Archivos diarios: 21 noviembre, 2013

EL PARADIGMA DEL BUEN VIVIR, NO ES UNA ALTERNATIVA

Kajkoj Máximo Ba Tiul*

sfg

Por qué el Buen Vivir no es una alternativa

Quiero comenzar con la definición de “alternativa”, que hace la Real Academia de la Lengua Española, al definir alternativa dice lo siguiente:  1) opción entre dos o más cosas; 2) cada una de las cosas entre las cuales se opta; 3) Efecto de alternar, hacer o decir algo por turno; 4) acción o derecho que tiene cualquier persona o comunidad para ejecutar alguna cosa o gozar de ella alternando con otra.

Si tomamos en cuenta esta definición, entonces, planteo de entrada que no estamos buscando un modelo alternativo ante el neoliberalismo y ni para el neoliberalismo.  Por lo consiguiente, tampoco los pueblos no buscan un modelo alternativo al desarrollo o a los diferentes enfoques de desarrollo.  Por que, si así fuera, entonces podríamos decir entre civilización o barbarie, entre progreso o desarrollo o entre subdesarrollo y desarrollo.  De esa cuenta, estaríamos también aceptando, que el subdesarrollo es el primer paso para llegar al desarrollo.  O que para llegar al conocimiento científico, primero tenemos que conocer nuestros conocimientos, o que la democracia burguesa es el primer paso para la verdadera democracia.  O que tenemos que es necesario el monoculturalismo para  comprender el pluralismo.

Entonces, porque partí de eso, porque si  lo que queremos es analizar las cosas, para comprender los otros pensares, saberes, sentires, entonces nuestra reflexión tiene como fin motivar e incentivar el pensamiento crítico y éste solo existe en la crisis.  La crisis es el desbordamiento del pensamiento crítico y las acciones radicales.  Un pensamiento que aspira a estar en movimiento, es aquel que está dispuesto a la crítica y a la confrontación.  Sólo el pensamiento que existe como crisis y negación puede aspirar a ser un pensamiento crítico (presentación de la Colección Crisis y Crítica).

Precisamente por eso, no se entiende las ideas de los llamados movimientos sociales o de los foros sociales, cuando por un lado buscan alternativas y por el otro, pregonan que otros mundos son posibles.  No podemos construir entre una y otra cosa, esto es alternativa, es dar la posibilidad de decidir sobre uno o sobre otro.

Después de la firma de la paz, se fue pregonando una idea que se le denominó pluralismo, sobre todo referido a las justicia y se decía, bueno “busquemos la posibilidad que el Estado reconozca el pluralismo jurídico, para que la gente decida si acogerse a la justicia indígena o a la justicia occidental-oficial”, eso es alternativa, porque me da la posibilidad de decidir, si esto o lo otro.

Eso es lo que se pregonan en los foros sociales, encuentros, seminarios, etc.  Pero si logramos aprehender de los sentires y pensares de la gente, de las comunidades, no están construyendo alternativas, están diciendo, “esto es lo que queremos”.  Por eso decimos, no estamos de acuerdo cuando se meten a nuestros territorios y quieren destruirnos a todos.

Cuando los pueblos están planteando su paradigma, no lo están pensando como alternativa, sino están diciendo, esto es lo que queremos, es lo que nosotros hemos venido construyendo y decidiendo, sin intervención del Estado.

Por eso el modelo o el paradigma de lo que hoy se ha querido llamar el BuenVivir, no es una alternativa, sino que se está construyendo para derribar el modelo de Estado, el capitalismo, el desarrollo.  Por eso, ni es alternativa, ni es desarrollo, ni es el desarrollo del buen vivir.

Este paradigma, es mucho más rico si se percibe desde las comunidades.  O si se utilizara el idioma de la gente para comprenderlo.  Por ejemplo, no es lo mismo decir Sahil Cholej o Suq Ak’ux que Buen Vivir.  El significado profundo que tienen estos conceptos, solo se pueden entender estando en y entre la comunidad.  No se percibe desde afuera, desde el escritorio, desde los libros. No es una construcción exógena sino endógena.  Eso implica, que tenemos que dejar de ser acompañantes del proceso o interviniendo cada vez que tenemos tiempo, sino que tenemos que comenzar a vivir desde el arte de co-laborar, el arte de tejer, el arte de comprender que nuestras propuestas desde el marco lógico, difieren de las necesidades y saberes de los pueblos.

Lo que se propone desde los espacios organizativos del llamando movimiento social, como: soberanía y seguridad alimentaria, género, salud reproductiva, desarrollo rural, desarrollo con identidad o el mal llamado desarrollo humano y otros más, solo por citar algunos, son actividades del mismo capitalismo y del mismo neoliberalismo.  Si alguien sigue diciendo: “nosotros promovemos el verdadero desarrollo”, me pregunto qué es eso, cuando el mismo concepto es confuso y sin importar quien lo dice o como lo dice, o como piensa desarrollarlo o ejecutarlo, significa que siguen pensando desde el sistema mundo capitalista.

Si alguien dice, es que nosotros si queremos hidroeléctricas pero que no estén en manos de las multinacionales, entonces no es cierto que está con los pueblos, sino que está pensando desde el sistema mundo capitalista o por lo menos desde el sistema mundo occidental.

Los pueblos por su parte no quieren el desarrollo, quieren el buen vivir y eso implica, autonomía, autogobierno y entonces, dejarles en sus manos la decisión del futuro que quieren.

Por eso entonces, el sahil cholej (Q’eqchi) o el suq ak’ux (poqomchi) o como lo quieren definir los otros pueblos o el buen vivir entonces, no es una alternativa, es un paradigma que pretende destruir el mundo capitalista, su Estado y sus otras formas de control del poder.

En una palabra el Buen Vivir, es contra poder y un contra poder que busca la forma en donde los hermanos mayores (seres humanos) y los hermanos menores (animales y los otros elementos de la naturaleza), estemos bien y nos protejamos y nos ayudemos mutuamente.

*Maya Poqomchi ́, antropólogo.