Archivos diarios: 15 diciembre, 2013

Respuesta a Sergio Palencia de David Stoll: «Sí Hubo Crímenes de Guerra»

Al equipo de Redacción de Prensa Comunitaria llegó la solicitud de David Stoll pidiendo «considerar la publicación de la siguente respuesta a Sergio Palencia», en referencia al texto que se dio a conocer en este medio: Consideraciones en torno a Guatemala: ¿Hubo genocidio? de David Stoll. Éste fue difundido el día 6 de diciembre, también fue publicado en otros espacios digitales. Creemos importante sumar y aportar al debate de ideas aunque no compartimos los planteamientos de David Stoll y sí los de Sergio Palecia.

Sí Hubo Crímenes de Guerra

David Stoll

dstoll@middlebury.edu

Le agradezco a Sergio Palencia su respuesta a mi ensayo en Contrapoder “Guatemala—¿Hubo Genocidio?” Como extranjero, no quiero intervenir en debates políticos entre los guatemaltecos a menos que mi analisís se base en mis intercambios con todos los que tengan voluntad de platicar conmigo, es decir, con la gama más amplia de la opinión pública.

En el proceso por genocidio contra el ex-presidente Efrain Rios Montt, los testigos provinieron de una área en la que he tenido el privilegio de trabajar durante más de treinta años. Sus testimonios fueron valiosos, tal como reconocí en Contrapoder.

Sin embargo, también abundan evidencias de inconformidad entre la misma población ixil, hecho que se puso en relieve cuando, durante el proceso judicial, una caravana de ixiles llegó a la ciudad capital declarando que “no hubo genocidio”. Aparentemente llegaron con el apoyo de la Fundación Contra el Terrorismo, una organización compuesta de ex-militares.

Siempre es posible descalificar a las opiniones de una población indígena por reducirlas a sus patrones o aliados políticos exteriores, como si los ixiles insurgentes de los años ochenta fueran nada más que títeres manipulados por una conspiración comunista externa”. Como si los soldados y patrulleros ixiles de la misma época fueran solo conscriptos del ejército nacional. Como si los testigos ixiles en contra de Rios Montt fueran simples instrumentos de organizaciones internacionales. O como si los manifestantes a favor de Rios Montt fueran solo instrumentos de militares jubilados. Descartar opiniones de una población indígena de esa forma es paternalista y no sirve ningún fin positivo.

Como la población ixil nunca ha sido un bloque político homógeno, es importante conocer a fondo  sus opiniones sobre el proceso contra Rios Montt.  De mis pláticas con 55 nebajenses en julio de 2013—45 ixiles, 6 ladinos y 4 k’iche’s–concluyo algo no muy sorprendente: que sus desacuerdos sobre sí o no hubo genocidio reflejan sus distintas experiencias provenientes de la amnistía de Ríos Montt.

Para algunos, la amnistía fue solo una farsa cruel porque no protegió a sus familiares de las próximas campañas contrainsurgentes del ejército.  Para otros, representó un cambio importante en el comportamiento del ejército.  Algunos hasta opinan que, si no fuera por el golpe de estado del 23 de marzo, mucho más gente se hubiera muerto. Es por eso que les extraña que Ríos Montt sea acusado de genocido. Ningún observador que se tilda de antropólogo, sociólogo o periodista tiene derecho de ignorar estos desacuerdos.

Por el momento, parece que las organizaciones populares de izquierda han invertido toda su credibilidad en avanzar el concepto de genocidio.  Es un planteamiento sencillo y drámatico que ha hecho destacar su perfil tanto en el exterior como en territorio nacional. Además, es un planteamiento que le puso en el banquillo a un ex-jefe de Estado. Estos no son logros insignificantes.  Sin embargo, no me parece aconsejable ignorar por completo los sentimientos de una fracción considerable de la población maya.

A base de mis pláticas con los ixiles y otros nebajenses, creo que hay un terreno común más amplio que el restringido concepto de genocidio: de hecho, la totalidad de la población nebajense reconoce que hubo atrocidades cometidas por los dos lados. Incluso los pocos ixiles que defienden al ejército, y los pocos que defienden a la guerrilla, reconocen que hubo actos indefensibles cometidos por elementos de cada bando. Por lo tanto, me parece que los procesos que se basen en crímenes de guerra—es decir, violaciones a los convenios de Ginebra los cuales protegen a los civiles, a los heridos y a los presos–podrian ser más robustos políticamente que las que se inician a base de genocidio.

