sean por una vez en su vida, autocríticos con el pobre desempeño legislativo.
Sin embargo, y a pesar de todos los problemas existentes, de los cuales apenas se señalan los más recientes y más comprometedores en términos políticos, aún hay tiempo si se dejan de lado las actitudes inmaduras y se da paso a la creación de una amplia alianza. Justo es decir que sin alianza el desempeño en cualquier terreno será pobre, marginal y solo contribuirá al desprestigio de las ya endebles organizaciones mencionadas.
Lo repito, nadie tiene la razón, la razón y el éxito se pueden construir de forma conjunta, con esfuerzos compartidos. Esa es la experiencia acumulada por los procesos a nivel continental que han alcanzado éxito parcial si se quiere pero en beneficio de sus respectivos países.
Nota: Este planteamiento puede acompañarse con firmas de hombres y mujeres que coincidimos en su contenido
[1] Virgilio Álvarez. Nos urge una izquierda democrática. Plaza Pública.