Procesos por crímenes de guerra también podrían ser más robustos judicialmente.  Al juzgar durante las dos últimas décadas los procesos por genocidio en otros paises, ha sido sumamente difícil comprobar el “intento de exterminar” de una forma que sobrevive las apelaciones.

Dudo mucho que mi planteamiento a favor de crímenes de guerra sea bienvenido por ex-militares.  Al mismo tiempo, dudo que sea de agrado al Centro Rolando Morán y a la Fundación Guillermo Torriello, patrocinadores del libro de Sergio Palencia, Fernando Hoyos y Chepito Ixil, 1980-1982:
 Encuentro y comunión revolucionaria desde las montañas de Guatemala.

Por otra parte dudo que mis planteamientos le hayan sido de mucha utilidad al Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF); si este hubiera sido el caso, hubiera sido posible publicar mis libros sobre Guatemala en el mismo país, lo que nunca ha sido posible.

-Afortunadamente, cualquier persona que tenga acceso al internet puede descargar una traducción completa de Entre Dos Fuegos en Los Pueblos Ixiles de Guatemala (1993); solo hay que Googlearlo bajo este nombre.  Una pdf del mismo también está disponible en Editorial Abya-Yala de Quito, Ecuador.  Allá se puede leer por cuenta propia el argumento mio que ha sido tan tergiversado por Sergio Palencia.

 El libro más reciente de David Stoll es El Norte or Bust! How Migration Fever and Microcredit Produced a Financial Crash in a Latin American Town.

Derechos Humanos: Directora GHRC Reconocida por la Asociación de las Naciones Unidas del Área de la Capital Nacional

La Directora Ejecutiva de GHRC, Kelsey Alford-Jones, fue honrada ayer con el Premio de Derechos Humanos de la Comunidad como parte de la Asociación de Naciones Unidas de la Zona Capital Nacional Anual de Premios de Derechos Humanos 2013 Recepción. La nominación fue hecha por un participante delegación GHRC, quien destacó el «inmenso respeto que todo el mundo tenía para Kelsey y su dedicación», así como su «éxito ayudando a los guatemaltecos defienden sus casos frente a los EE.UU. y los gobiernos de Guatemala.»

(R) Kelsey, left, and GHRC Board Member Yolanda Alcorta pause for a photo at the award reception.

El premio de la comunidad se otorga cada año a varios individuos del área del DC en la celebración del aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y reconoce la destacada labor que las personas están haciendo en la mejora de los derechos humanos en sus comunidades y en todo el mundo. Otros ganadores de los premios de la comunidad son Caroline Jones, Director Ejecutivo en Portales para la Mujer y la Familia; Layli Miller-Muro, Director Ejecutivo en Tahirih Centro de Justicia.

UNA-NCA Presidente del Comité de Derechos Humanos Sultana Ali (izquierda), presentó el premio, junto con el Embajador Donald T. Bill, Presidente de la UNA-NCA (centro).

«Estoy muy honrado por el premio», dijo Alford-Jones. «Es un testimonio de la dedicación y el compromiso de todo el equipo de GHRC, que ha trabajado incansablemente para apoyar a los defensores de derechos humanos en Guatemala, y para dar a conocer y fomentar la solidaridad en los EE.UU..»

El evento también contó con la entrega de premios y honores especiales a Elisa Massimino, presidente y director ejecutivo de Human Rights First, quien fue galardonado con el Premio Louis B. Sohn, y la Dra. Sarah Degnan Kambou, Presidente del Centro Internacional para la Investigación sobre la Mujer , que recibió el Premio Perdita Huston.

Un Premio Especial UNA-NCA para el uso de la diplomacia para la Promoción de los Derechos Humanos también se presentó a F. Allen (Tex) Harris por sus extraordinarios logros en salvar vidas a través del uso de la diplomacia durante la dictadura militar argentina.

El evento, celebrado en el Cannon House Office Building, fue organizada por el congresista Jim Moran y otros funcionarios electos que sirven como presidentes honorarios, entre ellos el senador Benjamin Cardin (MD), el congresista Jim Moran (VA-8), la congresista Barbara Lee (CA-13 ), el congresista Chris Van Hollen (MD-8), el congresista Sam Farr (CA-20), y el congresista Jim McGovern (MA-2).

http://ghrcusa.wordpress.com/2013/12/13/ghrc-recognized-by-the-united-nations-association-nca/